Crónicas de la Torre 4: La artista de los sueños

CAPÍTULO 6

-¿Entonces crees que hay un mago o criatura mágica que nos pone estos sueños para confundirnos o algo por el estilo?- Preguntó Jonás, escéptico.

-Si, algo así. Aún no sé con qué fin nos están induciendo estos sueños, pero tenemos que estar alertas. Hay que reforzar las protecciones de la Torre, para asegurarnos de que nadie entra y nadie sale, al menos por unos días.

-También deberíamos ponernos protecciones a nosotros mismos, por las dudas.- Añadió Salamandra

Jonás y la joven continuaron discutiendo acerca de las defensas que debían poner en funcionamiento, pero el elfo-lobo se quedó en un silencio pensativo.

-¿Tú qué crees, Fenris? ¿Hola?

-Si, lo siento, Jonás, es solo que me quedé pensando en lo que dijo Salamandra. Yo le contaba algo acerca de mis sueños que ella no sabía, pero que es cierto.

-¿Qué le contabas, si se puede saber?-El chico miró a sus amigos con las cejas alzadas- Vamos, ¿Por qué tanto misterio respecto a los sueños que están teniendo ustedes dos? Si me los cuentan, tal vez pueda ayudarlos.

La muchacha suspiró.- Bueno, pero se los cuentas tú, Fenris.

El elfo rio, con la característica risa cantarina de su raza.- Bien, bien. Corrígeme si digo algo incorrecto.

Pero no hizo falta, pues narró los hechos tal y como habían sucedido. Jonás frunció el ceño, pero no les recriminó el haber tenido esos sueños, puesto que era algo que no podían controlar.

-Ajá. Entonces lo que dices es que hay una conexión. Además de eso que mencionaste, está lo más obvio, que es que tú sueñas con Salamandra y ella contigo. -luego de un momento, añadió- Me pregunto qué es lo que está pasando exactamente...

-Si, nosotros también nos lo preguntamos. Pero no hay mucho que hacer, más allá de poner las protecciones y continuar investigando. Quiero decir, no vamos a dejar de dormir para no tener estos sueños. No le hacen ningún mal a nadie.- dijo, Salamandra empezando a pasearse por la habitación.

-No por ahora. Esperemos que continúe así, y que solo sea algún mago bromista.

-Yo, personalmente me inclino más a pensar que es una clase de criatura mágica.- dijo Fenris- No hay tantas que tengan poderes sobre el mundo de los sueños, de modo que tenemos que hacer una lista de los más probables a partir de las particularidades que tienen los sueños y cómo nos sentimos antes y después de ellos.

Jonás asintió.

-Ehh, ¿Tienes una pluma y una hoja, Fenris?

El elfo señaló un cajón. -Ahí.

Jonás tomó los materiales y escribió lo que sus amigos le indicaron.

-Ahora, hay que encontrar algún ser que tenga poderes con estas características.- Exclamó Salamandra, entusiasmada - ¡Empecemos ahora mismo! vamos, a la biblioteca.

-Tranquila.- Sonrió el elfo- No se si te diste cuenta, pero la reunión la llevamos a cabo en mi habitación y no me dieron tiempo ni de cambiarme. Ustedes adelántese, que ya voy.

Ella se sonrojó -Claro, lo siento.

Acto seguido, salió junto a Jonás

-Oye, ve tú a la biblioteca, voy a traer algo de fruta para el desayuno y enseguida voy.

Sin esperar respuesta, Salamandra se teletransportó a las cocinas. Jonás hizo lo propio, pero en dirección contraria.

Al llegar, empezó a seleccionar libros que hablaban del tema que estaban investigando. En eso estaba, cuando Fenris se teletransportó a su lado, ya vestido con su túnica carmesí.

-¿Y Salamandra?

-Fue a la cocina a buscar algo de desayuno.

-Bien, comencemos sin ella. Esto tomará un buen rato.

Se pusieron a leer algunos de los libros seleccionados por Jonás. Fenris pasaba las páginas con una velocidad asombrosa. Al muchacho le parecía increíble que de verdad entendiera lo que leía, si lo hacía a tal velocidad. «Otra de las ventajas de ser un elfo.» Ojalá él pudiera leer tan rápido, seguro que de ese modo encontraba la manera de despertar a Dana en solo unos días.

Un rato más tarde, la chica apareció a su lado, cargando una cesta con todo tipo de frutas. Desayunaron y luego continuaron con la investigación.

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-Yo creo que es un smaerd o un emuart.

-Ya te dije que no, lo que hacen los smaerds es meterte en un sueño del que nunca despertarás y los emuarts fabrican alucinaciones para confundir a sus víctimas antes de devorarlas.

-Pero, Salamandra, ¿Cómo sabes que no es eso lo que están haciendo?

-Porque ahora mismo estamos despiertos y además, vivos.

-Pero podría ser un emuart

-Si fuera un emuart ya estaríamos muertos.

Jonás suspiró -Bueno, tienes razón.

-Por supuesto que tengo razón. Seguramente es un dneen, aquí dice que usan sus poderes para fabricar una realidad alterna en la que las víctimas son felices, para alimentarse de su energía sin que lo noten.

-Pero nosotros despertamos de nuestros sueños.

-¿Y cómo sabes que esta es la realidad?

-¿Cómo sabes que cualquier cosa que has vivido es la realidad? además, si lo miras desde ese punto, bien podría ser un smaerd.

-Ughh, no de nuevo.... Aceptémoslo, podría ser cualquiera de estas criaturas.

-El punto de esta investigación es ir seleccionando los más probables, para que queden los que tengan más probabilidades de ser los causantes de nuestros sueños.- Explicó Fenris

-Lo sé, pero está tomando mucho tiempo, hay demasiadas opciones.- Dijo Salamandra con un bostezo.

Era cierto. Luego de cenar, habían vuelto para continuar. La lista que había hecho estaba compuesta de 7 especies diferentes.

-No lo sé. Yo, personalmente, no quiero irme a dormir todavía. Tú puedes irte si quieres, nadie te obliga a quedarte.- le recordó Jonás

-Bien, me quedo un rato más.- Suspiró la joven

-No hay quien te entienda.- Rio el muchacho

Ella le sacó la lengua y volvió a repasar los libros que había estado leyendo.

Unas horas más tarde, Salamandra se despidió y fue a su cuarto, bostezando.

Jonás hizo lo mismo no mucho después.

-¿Vas a seguir?- Le preguntó al elfo

-Si, por lo menos un rato más. Buenas noches.

-Buenas noches.