Capítulo 39 -Mason

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Notita: Si creyeron que esta semana iba a seguir haciéndome la loca, se equivocaron. He quí, el capítulo 39. Wow, la verdad es que no puedo creer que ya sea el 39... Pero esto todavía no acabaaaa. Muchísimas gracias por leer la historia de Sarah y Mason. Este es un capítulo corto, pero a veces no se necesitan tantas palabras para decir lo correcto. ¡Espero que les guste! Dejen su estrellita y comentarios ♡.

Con muchisisisisísimo amor, Sofía

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Matar. 

Una palabra que pareciera simple. Una palabra que, aunque solo necesita cinco letras para existir, cambia absolutamente todo. Una palabra que marca la diferencia entre vivir y dejar de hacerlo.

Toma 0.68 segundos pronunciarla. Y tal vez cien años digerirla.

Una palabra que significa arrebatar la vida. Una palabra que carga con un costal de repercusiones.

Pero me importaba una mierda las consecuencias: iba a matar a ese hijo de puta. La ira y el odio me corría por las venas, una sensación tan intensa que quemaba cada centímetro de mi cuerpo. Iba a matarlo. Ese tipo de seres simplemente no se merecen llamarse "personas". Son unas mierdas con patas.

Cada palabra que salía de entre los labios de Sarah, había sido como una cuchillada en el estómago. Todo lo que había sufrido, lo que había tenido que hacer... ¡JODER! Todo lo que ese imbécil le había hecho pasar a una niña de quince años.

Quince. Malditos. Años.

-Corrí hasta que no pude más, y cuando una camioneta se detuvo a lado de mí en el camino, temí que fuera Dee -su voz temblaba con fuerza. Las lágrimas se escurrían sin control por sus mejillas y sus ojos estaban inyectados de sangre-. Pero resultó ser una familia. La madre me reconoció como Sarah Dominé y ellos me ayudaron a llegar a casa.

Sentí un poco de alivio, aunque eso no era nada en comparación con la cantidad de odio que se generaba en mi interior. Pero había una tercera emoción potenciada: la admiración. La fortaleza de Sarah era algo de lo que, carajo, me apenaba incluso recordarlo, pero cuando la conocí había dudado siquiera que alguien como ella supiera algo acerca del sufrimiento.¿En ese momento? Estaba seguro que esta chica sentada sobre la arena era la persona más jodidamente fuerte del puto sistema solar.

Tenía muchas preguntas, pero así como estaba seguro de querer formularlas, estaba seguro de que no quería escuchar las respuestas. Tal vez era el hecho de que también sentía dolor, porque Sarah tuvo que pasar por todo eso sola, porque lo había guardado en secreto todo este tiempo. Y, porque aún así, recordaba cada palabra y cada detalle de aquella pesadilla.

Antes de poderme debatir internamente entre si hablar o no, ella continuó.

-Mi madre no se sorprendió cuando llegué a casa. De hecho, estaba furiosa. Mi padre ni siquiera estaba. No sé cómo, pero Andrew arregló todo para que pareciera que yo había estado todo ese tiempo en un hotel de lujo, donde mi familia había ubicado la camioneta de Megan. Solo la habían rastreado porque yo no había llegado y ella quería salir a un club con sus amigas. Se le estaba haciendo "tarde" -mis músculos se tensaron al escuchar la mención de la hermana de Sarah. Las razones para detestarla aumentaban día tras día.

Y ahora tampoco podía quitarme de la cabeza que Ethan y Camille no se hubieran molestado en el paradero de su hija menor de edad durante una semana. Los padres del año.

-No... no quise decir nada. Me daba vergüenza el haber sido tan estúpida para que todo aquello me pasara. Siempre había sido la única defectuosa en mi familia. ¿Ahora también ser una idiota y asesina? No podía hacerlo -la manera en la que su voz estaba impregnada de dolor hacía que me quemara la piel.

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