28. Catorce minutos

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TUVE UN SUSTO DE MUERTE SE LOS JURO, PENSÉ QUE WTTPAD ME HABÍA ELIMINADO TODAS MIS HISTORIAS ; LAMENTO POR TARDAR EN ACTUALIZAR, TUVE QUE ARREGLAR ESTO. 😭




He estado al lado de Cameron por un buen rato mientras esperábamos a los chicos, querían hablar conmigo y no tenía entendido de que.

Además lo que me tenía guardado hace buen rato era que mañana es mi cumpleaños, mi cumpleaños número catorce tanto que me emocionaba la idea. Pero no tenía idea de como decírselos o no me entraba en la cabeza por qué no se los había dicho.

–¡AAAAAAAAH! —los chicos que habían llegado ya de quedaron estáticos por tal grito.

–¡Mamá! —me quejé por su repentina entrada.

–¡Niños! ¡Me voy a casar! —soltó de repente dando saltitos.

–¡¿Tu que?! —gritó Aaron. Molesto.

–¡Cariño! ¡Esta chica se va a casar! —luego todos los chicos se le acercaron para ver su dedo anular.

Me concentré más en Aaron como sus ojos destellaban. Quería llorar, pero mamá estaba tan cegada por su felicidad que no lo notaba.

–¿Aaron? —me acerqué a él, lo que obtuve fue un gruñido y restregarse la cara bruscamente —. No te hagas eso —quise tocarlo pero se alejó antes y no dijo nada.

–¿Y quien es el afortunado? —preguntó Matt.

–Se llama Ethan, y mira mi anillo —le mostró su dedo más de cerca.

–¿Cuando será? —pregunté,

–Por Julio, exactamente en un año —me quedé sin habla.

–¿Tanto tiempo? —lo único que me respondió fue con una sonrisa y como si un foco se le prendiera corrió hacia la mesa.

Luego volvió con una gran caja forrada de morado.

–Feliz catorce años mi niña preciosa —me ruboricé por el nombre y me hizo agarrar el presente.

–Mamá... —murmuré avergonzada aunque los chicos, en especial Hayes, me interrumpieron.

–¿Cumple años, cariño? —me ruboricé más por hablarme así enfrente de mi mamá.

–Mañana —sonreí de lado.

–¿En serio? —se acercó más sonriéndome, asentí torpemente, pero luego capté la mirada de Cameron.

¿Molesto?

¿Qué les está pasando a mis dos chicos?

Volteé a ver a Aaron que estaba más relajado pero sabía aun que estaba enojado. Y no quería expresarlo.

*

–Disfruten la fiesta —les sonreí a mis compañeros de lenguaje que después entraron al patio.

Me miré en el reflejo de la ventana que separaba el interior de la casa y el patio. Al parecer la pulsera que mamá me había dado lucia bien con lo que vestía. Cuando confesó que lo tenía guardado desde que me adoptó no supe como reaccionar y en parte le pregunté por qué no me lo había dado; me respondió por qué sabía muy bien que yo no era de esas que usaban accesorios.

Le prometí que lo usaría todo los días.

–¿Como está mi chica? —miré detrás de mí a Hayes quien rápidamente me sostuvo de la cintura y robándome un beso.

–Supongo que bien, no me esperaba una fiesta en el patio —sinceré.

–¿Qué esperas? Vamos —jaló de mi mano adentrándonos con los del instituto quienes comían, bailaban o prácticamente platicaban entre ellos.

•Siempre te amaré || #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora