Capitulo 27

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Al despertar divisé la pista de aterrizaje. Deberíamos haber llegado.
Y así era. Tomé mis valijas, y comencé a caminar, para poder salir de aeropuerto.
Ya afuera, noté un aire distinto. Era todo más calmo. Más familiar. Más acogedor.
La gente se ayudaba entre sí, hablaban sin importar si se conocieran o no.
Era todo extraño. Completamente extraño.
Buscaba en mi mente alguna señal, algún punto donde analizar para encontrar a _____.
Considerando lo que había leído en la libreta, solo le pediría perdón y me marcharía. Lamentablemente no podía volver, ahora que sabía lo que le había sentido todos estos años....no podía permitírmelo a mí mismo.
Tomé en cuenta que ______, tendría que haberse quedado en un hotel. Pero era como buscar una aguja en un pajar.
Hasta que me di cuenta que sus tarjetas de créditos las controlaba yo.

Fui rápidamente hacia la caja del aeropuerto otra vez.
Xxx: ¿sí, señor?- me dijo una tipa que intentaba coquetearme.
Kendall: disculpe, necesito localizar a una persona...
Xxx: lamento comunicarle que esto es un aeropuerto, no la FBI.
Kendall: Lo sé- dije irritado, ¿se pensaba que era idiota?-...lo que quise decir es que necesito que me diga el paradero de una tarjeta de crédito.
La chica se rió ingenua, pensando que era sexy, pero me irritó más de lo que estaba.
Xxx: ¿acaso su tarjeta de crédito tiene G.P.S?
Algunas personas de atrás se rieron. Yo me enfurecí.
Kendall: mire, yo puedo lograr que la echen en un abrir y cerrar los ojos...de hecho su compañía tiene el respaldo de mi empresa así que no se haga la graciosa, que sabe perfectamente lo que le quiero decir.
Agradecía a Dios la existencia del piso, porque su boca se abrió tanto que llegue a pensar que se pisaba los labios.

La chica bajó la mirada hacia la computadora.
Xxx: ¿Cómo es el código?- dijo en voz baja.
Yo miré hacia atrás. Exactamente a los idiotas que se reían, ahora estaban asombrados. Pobres tontos.
Me di vuelta, y la chica no se animaba a mirarme. Me sentí una basura...nuevamente.
Al parecer ese sentimiento me acompaña constantemente.
Kendall: Mire....señorita, lo lamento, pero debe entender. Estoy buscando a la persona más importante de mi vida. Y si no la logro localizar yo...-bajé la vista. Otra vez las lágrimas amenazaban.- maldición!- dije al secarme bruscamente las gotas saladas por mi mejilla. Al parecer a la chica le di lástima, porque me tomó la mano. Yo la quité rápidamente, aquello me daba asco. La vi a los ojos- busco a mi esposa....señorita.
Ella se sonrojó por la vergüenza, y volvió a bajar la cabeza.
Kendall: tres millones, quinientos setenta mil, trescientos sesenta y nueve
La chica ingresó los números en su computadora, sonrió y fijó la mirada en mí.
Xxx: Espero que todo se resuelva, señor Schmidt...su esposa ah usado la tarjeta en el hotel Conrrad.
En ese momento le dediqué una mirada de agradecimiento y salí disparado, en busca de un taxi.
Ya subido y con maleta en mano, practicaba el discurso para cuando me viera, y llamara a los de seguridad, o me aventara platos y quizás cuchillos.

Tenía un aire de esperanza en mi alma, hasta que mi celular sonó.
Cuando atendí, ni siquiera me dejaron hablar...
Xxx: Ay, Schmidt...eres tan patético, me enteré de que fuiste detrás de _____. Solo te diré, que es en vano...ella no te quiere, ella misma me pidió que haga los trámites de divorcio.
Yo solo sonreía...
Xxx: ¿no vas a decir nada?....o claro, estas llorando y no puedes.
Kendal: ¿te parece que lloro Logan?- respondí seco.
Logan: Aún....quiero ver tu cara cuando subas al piso donde se hospeda ___ y me veas entre sus piernas...como algún día estuviste tú.
Kendall: Me das lástima Logan....ya no creo en nada de lo que me dices.

Enseguida colgué. Y apagué el celular. No quería que me jodieran.
Veía como el taxi avanzaba lento...casi torturándome.
Al llegar al hotel, bajé rapidísimo. Tomé mi bolso, y recordé pagarle al taxista.
En la recepción predominaban los ejecutivos, por alguna razón.

Llegué a la caja central.
Xxx: ¿sí? ¿En qué puedo ayudarlo?
Kendall: Necesito que me diga en donde se hospeda __________.
El tipo de más o menos 60 años me sonrió.
Xxx: Lamento decirle que si no es un familiar, no puedo brindar tal inf...
Kendall: soy su esposo!- escupí entre dientes.
El señor sonrió, y me dio una tarjeta...más bien era la llave para entrar.
Kendall: Muchas gracias.
Antes de irme dejé una buena propina en el mostrador.
Subí por el ascensor. Maldita sea! Se había hospedado en el último piso, y no podía esperar.
Al subir, pudo notar que los pisos eran de a dos suites. ¿Pero a quien engañaba? Eso no me importaba.
Me paré en la puerta y lentamente y con los nervios de puntas golpeé la puerta.....

Un Marido Golpeador [ Kendall & Tu 💜]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora