Tu Rostro [Zhongchi/Tartali]

XV

Tonia tomó a su padre del brazo y lo guió al sofá para sentarlo, Zhongli solo seguía sus movimientos con los ojos, el ex arconte metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta y sacó los medicamentos que recordaba eran los que Childe le enviaba a su padre, le tendió los medicamentos al hombre frente a él y este solo lo miró con odio, Zhongli se mordió la lengua y retiró su mano para darle la medicina a Tonia.
Sin decir nada el ex arconte caminó hacia la puerta de la casa y la abrió en silencio, no estaba en Snezhnaya para discutir con él padre de su novio muerto, no era su trabajo, no ahora. Tonia dio zancadas hacia Zhongli y tomó su brazo.
— Espera, ¿Cómo sabías qué medicamentos necesita mi padre? — cuestionó frunciendo el ceño.

El ex arconte sonrió amargamente.
— Sólo prestaba atención a Ajax.

— Ignora a mi padre, es bastante cerrado con respecto a... todo. — mencionó Tonia tirando de Zhongli para que se adentrara más en la casa.

Anthon fue el segundo en acercarse.
— Tonia dice la verdad, él es... complicado. — le dio a su padre una mirada y este gruñó.

— Crié a un muchacho fuerte, no a un rarito con problemas de identidad — se quejó — no a un chiquillo con gustos torcidos.

El ceño de Zhongli se frunció al instante, caminó a paso seguro, a cada paso su cuerpo cambiaba discretamente debajo de la ropa, para cuando estuvo frente al padre de familia era un hombre tal cual antes, apoyó su pie en el sofá en el que estaba sentado el viejo y lo tomó de la camiseta.
— Escuche, señor, su hijo era un buen hombre, con una gran fuerza física y mental, su voluntad era firme y no flaqueó en ningún momento con respecto a su familia, ¿y aún así lo trata como una escoria desconocida? Lo dio todo por ustedes — la voz de Zhongli salía de lo más profundo de su garganta, raspando su voz levemente
El cambio repentino en su tono sorprendió a más de uno en la casa.
El ex arconte suspiró con pesadez, Teucer asentía con la cabeza.

— Empiezo a entender... — comentó el señor de la casa — ahora entiendo por qué mi hijo estaba tan atraído a ti. No me malentiendas, sigues sin agradarme, pero no puedo echarte.

Zhongli sonrió satisfecho, iba a abrir la boca para agradecer pero el hombre lo mandó a callar con un ademán de mano. — Te quiero fuera mañana.

El ex arconte se limitó a asentir mientras los hermanos lo guiaban al piso superior, Zhongli sin saber a dónde lo llevaban con tanto afán se dejó tirar.

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