Un Marido Golpeador [ Kendall & Tu 💜]

Capitulo 24

Narra ____

Mi mente seguía en blanco.
Me preguntaba que estaría haciendo Kendall en este momento. <<Una fiesta>> pensé con amargura.
Luego de varios minutos de llorar y mirar la ventana, mientras el tiempo pasaba, los niños jugaban y sonreían, un ruido me puso alerta. No comprendí bien lo que era hasta que el chófer dijo algo como
''su teléfono señorita''. Parpadeé unas dos veces rápidamente, y abrí mi bolso. En cuanto miré el celular me sorprendí. Era Carlos.
<<De seguro el muy cobarde no tiene huevos para llamarme>> miré la pantalla hasta que dejó de sonar...no tenía la suficiente preparación mental como para atender al mejor amigo de mi marido, dicho sea de paso la esposa de Carlos se podría decir que es mi mejor amiga...la única que sabe al menos la mitad de mi vida. Pero tampoco tengo la suficiente confianza como para decirle a donde voy, ya que Carlos terminaría sabiéndolo de una manera u otra, y en un abrir y cerrar de ojos tendría al mismísimo Kendall en la puerta de mi casa, listo para atacar.
<<Mi casa>> sonaba raro decirlo. Un nuevo mundo. Nueva gente. Uruguay.

Por lo que eh investigado, ese país suele ser muy tranquilo y lo sorprendente es que NUNCA ah sucedido ninguna catástrofe natural como terremotos ni tsunamis.
Luego eh visto varias fotos, es un hermoso país. <<Punta Del Este>> siempre he querido ir ahí.
Por alguna extraña razón llegué a pensar en que sería un cambio bueno y positivo. Pero todo pensamiento bueno desapareció cuando volvió a sonar mi teléfono.
Pensé en apagarlo. Pero conociendo la ansiedad de mi querida madre, si lo apagaba y ella (en el remoto caso) llegaba a llamar, estaba segura que iniciaría la tercera guerra mundial si no le atiendo. Y llamaría a la policía, y hasta a los bomberos.
El celular siguió sonando. Y lo tomé
<<Carlos Llamando>>.
Dejé que dejara de sonar...y volví mi vista hacia la ventana. Recordando momentos, en los que solía sonreír a su lado... ¿y ahora?
Buena pregunta, ¿qué será de mi ahora, que no lo tengo?

Narra Kendall.

Kendall: LLAMALA DE NUEVO!- le grité a Carlos mientras manejaba endemoniado.

Carlos: DEJA DE GRITARME!!- mi amigo siguió llamando, pero Nada!.- Hola! ______!- mi corazón se aceleró- Por favor atiéndeme, necesito hablar contigo. Llámame cuando escuches este mensaje- suspiré derrotado...ella no atendería.- ES EN SERIO ______ LLAMAME O....O Kendall COMETERÁ UNA LOCURA...adiós.
<<Buen plan amigo, aun que creo que no le importaría si me vuelo la cabeza con una metralleta>>

Lo que sentía en ese momento era indescriptible. La sensación de haberlo perdido todo, la sensación de que se te parte el corazón y no puedes hacer nada.
¿A dónde mierda irá ___?
Solo una persona que la conociera bien...sabría a donde....UN MOMENTO.
Kendall: Carlos, LLAMA A TU ESPOSA Y PON EN ALTA VOZ, NECESITO HABLAR CON ELLA.
Carlos me miró raro pero obedeció

Carlos: hola cariño.....si estamos bien....no, no la encontramos....Emmm, Kendall quiere hablar contigo...ok.
Carlos puso en alta voz.
Los: cariño, estas en alta voz. –dijo meloso
Alexa: hola, Kendall ¿cómo estás?- preguntó con la voz apagada.
Kendall: genial! Hoy es el mejor día de mi vida, ¿qué tal estás tú?
Los: No uses el tono sarcástico con mi mujer!- dijo Carlos- ella no tiene la culpa de que seas un completo imbécil.
Genial! Tenía razón
Kendall: lo siento Alexa…
Alexa: no importa, Schmidt. ¿Que acaso piensas que estoy feliz? He perdido a mi mejor amiga...posiblemente nunca la vuelva a ver y todo por tu maldita culpa...- sentí por su voz que estaba llorando. Y yo seguí sus pasos. Comencé a sollozar. Luego ella soltó una risa hipócrita.
Alexa: por favor, ¿estás llorando?....eres un maldito imbécil, te tienes bien merecida la partida de ____, no eres más que un completo imbécil! Toda la tristeza que sientes ahora no es NADA a comparación de lo que sentía ____ cuando la golpeabas sin remordimientos... ¿en qué mierda pensabas? Agradece que te ama lo suficiente como para no meterte preso....te mereces eso y mucho más, y cuando...
Los: BASTA ALEXA!....estamos acá para ayudarlo, no para torturarlo