【不】𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖𝐄𝐃 𝐂𝐀𝐑𝐃𝐒

【第𝟖章】➥𝟎𝟖

♥☘✦♠ | ➥𝑺𝒉𝒆'𝒔 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈 𝑰'𝒗𝒆 𝒃𝒆𝒆𝒏 𝒑𝒓𝒂𝒚𝒊𝒏𝒈

𝑴𝒚 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕 𝒑𝒂𝒍𝒑𝒊𝒕𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏𝒔

𝑺𝒉𝒆 𝒍𝒐𝒐𝒌𝒔 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒚𝒑𝒆 𝒕𝒐 𝒃𝒓𝒆𝒂𝒌 𝒊𝒕➘

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〖第𝟖章〗➤𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐭𝐢𝐦𝐞

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—Santa mierda...— canturreó al dejar de mover la puerta, quedándose estática al contemplar la habitación con poca luz y, con un ambiente erótico gracias al sendero de velas aromáticas que adornaban ciertos lugares. —Que... Peculiar.

Las manos de una jóven pelirroja, atadas sobre su cabeza y una cinta cubriendo sus labios, era lo primero que había visto Ada al ingresar a la habitación del sombrerero. Diferentes correas mantenían sujetas sus muñecas, cuello y tobillos, enrojecidos por lo ajustadas que aparentaban estar.

La piel blanquecina de la jóven estaba marcada por moretones frescos, y uno que otro corte, dándole una referencia a la típica película porno, llena de fetichismo barato. Reposó parte de su cuerpo contra el marco de la puerta, reprimiendo los quejidos pocos audibles de la pelirroja.

Una mañana transcurriendo con normalidad.

Había despertado con los ánimos arrastrándose detrás de sí como cadenas de pesar, llenas de inquietud por aún seguir en ese perverso lugar. Pero, algo había detonado la rutina que comenzaba a querer volverse costumbre. Solo después de ver las intenciones reales del apostador mayor, y saber que Niragi estaba dispuesto a permanecer allí, revolvieron su estómago con fuerza.

Solo llevaba poco tiempo conviviendo con ese grupo de inadaptados, pero era lo suficiente como para entender que su prioridad era comenzar a atar los cabos sueltos de su plan de huida.

Plan en el que debía incluir al azabache a como diera lugar. Sabiendo, que sería la parte más difícil de todas.

—¿Fascinada por la excitante vista?

—No creo que para mí sea... no es mi gusto.

Arrugó un poco la nariz, dándole una mortífera mirada a la vez que se giraba en su dirección, siguiéndolo casi al instante al verlo alejarse.

—Otra vez, con lo mismo.

—¿Eso era? He dejado mi descanso de lado por ver esa obra de arte tuya. ¡Felicidades! ¿Cuánto tardaste haciendo esos nudos?— sus mejillas ardían al contener las palabras que deseaba vociferar, quedándose con los labios levemente rotos al morderlos bruscamente.

Una pequeña risita llena de malicia escapó de la garganta del hombre, pero siguió avanzando con la misma postura; luciendo arrogante ante los pocos jóvenes que transitaban tan temprano los pasillos.

—Tu forma de pensar tan... Directa, es divertida e intrigante. Para ti, siempre hay una opinión que, aunque no la expreses, es algo probable que sepamos que pienses— las habitaciones del ala este, solían estar reservadas para los de alto rango. Y, ahí estaban ambos en espera a que abrieran una de las puertas metálicas. Cuando su mirada escudriñó con curiosidad lo que había en sus alrededores, no pudo ocultar una expresión de intriga ante la desastrosa escena. —Admito que tus gestos me parecen atractivos, y más cuándo ni siquiera intentas preguntar sobre "ésto".