【不】𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖𝐄𝐃 𝐂𝐀𝐑𝐃𝐒

【第𝟒章】➥𝟎𝟒

♥☘✦♠ | ➥𝒀𝒐𝒖 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒌 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒎𝒂𝒏

𝑰 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒌, 𝒕𝒉𝒆𝒓𝒆𝒇𝒐𝒓𝒆, 𝑰 𝒂𝒎➘

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〖第𝟒章〗➤𝐎𝐯𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬𝐞

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Lejanas pisadas y voces susurrantes, era lo que había recabado en deshacer su forzado sueño; entre vueltas y vueltas, con ligera jaqueca, había suplicado internamente despertarse de su inminente expiración de aquel mundo.

Deslizando lentamente la palma de su mano alrededor de su rostro, apartando el cansancio, que la había invadido hacía horas, o quizás un par de días antes de haber ingerido un frasco entero de pastillas para ocasionar su propio escape, la penúltima alternativa que tenía en mente.

"Un día más, una mierda más".

La chirriante madera mal situada, alarma de aviso sobre visitantes, era cuidadosamente esquivada para no ser descubiertos. Estirando su cuerpo adormecido, alcanzó con su mano izquierda su arma de emergencias, apartada sobre su mesita de noche junto a su camisa, tratando de cargarla mientras colocaba sus pies descalzos sobre el frío suelo. No estaba en condiciones para atender, o resolver un asunto que incluyera fuerza física, por lo que solo usando un par de mini shorts y un brassier a juego, se preparó para salir de su pequeña morgue.

Cada habitación del hotel era revisada minuciosamente en búsqueda de más provisiones y del pedido más importante: el alcohol. Siendo aquel uno de los hoteles que más fueron concurridos de todo el distrito Shibuya, estaban con las expectativas tan altas que omitieron por completo mantener su campo visual delantero supervisado, teniendo justamente a un par de metros a la joven recostada contra la puerta de su "hogar", sosteniendo aún el arma con decaimiento.

Una de las grandes cajas que contenían objetos de gran valor cayó accidentalmente sobre el pie de un joven regordete que no parecía lucir muy contento con lo que estaban haciendo. Sus alaridos no tardaron en llegar, haciendo suspirar de cansancio a más de uno. –¡Que les den! Estoy harto de tener que soportar estar aquí buscando cosas inútiles— aludió, sus manos apretaban la zona afectada como si de algo ayudara.

—Si para él son importantes, para nosotros también.

—¿Crees que en este mundo hace falta el ropa lujosa? ¡Tonterías! Son solo caprichos, que nosotros como estúpidos esclavos tenemos que cumplir— la "animada" charla que sostenían al menos la distraía de problemas más importantes que rondaban en su cabeza.

—Bien, Hideki. ¿Qué preferirías estar haciendo, en lugar de esta búsqueda del tesoro?—. Interrumpió uno de ellos que no había parado de seguir moviendo aquellas cajas hacia un carrito de compras oxidado que llevaba de un lado a otro. El nombrado fingió estar pensando, como si la respuesta que iba a dar a continuación no fuera la gran revelación del año, pero fue interrumpido nuevamente. —¡Lo tengo! Beberte todo del bar y terminar manoseando a un par de chicas rogando por al menos una mamada— con un par de muecas y movimientos, causó grandes carcajadas en sus compañeros quienes con aquella conclusión divertida siguieron con su labor.

—Ignorando tu absurdo comentario, mi razonamiento trata es sobre saber si esto al menos nos beneficiará en algo. Porque, entiendo el asunto de la protección... pero, seguimos siendo peones aún delante de esos malditos militares— ironizó con desdén, demostrando una ligera molestia demasiado evidente para el supervisor de la misión.