Capítulo 4

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-¡Ahhh! -por el silencio que yacía a esas horas de la noche se escuchó por todo el lugar-

Estaba en un estado de shock muy fuerte, tenía las manos sobre la boca y mi vista se enfocaba en aquella escena. Mi mente trataba de procesarlo todo pero era un intento inútil. Escuché a Jack decir algo a mis espaldas pero no pude entender el qué. El chico de los tatuajes se paro justo a mi lado y al ver mi cara de espanto y horror reaccionó en seguida.

-¿Qué pasa? -en su voz se escuchó un poco de preocupación-

-Está muerta -fue lo que alcancé a decir-

-¿De qué hablas? ¿Quién está muerta? -me preguntó Mike

No pude responder, las palabras se habían quedado atoradas en mi garganta. Jack agitó mi brazo al ver que no reaccionaba. Les señalé el lugar donde había visto el cuerpo de una chica cubierta de sangre, vestía algo parecido al uniforme del Internado pero no se podía definir pues estaba hecho añicos, piernas y brazos llenos de cortes y su cara desfigurada por completo. Los chicos fueron a comprobar lo que les había dicho. Lydia a penas la vió dio automáticamente unos pasos hacia atrás y Daniel fue con ella, Hasley abrazó inmediatamente a Mike y Jack soltó una maldición después de agacharse pasando sus manos por su cabello. El silencio reinó entre nosotros. Lydia se acercó nuevamente y se percató de algo que ninguno de nosotros había visto recogiéndolo del suelo.

-Esto me parece conocido -espetó Lydia-

-¿El qué? -preguntó su novio-

-Esto, mirad

Extendió su mano para enseñarnoslo pero no nos dió tiempo de verlo porque a lo lejos escuchamos las sirenas de unas patrullas que se estaban acercando a toda velocidad.

Oh no

-Corran -nos orientó Mike-

¡Joder! ¡Joder!

Todos salieron corriendo lo mas rápido que pudieron. Yo me quedé parada ahí, por más que lo intenté mis piernas no hacían caso de las órdenes que le daba mi cerebro. Sentí una mano que me agarraba con fuerza de la muñeca. Mis ojos fueron de la mano para encontrarse, para mi sorpresa, con los perfectos ojos verdes de Jack. De un tirón me movió del lugar donde estaba y me llevó con el hasta estar en la entrada del Internado.

Estába hiperventilando, el corazón se me quería salir del pecho. Todavía estaba procesando todo lo que había pasado. Hasta que me di cuenta que la mano de Jack agarraba la mía aún. Lo miré y el pareció darse cuenta porque inmediatamente me soltó. Entramos por la puerta trasera, pues la entrada principal estaba cerrada. En todo el trayecto hacia los dormitorios ninguno habló ni una sola palabra. Era mucho lo que había que asimilar.

Por supuesto no pude pegar ojo. Cada vez que intentaba dormir me venía a la cabeza la imagen de esa chica. ¿Quién era? ¿Quién la había acesinado? ¿Por qué querían que la encontraramos nosotros? Esas preguntas me estaban martirisando aún más.

Eran alrededor de las 2 de la mañana cuando decidí escuchar algo de música para intentar eliminar esos pensamientos. Rebusqué en la cómoda que estaba al lado de mi cama los auriculares, pero desgraciadamente encontré lo que no buscaba. Mis ojos se abrieron como platos por lo que tenía en mis manos. Otra carta pero esta vez tenía escrito mi nombre y el de Jack.

Salí de mi cama a la velocidad de la luz, ni me puse las zapatillas y fui directo a buscar a el capullo mayor. Gracias a Dios en el entrenamiento escuché decir a la chica de los gritos eufórico, cual era su habitación ya que al parecer se había estado acostando con el.

¿Qué le ven esas para tirarselo?

Sus fuertes brazos, ese abdomen, sus sexys labios

En serio conciencia, ni es los momentos serios te comportas

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