cero tres

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Terminó de quitarse la camisa, dejó caer el listón que tomaba sus pantalones al suelo y fue acompañado por los últimos mencionados; quedó en bóxer pero queriendo hacer rápido las cosas (y porque le asqueaba ser tocado todavía por el hombre enfrente suyo) se lo quitó, quedando en completa desnudez.

Por la parte de Satoru, había quedado más que anonadado con el buen recibimiento que le daba, podía decir que Toji era grande aún sin ni siquiera tener una erección. Se mordió el labio inferior al imaginarse cómo podría ser su miembro en esa condición y si es que lograba provocarle apenas cosquillas. Aunque para ser sinceros, no se sentía tan inseguro de eso pues no hay nadie en el mundo que se le resista a Gojo Satoru ya que toda su vida ha logrado conseguir a quien quiera por ser tan bello o llamativo por esos ojos azules que había heredado.  

— ¿Qué tanto estás mirando?

— Eres bastante guapo pero, ¿no se te hace que haces preguntas muy obvias? Claro que te miro a ti. —El pelinegro ya había acortado bastante la distancia entre ellos así que el zarco sólo tuvo que tomarlo por el brazo y tirar de él, consiguiendo tenerlo en su cama por segunda vez.

Ahora él era quien se bajaba de la cama para quitarse el calzado y los calcetines junto con los pantalones, se desabrochó la camisa, dejando a la vista de la misma forma su cuerpo bien trabajado esperando que fuera el de ojos verdes el que se la terminara quitando por completo al subirse a su regazo, no pudiendo evitar sobresaltarse al momento en que sintió la entrepierna de aquel entre sus glúteos. 

Bueno, no es flacucho como aparenta. —Pensó Fushiguro. — ¿Qué? ¿Es mucho para ti?—Cuestionó, desafiándole.

— Es más que suficiente... Se supone que tú eres el que me tiene que servir a mí pero está bien...—Se fue aproximando al rostro ajeno hasta rozar sus labios y así, volvió a hablar. — Quiero ver cómo después no podrás estar sin mí, Toji Fushiguro. 

El ex Zenin como siempre se vio desinteresado en la labia del otro pero sus ojos se abrieron en demasía en cuanto notó que los labios de ambos ya se hallaban en un vaivén iniciado sin su consentimiento, sin embargo, recordó que sí o sí tenía que dejarse de todo así que después de dar un fuerte suspiro correspondió al ósculo, no tardando en llevarle el ritmo e incluyendo su lengua en las ocasiones en las que el de tez pálida lo invitaba a dar un recorrido por su cálida cavidad bucal. 

— Hey, ¿no que no se paraba?—Interrumpió el beso emocionado de que el GRAN Toji había despertado sólo con un beso de lengua.

— No te emociones, ¿qué puede hacer si sólo te dedicas a restregar tu culo?

A Satoru ya le estaba hartando que su hombre de compañía estuviera tanto a la defensiva a pesar de que estaría dispuesto a darle información de la persona que se supone que más le importaba. ¿Así será con las mujeres? Eso se preguntaba porque sí, sabía que era un cabrón pero, ¿tanto así? 

De todas maneras decidió no dirigirle la palabra más y le sonrió apenas dejando ver su radiante dentadura y fue deslizándose por su cuello y abdomen con besos húmedos y una que otra mordida hasta llegar a su pene, tomándolo con una de sus manos, agradeciendo de que estas fuesen largas porque si no, de ninguna manera le cabría ese falo.

Veremos si me cabe. —Dicho eso en su mente, metió todo lo que pudo a su boca, haciendo que le sacara algunas arcadas y sus ojos se pusieron lagrimosos, no obstante, no le parecía impedimento por lo que procuró en seguir mamándosela. 

Era una escena bastante cachonda, sólo imagínate a ese hombre metiéndose toda tu verga a la boca, siendo pálido se puede ver al instante que está más que colorado por el esfuerzo que hace por no sacarlo, lloriqueando y con esos labios que no eran ni tan gruesos ni tan delgados succionando todo de ti al mismo tiempo que con su mano derecha va tocando tus testículos.

Sí, sólo imagínalo si eres hombre porque sólo Toji estaba viviendo ese sueño imposible y hablando de aquel, ya no podía seguir resistiéndose y es que podía decir que tenía harto tiempo sin recibir una buena mamada; sus gemidos o quejidos por las ligeras mordidas que el zarco le daba resonaban por toda la habitación, sin ninguna intención de retenerlos.

Mírate, fuiste bastante fácil. —En la cabeza de Satoru resonaba el bingo, parando la sesión del más candente oral que había dado y se reincorporó encima de Zenin luego de haberse quitado el bóxer. — No te preocupes de prepararme, sólo mételo.

El del cabello blanco se encontraba tan encantado con él aunque fuera su primera encuentro, no lo podía ocultar cuando ocupaba ese tono sumiso y delicado mientras le adornaba el cuello con marcas, estas tomaban un color rojizo, incluso morado. Mientras tanto, el pelinegro se encontraba de nuevo incómodo, más ahora que era su turno de "lucirse".

— ¿Hm? ¿Por qué con las mujeres eres eficaz? ¿Acaso eres un idiota, un bueno para nada con un hombre? Vamos, sólo es meterla y sacarla.

El que lo llamaran un incapaz hacía que se le jodiera la psique, tanto que no le respondió nada y mantenía una sonrisa de lado, y sin quitarle la mirada de encima posicionó el glande de su miembro en esa estrecha y rosada entrada; ahí fue cuando el de ojos azules conoció el verdadero dolor (al menos físico).

— ¡Ah! ¡Espera!—Lágrimas comenzaron a salir de sus brillantes ojos, su rostro volvió a estar enrojecido y varios quejidos salían de su boca sin cesar, tampoco es que quien lo estaba follando lo intentara callar, debía admitir que le excitaba ver a ese cabrón indefenso debajo suyo. — Duele... Por qué tienes que ser tan grande.

Fushiguro seguía sin responderle y prosiguió a embestirlo, soportando los rasguños que Gojo fue dándole en la espalda con cada estocada. Quería lastimarlo un poco más, por lo que bajó su boca hacia el pecho bien fornido de este, dando besos y algunas mordidas cuando atrapó sus pezones, los chupaba como si él estuviese esperando recibir algo de ellos. 

— ¿Puedo besarte?—Satoru preguntó en medio del lloriqueo y bueno, era lo mínimo que podía darle así que se dieron otro beso.

Siendo uno de tantos que se dieron en toda la noche.

— ... Mierda.

El dueño de la casa había despertado, apenas pudiendo moverse por el dolor que había en la parte baja de su espalda y el que había en cada zona que había mordido o golpeado su hombre ya favorito porque sin importar que no dejó de llorar, esperaba repetirlo mil veces más mientras fuese el Fushiguro de ojos verdes. 

Para su desgracia, ese ya se había ido, quedando el doble de aturdido porque no le pidió la información de su descendiente. ¿Qué habrá pasado?

— Entonces, Toji... ¿Podrá haber una próxima vez?

⠁⃘ཀ

Hello everyone! Si alguien sabe de qué color son los ojos de Toji, DÍGANME. Siempre estoy confundida porque le hacen fanarts con los ojos verdes tanto como con los ojos azules.

Thanks!!!






toji's women : tojisatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora