→˚₊· :fifteen: ੭*

263 25 0
                                    

[3° mes de embarazo]

Hace un par de días cumplí el tercer mes de gestación, y ahora debo prepararme mentalmente para comenzar la subida de peso. He leído en Internet sobre los síntomas que se presentan durante éste mes, y hasta donde entendí son más agradables que los que he tenido hasta ahora.

Dice que las náuseas desaparecen y en su lugar empieza a subir mi nivel de apetito, obviamente con ello los antojos incrementan. Y ojala sea cierto porque durante tres meses he estado con la cabeza en el inodoro más horas de las que duermo.

También menciona que se empieza a desarrollar la sensibilidad del bebe a la luz y sonidos, es hora de pedirle a Jungkook que le hable. Ah, y comienza el crecimiento de la pancita... Ahora si, seré una bola.

Una bolita de amor dice mi esposo. 

¿Ven que hermoso se escucha? Poder decirle "esposo" a Jungkook... Que lindo.

En fin, mientras espero a que éstos nuevos y agradables síntomas inicien, nuestra rutina continúa. Jungkook tiene una pelea televisada éste sábado y yo tengo una presentación a manera de recital el domingo con los alumnos de la Academia.

Pero lo bonito es que yo estaré en el recital como si fuera su profesor. Motivo, el verdadero maestro enfermó y como dice él "el show debe continuar" así que me pidió a mi manejar la presentación. ¿No es increíble? Casi no he dormido por la emoción que tengo.

— ¿Si irás a verme verdad bebé? —pregunté a mi pareja mientras cenábamos.

— Claro que si, no me perdería verte bailar por nada del mundo. —sonrió y correspondí el gesto— Ya hablé con Hoseok, me dio el domingo libre.

— Me da gusto. —me acerqué a besarlo— Oye te tengo noticias, el bebé ya puede escucharte.

— Eso no es cierto. —rio un poco— ¿Quién te dijo eso?

— Google. —hice puchero— Jungkook, en Internet dice que ahora es cuando el bebé empieza a reconocer sonidos del exterior. —expliqué.

— Internet no miente entonces. —soltó una risita— Y bien ¿qué sonido quieres que escuche de primera?

— Tu voz y la mía. —sonreí y él me imitó con ternura— Quisiera que tu voz fuera la primera que escuchara, obviamente la mía es inevitable.

— Vale. —se levantó y se agachó a la altura de mi vientre ligeramente abultado— ¿Qué le digo?

— Salúdalo, sé sociable. —revolví su cabello.

— Esto es raro... —reí un poco y él se acercó más— Eh... Hola bebé... Soy tu papá.

Ambos sentimos un muy ligero, casi imperceptible, movimiento. Tal como leí.

— Se movió. —sonrió con mucha ternura y siguió hablando— Soy Jeon Jungkook, ojalá te parezcas a mi.

— No sería molestia si sacas algo de papá Yoongi también. —entré en la extraña conversación.

— De hecho... Quisiera que fueras igual a tu papá Yoonie. —me miró aún sonriendo— Así de hermoso y dulce.

— A veces tu padre es empalagoso bebé. —reí nervioso, todavía ahora sus halagos me hacen sonrojar— Él te ama igual que yo.

A medida que íbamos platicando con nuestro bebé, más movimientos leves se iban haciendo presentes. Sentir que una personita se mueve dentro de tu vientre aunque sea muy levemente es una cosa tan... rara y a la vez preciosa.

Acabamos el momento y también la cena, ahí comprobé el síntoma del apetito, pues comí el doble de mi porción habitual y ésta vez se quedó en mi estómago. Aleluya.
Un rato después nos fuimos a dormir, estuve un rato normal hasta que me dieron ganas de ir al baño.

Recordé un síntoma que no mencioné, ganas enormes de ir al baño muy seguido.

Mientras no me den durante la pelea de Jungkook o mi recital todo en orden. Creo que le pido cosas imposibles a éste chiquito... ¿cierto?

[Sábado de boxeo]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[Sábado de boxeo]

Esta vez llegamos más temprano de lo que acostumbramos al recinto, cosa que es buena porque eso ayuda a la imagen de mi esposo, su puntualidad también cuenta.

Pelearía con Jackson Wang, boxeador con el reconocimiento de mejor boxeador de Corea del Norte. Así es, esta es una contienda entre los dos mejores de ambas Coreas.

— Si ves que me pierdo un rato, probablemente tu hijo me hizo ir al sanitario. —dije en los vestidores antes de que Jungkook saliera.

— Jaja es bueno tener ésa información. —sonrió— Esta bien, pero recuerda tener cuidado si sales del lugar ¿de acuerdo? —asentí.

— ¡Yoongi!, siempre es un gusto verte. —entró sonriendo el señor Jung— Y ahora estás más relleno que en la boda.

— Espero que lo diga como cumplido. —yo y mi tonta costumbre de sonrojarme ante comentarios así.

— Por supuesto, todas las palabras que yo te dirija son cumplidos. —sonrió más— Te verás lindo cuando crezca más tu vientre.

— Sólo yo puedo decirle eso. —intervino Jungkook muy celoso por la situación— Hoseok, en serio te agradecería que dejaras de coquetear con mi esposo.

— Es difícil lo que pides. —rio y Jungkook bufó, yo me mantuve en silencio— Pero está bien, trataré.

La pelea inició minutos después y yo me abstuve lo más que pude de tomar líquidos al menos durante los primeros rounds. Pero oigan, la sed aqueja y al final del sexto round compré una soda a un vendedor que deambulaba por las numerosas gradas y la bebí a fondo.
Evidentemente tuve que pararme e irme rápido del lugar si quería seguir seco.

Tardé un poco y para cuando regresé tenía más sed, más hambre y ya iba a terminar el séptimo round.

Afortunadamente no fue la gran cosa lo que me perdí, sólo algunos moretones a Wang. 

Culminó la pelea con Jungkook como ganador, al igual que siempre.

Ahora él era el mejor boxeador de ambas Coreas.

— Casi me noquea. —comentó cuando ya nos íbamos a casa— Pero llegaste tú y entonces mi fuerza regresó.

— Ay Kook, que tierno. —le besé la mejilla.

— Tú y el bebé que llevas allí son mi amuleto de la suerte. —me abrazó por la cintura.

Su mánager antes de irnos le informó que ahora con su nuevo título debían incrementarse los entrenamientos, pues de seguir con esa buena racha pronto llegarían peleas más grandes y complicadas. Tal vez estaba más cerca de llegar a un nivel internacional.

— Creo que ya no tendrás tanto tiempo libre ¿verdad? —formé un puchero ya estando en el auto, por prudencia le hablé sólo cuando paramos en un semáforo.

— ¿Bromeas? La familia JeonMin es más importante que todos ésos cinturones. —sonrió— Siempre buscaré tener el tiempo libre que mereces... Merecen. —corrigió.

— Te admiro por eso. —aproveché la luz roja para besarlo antes de que se volviera en verde.

One More Night :: KookGi ₊·੭*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora