Capítulo IX.

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Había una gran desesperación en la chica, no tenía control de ella misma y cada día empeoraba. Necesitaba encontrar a alguien que la ayudará con su gran problema. No dejaría que Aiden logrará apoderarse de ella nuevamente.

—¿Ya se fueron todos? —preguntó.

—Sólo estamos tu y yo —dijo sin entrar al cuarto—. Tengo algo para ti, tal vez nos ayude a encontrar algo para detenerla —entró al cuarto y se sentó en la punta de la cama.

—¿Qué es eso? —preguntó al observar el libro.

—Esto es su diario, cuando Aiden le pidió a Klaus que la ayudara a olvidar todo el dolor que sentía, él apago su humanidad —comentó y le dio el diario—. Le hice que escribiera todo lo que sentía en el, creo que no sirvió de mucho.

—¿Crees que sirva de algo?

—No te preocupes, voy a estar aquí para todo lo que necesites.

—Gracias, Stefan.

Abrió el libro, quería saber todo lo que había pasado con ella, y tal vez en ese libro había alguna razón de por qué le estaba pasando eso y por qué Aiden le había hecho eso. Porque ya no tenía control de sí misma y necesitaba saber.

"Querido Diario...

Hago esto solo porque Stefan cree que me puede ayudar a prender mi humanidad otra vez y como estoy tan aburrida y, honestamente creo que escribir no ayuda mucho a eliminar eso. Pero en fin, él cree que esto me va a ayudar, así que empecemos, por dónde sería bueno.

Nací en Mystic Falls el 12 de Enero de 1995, cuando tenía diez años mi padre murió, inexplicablemente, aunque vivo con vampiros, brujas, lobos y seres sobrenaturales no creo que sea tan inexplicable. Como sea, mi madre destrozada por esto decidió que nos fuéramos a vivir a Nueva York, donde empecé una nueva vida hasta el maldito día en que le diagnosticaron Cáncer en el pulmón, ese día fue el más doloroso de mi vida y después de un año de quimioterapias y varias cirugías mi madre murió el 30 de Agosto del 2009. Oficialmente el peor día de mi vida y ese día me quede sola, sin nadie que viera por mi. No tenía a nadie."

Cerró el diario lo más rápido, la acción que marco ese momento.

—¿Qué sucede? —cuestionó Stefan.

—Esto es difícil, no puedo seguir leyendo esto y no es porque yo no quiera —respondió la chica.

—No lo entiendo.

—Ella estaba sola, no tenía a nadie.

—Eso no es un buen motivo para lo que te hizo —dijo Stefan.

—Lo sé, pero debió ser difícil para ella.

"Apagala".

—¡Jaden!

—Eres muy cruel Stefan, ¿Te diviertes?—preguntó la chica, la expresión de su rostro había cambiado drásticamente.

—¿Por qué dices eso? —dijo Stefan al verla—, yo no haría algo así.

—¿Estas seguro?

—¿Aiden?

La chica se levantó y camino hasta el espejo que se encontraba frente a ellos.

—Es una niña tonta, sin remedio.

—¿Por qué hiciste esto? —cuestionó Stefan tomándola del brazo—, ella no se merecía lo que hiciste.

—No me interesa, me gustó la apariencia  —dijo la chica.

—Quiero que te detengas y la dejes vivir su vida.

—Srefan eres una maldita piedra en mis zapatos —expresó la chica—. Mientras esté en Mystic Falls puedo hacer lo que yo quiera. Puedo manejarla a mi antojo, hacer que mate a quien yo quiero y ustedes no me van a detener.

—Te equivocas, vamos a detenerte sin importar lo que pase.

—Matándola es la única manera en la que me van a detener —dijo con una sonrisa—, ¿van a matarla?

—Vamos a encontrar la manera de matarte y te prometo que...

—No me prometas nada, yo soy la única que sabe cómo —expresó—. Ahora preocuparte si hago que apague su humanidad.

—No se te ocurra hacer eso.

—Lo haré, si no te mantienes alejado de ella.

—No la voy a dejar sola.

—Me estoy poniendo celosa de su relación.

—No vas a ganar.

—Ya veremos —dijo la chica. Cerró los ojos y cuando los abrió la expresión en su rostro cambio— ¿Qué paso?

—Todo esta bien —respondió Stefan. La acerco a ella para abrazarla.

—Me esta controlando.

—Te creo, encontraremos la manera de parar esto —respondió Stefan.

—De verdad me crees.

—Desde que despertaste tuve la sospecha de que algo había pasado, porque no eras como ella. Algo había cambiado en ti y en ese momento me puse a investigar y tal vez Aiden había tomado tu cuerpo desde hace un tiempo y todo este tiempo estaba fingiendo con nosotros.

—¿Cómo podrías saber todo eso? —preguntó confundida.

—Estuve investigando sobre lo que Aiden había escrito en el diario y nada de lo que ahí esta escrito —señalo el diario—. Es verdad, y creó saber quién va a detenerla.

Después la chica sintió un dolor en la cabeza, se alejo de él, sin mirarlo dijo:

—Gracias Stefan por la gran investigación, pero no será necesaria —respondió y después rompió su cuello—. No voy a dejar que me saques de este cuerpo —miró el diario, volteó a ver el espejo, cerró los ojos y ya había apagado su humanidad. Abrió los ojos y sonrió a su reflejo en el espejo.

Duerme | Parte I |The Vampire DiariesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora