Capítulo 6: Azotea

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Las clases transcurrían en mi segundo día. Me toco hacer equipo con una chica de pelo largo azabache, muy simpática pero perezosa o es que sea mi imaginación, ya que me cuesta socializar. Para ser sinceros estaba centrada en terminar el origen del famoso latín. La Historia nunca se me ha dado, pero entre ella y yo, era evidente que la pelinegra no hablaría de la lengua de administración. Durante la lluvia de ideas sólo me preguntaba por chicos.

—¿Qué te parece ese de allá? —señala al pelirrojo discretamente con la punta del lápiz.

Despego la mirada un momento de mi laptop y volteo a mis espaldas. Es un chico alto, sonriente y se nota expresivo con las personas de su alrededor. Sin embargo, tiene pequeños actos brutos con los chicos de a lado, supongo que es su manera de llevarse.

—No lo sé. —dejo de verlo.

—Me gusta más el chico de al lado —sonríe coqueta. —Tiene buen estilo de vestirse. Creo que es parte del equipo. —muerde la mejilla.

Sonrío por su comentario y remoto hacía el año 1000 a.C., donde fueron las primeras apariciones del latín. Miro de reojo a la morena, mi orgullo se aparenta al verla leer el libro de Historia que nos dio la maestra Amelia e ir anotando las ideas principales.

—¡Eres un maldito perro, Frank! —aúlla, captando la atención de todos los presentes de la cafetería.

—¡Uy! Al parecer alguien quiere atención. —mi compañera regresa su mirada al pelirrojo.

—Lorena, ¿crees que deberíamos irnos? —indago a la azabache.

—Hanna, será tu primer espectáculo. —ríe entretenida. —Disfruta. No todos los días se presentan este tipo de cosas.

—¿Ah no? —ella niega indignada. —¿por?

—Él —su mirada señala a un nuevo integrante en el lugar. —Jeon Jungkook. El maldito presidente.

Lo era, atrapaba las miradas de los estudiantes, parecía estar en cámara lenta, lucía genial con su camisa negra y sus jeans casi pegados. Chicas alucinaban con solo verlo, otras sólo se quejaban por venir a arruinar el único espectáculo del día, cómo Lorena.

El pelirrojo agarraba de la camisa al tal Frank, la vena de su frente amenazaba explotar, así como las de su cuello, su cara se tornaba de un rojo intenso cada vez que emitía un sonido. Daba miedo. Jungkook llega a interponerse en ambos y los abucheos no tardaron en hacerse escuchar.

—Jeison —observa al colorado serio, —tus peleas de gallo son afuera, aquí no. Lárgate. —ordena.

—¡Mierda! Antes me caías mejor —exclama viendo al pelinegro y después a Frank —Ni creas que porque eres el puto presidente me das miedo, lo hago por los viejos tiempos, sólo por eso. —se jala los cabellos, molesto —pero si vuelves a interferir no me contendré, Jeon. ¡Ya me tienes hasta la madre!

Jeison da la espalda dando pisoteadas largas y fuertes demostrando su enojo a todo mundo. Jungkook se detiene a hablar con Frank y con los otros chicos que lo rodean, prosigue a colocarse en el centro y captar la atención de los demás.

—Las peleas no están permitidas y lo saben. Resuelvan sus asuntos fuera y lejos de la Universidad. Espero no vuelva a pasar. —dice por ultimo y encuentra mi mirada.

Rodea los ojos con disimulo y se encamina a la salida, no sin antes esquivar al parecer su club de admiradoras.

—¿A qué se refiere? —veo a Lore con su jugo en mano, como toda espectadora.

—Que no se permite hacer escándalos

—No, a eso no, lo que dijo Jeison —menciono cabizbaja.

Detrás de esas manchas; Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora