Detrás de esas manchas; Jeon Jungkook

Capítulo 18: Novata

Hanna

La impotencia es una de las sensaciones más desagradables que uno puede sentir y Jeon Jungkook es el anfitrión de que yo la adquiera. No sé qué pasa por su cabeza y me enoja tanto no saberlo, porque el muy idiota prevalece en una seriedad hostigosa que me deja sin opciones... o es que tal vez estoy siendo demasiado dramática como para no darme cuenta de mi realidad, y la realidad es que me estoy dando mucha importancia, creyendo que hay algo entre nosotros.

Cuando no hay un "nosotros".

Decidí ignorarlo, eludir cualquier pensamiento que me induzca a su bella silueta.

Por una vez desde que llegue a esta universidad y desde que lo conocí, decrete mi atención a la "campaña" para recaudar fondos. Necesitaba demostrarle al rector Seung que su juicio era erróneo.

—La idea de los pastelillos es buena —recalca por tercera vez Abby.

—Además, va ganando en votación —complemento.

En el momento que publique el aviso y la convocatoria, Abby me busco de inmediato apoyando mi decisión. Sin embargo, la incertidumbre me consumía cada vez que revisaba el celular, me sentía mareada, exhausta por cargar una responsabilidad tan grande. Leer mensaje tras mensaje pidiendo mi ayuda para el baile, declarando su fe en mí era un martirio.

—¿Cómo van las otras opciones? —pregunta Jennie.

Jennie, por otro lado, dijo que no tenía otra cosa que hacer, además de seguir peleando con su familia por la carrera que eligió estudiar, así que sin previo aviso (como siempre) entró a mi habitación y comenzó a discutir mi atrevimiento.

—En segundo lugar, están los juegos y venta artesanal. Supongo que está bien, pueden empezar a vender en esta semana y lo que vayan recaudando se invertiría en el festival y lo que ganen se dará para el baile y... —muerdo mi labio inferior, entendiendo que la idea sonaba absurda.

Bip... un mensaje:

¿En serio crees rescatar el baile?

—Tranquila Hannie, no pasa nada, está bien lo que dices sólo hay que organizarlo.

Comenzaba a desesperarme porque no pensé que fuera tan duro y abrumador.

Bip... otro mensaje:

¡Oye niña! ¿Quién te crees? Eres una novata. Me acabo de enterar que eres de intercambio, ¿qué ganas haciendo esto?

Bip... bip...

Es una estupidez lo que estás haciendo.

Y... ¿Tú eres?

Bip...bip...bip...

¿Quién eres? ¿No nos estafarás?

¿Cómo es que convenciste al Rector?

Salva el baile o date por muerta.

¿Qué mierda? Esto debe ser una broma.

—Él sabría qué hacer —balbuceo.

—¡Eh! —alza la cabeza Jennie, descifrando lo que dije. —No estarás hablando de ese idiota, ¿verdad?

—¿De quién? —cuestiona curiosa Abby.

—Del imbécil del presidente.

—No estaría mal pedir su ayuda.

—¿Estás hablando en serio?

—¿Qué tiene de malo? Apoyó a Hannie con el rector.

—Oh, claro, es que tú no sabes lo que pasó.