Duerme | Parte I |The Vampire Diaries

Capítulo XXVI.

Final de Temporada…

Aiden entró a la casa de los Salvatore y observó a Klaus, Stefan, Elena, Matt y Jeremy en la sala, algunos con la cara de preocupación.

—¿Qué pasa? ¿Me perdí de algo? —dijo la chica con burla.

—Kol esta descontrolado —respondió Klaus— El idiota mató a los vampiros que había creado e hipnotizo a Damon para que matara a Jeremy.

—¿Por qué? —preguntó confundida— Si esta haciendo esto, es por una razón en especial.

—Porque tiene miedo de que traer a Silas pueda ser peligroso —respondió Caroline.

—¿Qué? ¿Dijiste Silas? —dijo Aiden nerviosa.

—¿No me digas qué tu también crees eso? —preguntó Klaus.

—No Klaus, Silas es peligroso, o de otra forma las brujas de todo el mundo no le tendrían miedo —respondió Aiden— Es malo traerlo, todo por esa estúpida cura.

—Solo necesitamos la cura, no tenemos ningún interés en traerlo a él —respondió Elena.

—Hagan lo que quieran, no olviden que se los advertimos —dijo y salió de la casa. Stefan salió detrás de ella.

—¡Aiden! ¿a dónde vas? —preguntó Stefan.

—Voy a buscar a Kol —respondió la chica— Necesito decirle adiós, nos vamos hoy y probablemente no le vea en mucho tiempo.

—Claro, nos vamos cuando esto termine, no volveremos.

La mente de Aiden estaba muy alborotada, no sabía que hacer por un lado están su viaje con Stefan, en donde la ayudaría a volver a ser la misma de antes. Pero no podía soportar si Klaus ponía a dormir a Kol otra vez, o hasta lo podría matar.

Así que decidió ir a buscar a Kol, cuando llegó a la casa de los Mikaelson, se encontraba totalmente vacía. Subió hasta su cuarto donde lo esperó hasta que llegará. El tiempo pasaba y no había ninguna señal de él o de algún otro Mikaelson. Cuando estaba dispuesta a irse, él llegó.

—¿Qué haces aquí? —preguntó entrando al cuarto.

—Bueno, como tú no lo hiciste, yo vine a buscarte a ti —respondió Aiden.

—¿Para qué? —preguntó sentándose en la cama.

—Quiero que nos vayamos, juntos —se sentó a su lado— Nos olvidaremos de todos, empezaremos una nueva vida, solo tú y yo. Olvidaremos a tus hermanos, los Salvatore, los Gilbert, los Bennet, nos olvidaremos de Silas.

—Crees que es fácil dejarlo todo atrás —se levantó— Prometí que no dejaría que despertaran a Silas, porque él es peligroso.

—Sera su problema de ellos —se levantó y se acerco a él— Quiero vivir una nueva vida contigo, a tu lado —sus ojos se cristalizaron— Y sí vas ahí y sigues peleando por eso, Klaus te puede enterrar la daga o peor, te pueden matar. Y no quiero perderte.

—¿Me amas? —preguntó Kol.

—Te amo Kol, vámonos juntos, no me abandones.

Después de esa confesión, él tomó su mejilla, la acarició con una ternura que le hizo sentir que había aceptado, que se irían juntos y olvidarían todo, que los dejarían con esto. Después se fue acercando a ella, hasta que sus labios se unieron con los de él. Había algo extraño en él, después de todo, estaba muy callado.

—¿A dónde vas? —preguntó Aiden mientras lo detenía.

—Voy a terminar con esto —respondió.

—¿A qué te refieres con eso? Creí que nos iríamos juntos y dejaríamos esto atrás.

—Y así va a ser —le tomó la mejilla— Solo le corto los brazos a Jeremy, y después nos vamos —le sonrió y se dio vuelta.

—¡No Kol! —gritó la chica y éste se detuvo, volteo a mirarla— Si vas con ellos, te van a matar. Y no pienso llorar tu muerte —sus ojos se cristalizaron— No lo podría soportar. Vámonos juntos, ahora. Olvídate de ellos.

—Te amo Aiden —la miro a los ojos.

—No lo digas así. Quedate conmigo, no vayas. Por favor.

La miró y observó como sus ojos se cristalizaron, podía ver lo que esto le dolía. Pero también veía que no sedería y que iría con Jeremy. Le tomó de ambas mejillas, la miró directamente y uso su compulsión.

—A partir de hoy, eres Aiden Petrova, olvidarás todos los recuerdos que tengas de cuando eras Jaden Smith. Vivirás como una chica rebelde, vanidosa, pero que vivirá siempre. Serás feliz. Y si vuelvo nos iremos, juntos, y seremos felices, ambos.

Le dio un beso, tierno, sintió sus manos alrededor de ella, no le quería dejar ir. Después rompió su cuello y se fue dejándola en la cama.

Despertó acostada en la cama, recordó algo de lo que había pasado, se levantó rápido y salió de la casa. Corrió hasta la casa de los Gilbert, la noche ya estaba en el pueblo, trató de correr lo más rápido que pude. Siendo vampiro era muy veloz, pero esa velocidad no le ayudó.

Cuando llegó a la casa de los Gilbert, observó a Klaus de fuera, se acercó más y sus ojos se llenaron de lágrimas al ver el cuerpo de Kol cubierto de fuego, como peleaba contra él, pero todo había sido en vano. Cayó al suelo y ya no se movía.

Jeremy lo miraba con culpa, después su mirada cambio cuando vio a Klaus fuera de la casa, ahora su mirada reflejaba miedo, y cambio nuevamente cuando la vio a ella. Elena volteo a ver y su cara reflejaba el mismo miedo de Jeremy.

Aiden usó su velocidad de vampiro para entrar a la casa, pero las manos de Klaus en su cintura le impidieron llegar hasta dentro. Con lágrimas en los ojos y rabia, les gritó a los hermanos Gilbert.

—¡¿Por qué?!

—Se estaba convirtiendo en un problema —respondió Elena con nerviosismo—  Dijiste…

—Dije que lo detendría ¡A mi manera! —gritó el híbrido.

—Les prometo, ¡A ambos!, que pagaran por esto. Los dos se van a arrepentir de haberlo matado —respondió Aiden y después desapareció.

Salió rápido de ahí, no podía creer que se había ido, no podía pensar con claridad. No podía sacar la imagen de como Kol se quemaba y yo no pude hacer nada para detenerlo. Las lágrimas no cesaban, caían una tras otra, no podía con el hecho de que no lo volvería a ver. Una voz masculina llamo mi nombre.

—Aiden —llamó y volteó a verlo, con el alma destrozada, corrió a abrazarlo.

—Se fue Elijah —lo abrazó con fuerza.

—Lo sé Aiden —respondió y lo abrazo, una lágrima se le escapo.

Continuará…