¿Desconocido?

Capitulo 33

MARTES
9am
Demasiado temprano como para abrir los ojos

iríamos desde temprano con los abuelos para pasar más tiempo con ellos o eso dijo mamá

Subimos al auto, con alguna que otra ropa guardada en las mochilas, y emprendimos el viaje.
Nunca me cansaría de ver Italia a traves de las ventanas, como también nunca me cansaría de ver aquella linda mirada o a aquel dueño de aquella mirada.
-Demasiado cursi- comento mi mente asqueada.

Al sentir como se detenía el auto, en frente de esa ya conocida casa, no me quedé esperando como la Maia sin memoria haría, salí con velocidad a abrazar a aquellas dos personas tan queridas, recibiendo como respuesta un abrazo más fuerte y un suspiro en sus sonrisas

-Entramos?-

Ya adentro, mis hermanitos y yo fuimos a las habitaciones a dejar las mochilas, arriba, en las que ya estaban asignadas como nuestras. Bajamos con velocidad y ellos fueron afuera, como de costumbre, a ver los animales, yo estaba por salir cuando me llamaron

-Hija, ven por favor-

La mire esperando una respuesta

-Cariño, yo les comente a tus abuelos sobre el cambio de tu decisión y bueno.. creo que lo que te dirán va a interesarte

-Okay- accedí con algo de curiosidad, sin miedo al éxito

-Ven querida- dijo la abuela no muy lejos de nosotras

Comenzamos a caminar hacia la sala, pero esta vez había algo distinto en una esquina, no podía ver que era porque una tela cubría aquello que, seguramente, querían mostrarme.
El abuelo estaba justo en la sala, cerca de aquello que tenía un tamaño bastante ancho, la tela no llegaba a tocar aquel objeto y por eso no podía verse su forma

-Bien, estas lista?-

Asentí

Mi madre le dio una mirada de aprobación al abuelo, para que así pueda sacar por completo aquel mantel

Un piano, un hermoso piano blanco

Se notaba que no era del todo nuevo, pero estaba muy bien cuidado, como no lo había visto antes?

-Te trae algún recuerdo?-

Negué con algo de melancolía

Hizo una mueca-Esta bien cariño, con el tiempo recordarás todas aquellas tocadas maravillosas que tu hacías-

--Yo? Tocaba el piano?-

-Y de maravilla, como dijo tu madre-

-Tu abuelo estará encantado de contarte todo con detalle, tu madre y yo vamos a charlar -el chismerio-, nos vemos luego-

Respondí con un pequeño movimiento de mano

—Esta era una de las razones por las que querías vivir en Italia— me miro con orgulloso

—El piano?

—Exactamente, aquí ,no muy lejos, hay una prestigiosa escuela de piano, tu sueño era vivir aqui y ser la próxima mozart o Rachmaninov, tenias muchos pianistas favoritos, pero ese era el sueño por el cual practicabas días y noches, casi sin descansar--hablaba con orgullo-- Eras tan apegada a este instrumento, que cuando tu madre me dijo que no debería de mencionartelo, se me partio el corazón, escucharte tocar todas las mañanas, a pesar del gran ruido que hacías, era parte de las mejores mañana,--hizo una mueca-- Pero cambiaste de decisión y yo soy la persona más feliz del mundo por volver a mencionarte esto— termino con una gran sonrisa, invitándome a que me siente en aquel banco, también de color blanco, que conbinaba perfectamente con el piano

Al tocar una tecla cualquiera, senti un escalofrió en todo el cuerpo, tenía miedo, miedo a no recordar algo tan importante

—Elsa cariño, vamos a salir un rato—

—Okay amor, no vuelvan tarde—

—Ven, vamos, quiero mostrarte algo—

Seguí a mi abuelo mientras caminaba con velocidad, estaba entusiasmado, se notaba a kilómetros, yo también lo estaba. Charlamos un rato en el camino, hablando cosas a lazar

—Aquí es— detuvo sus pasos, levanto su mirada hacia aquel edificio tan elegante

Levanté mi vista al instante y realmente era perfecto

—Quieres entrar?

—Se puede?

—Por supuesto, las clases todavía no empezaron, así que la escuela se mantiene abierta para mostrarle a los turistas lo buena que es la escuela --decia guiando el camino--Mira ahí— señalo al salón que estaba en frente.
Música, perfectas tonadas de música saliendo de aquel hermoso instrumento, realmente yo sabía tocar? Mis manos eran dignas? Realmente? Wow

—Todavia hay tiempo— comento con esperanza

—No recuerdo como tocar abuelo— confesé algo apenada

—Lo se, pero puedes empezar de cero, y quizá, como gran parte de tus memorias vuelva, cosas importantes como estas no se olvidan fácilmente y tengo fe de que puedes volver a aprender con facilidad, obviamente si tu quieres—

Veía su esperanza, pero no acepte con emoción por su mirada llena de orgullo, si no que, acepte porque la idea de tocar ese instrumento aceleró mi corazón, dándome una gran ola de entusiasmo

Asentí con una gran sonrisa, que fue respondida de la misma forma

.................
El

—Ruel—llamo
—Hey bro—golpeó su hombro con algo de fuerza

—Que te pasa Pol?—pregunte somnoliento

—Que me pasa a mi? Que te pasa a ti— regaño algo histérico

—Por que lo dices?— hablaba mientras estiraba cada parte de su cuerpo

—Fred me contó lo que pasó

—Miente—contesto con simpleza, ya sabía de que hablaba

—Patranias, ese hombre es la persona más sincera que conozco en la vida—su tono era muy serio

—Bueno si, tuve un pequeño ataque y rompí mi teléfono, ahora dime como carajos se entero Fred?

—QUE? COMO QUE ROMPISTE TU TELEFONO?

—No es la gran cosa Pol—refrego sus ojos para visualizar bien a su amigo, quien se encontraba parado en medio de la habitación con los brazos cruzados

—Claro -bufo- disculpa señor puedo comprarme ochocientos teléfonos si quiero, maldita perra millonaria, aun asi, es un puto teléfono lleno de recuerdos, cuentas, contraseñas, sabes cuanto estrés genera recuparar todo?

—Realmente no hay nada que quiera conservar.

Giro sus ojos—Esta bien esta bien, ahora dime que carajos paso, porque lo único que me dijo Fred es que te vio irte muy triste de aquí, y estoy más que segura de que quien lo ocasiono, fue el hijo de perra de Charls, cierto?—su mirada era de furia total

—Realmente no es importante Pol, luego de eso todo mejoro, no te preocupes amigo—se levantó de la cama con algo de pereza

—Que no me preocupe? Dios Ruel, a veces pides demasiado, como carajos no me voy a preocupar cuando ya se lo que toda esta mierda te puede ocasionar, por favor no me pidas que no me preocupe porque lo hago y demasiado.

—Lo se Pol, lo lamento, es que realmente no quiero hablar de eso— confeso con algo de pena

Suspiro cansado —Te odio sabes—

Sonrió —Ni en un millón de años podrías odiarme Pol—

—Lo se, que suerte tienes eh.—
Reímos juntos.

Ambos sabian los males del otro y ambos se ayudaban en todo lo que podían.