Un Alfa azabache yacía sentado en su oficina, mientras tecleaba en la computadora. Concentrado en su labor no fue consiente del sutil aroma sensual que llenaba el ambiente.
Las capacidades desarrolladas de Wooyoung le permitía sentir mucho más antes la llegada de su pareja en su oficina, pero incluso ese día que el Omega iba más hermoso de lo inusual, Wooyoung lo pasó por alto.
Su concentración estaba en la computadora, investigando el lugar apropiado para llevar a pasear a su familia. Su hermosa familia, junto a su bello Omega y el par de adorables gemelos.
Eran felices.
Jamás había imaginado Wooyoung, que lograría tener un futuro tan lindo como el que tiene ahora. A sus diecinueve años, cuando una tarde le informaron sus padres Betas que el gobierno les había ordenado que entregaran voluntariamente a su único hijo Alfa para ser entregado a un Omega, fue la noticia más devastadora que los tres habían escuchado.
Al principio sus padres se habían negado, era su único hijo, su bebé. No lo dejarían ir así por así, ¿Por qué eran tan injustos? Quitarle un hijo a una madre era un hecho inhumano, ¿Por qué lo hacían?.
Su madre beta había llorado mucho, no estaba dispuesta a dejarlo ir, pelearía con garras y dientes si era posible.
Pero la amenaza llegó, la notificación de ir a los tribunales de justicia para quitar a su único hijo Alfa, logró que se rindieran.
Fueron obligados a firmar el contrato de ceder a su hijo en matrimonio con un Omega macho de buen linaje. Propietario de una agencia mercante reconocida, que aseguraba una buena defensa económica a la familia del Alfa.
Los padres de Wooyoung recibieron una buena amonestación por parte del macho Omega que aún desconocían. No sabían quién era, ni su nombre, ni su rostro o aspecto.
Solo se aseguraba de mantener seguro, protegido y bien alimentado a Wooyoung junto a sus dos padres.
Su humilde hogar había sido remplazado por uno más cómodo, la puerta que rechinaba ya no estaba, los agujeros en el techo fueron sustituido por un techo más mejor, los pocos muebles viejos también fueron sustituidos por nuevos y más cómodos, caros y grandes, el campo donde producían sus alimentos fueron acercados y la granja la llenaron de suministros para el campo.
Todo fue reconstruido, remplazado.
Los padres de Wooyoung estaban agradecidos con el Omega desconocido, ya que no tenía el derecho de hacer más cosas por ellos que solo entregar dinero, pero no, San había realizado muchos cambios en la granja y sus padres estaban felices.
En ese entonces Wooyoung dudaba si eso era lo correcto o si funcionaría. No conocía al Omega, tan solo le informaron que dominara su comportamiento ante él porque no toleraría una mala actitud de su parte.
Es un Omega mayor, había mencionado su madre preocupada. Y Wooyoung también se había cohibido, su futuro era incierto, ¿Qué tal sino le gustaba el Omega?
Pero su preocupación pasó a segundo lugar, cuando el Omega desconocido ósea su prometido, llegó una tarde de septiembre específicamente cuando cumplía veinte años de edad.
Y Jung Wooyoung quedó enamorado.
Soy Choi San, se había presentado en ese entonces el Omega, con ninguna expresión en el rostro.
Era una persona madura, seria y ordenada. Su evaluadora mirada sacudió el cuerpo de Wooyoung, y la aprobación de lo bien cuidado que estaba en esos meses donde San le mandaba suministro a su familia, reflejo el regocijo del buen trabajo que realizó aún si estaba lejos del Alfa.
San lo cuido aún si no lo conocía. Y eso derritió el corazón de Wooyoung.
El Omega era hermoso, tan etéreo que logró sacar ese lado oculto en todo Alfa. Era inevitable, estaba en la plena flor de la juventud, era más que obvio que se excitaría ante tal perfecta vista.
Sus feromonas por sí solas habían sido expulsadas tan descaradamente hacia el Omega para seducirlo. Y San pareció darse cuenta de inmediato, Wooyoung estaba satisfecho con el Omega, lo quería solo para él.
Una descarga de posesividad había renacido de Wooyoung en ese entonces. El Jung Wooyoung fue entregado a ese hermoso y sensual omega pero como lo veía el Alfa era lo contrario, San fue entregado para él, solo para él.
Ese mismo día habían firmado el acta de matrimonio, se habían casado oficialmente. Pero Wooyoung aún no podía mudarse con San todavía, aunque sí tenía el compromiso de ir a visitar al Joven Alfa como si lo estuviera cortejando.
Wooyoung ese día se había enfurecido por que no quería apartarse del hermoso Omega, de su pareja. Aunque al final si tuvo que dejar ir a San, no sin antes marcarlo con su aroma y dejar unas sutiles chupetes en su deliciosa piel.
Probar la sensual boca de San fue lo más delicioso y el regalo más exquisito ese día en especial. No tuvo vergüenza en enseñarle lo cachondo que se ponía con tan solo una calada de su adictivo aroma.
El día que por primera vez reclamó a San fue tan maravilloso, tan placentero que quedó satisfecho en el momento, por que una vez probó su sensual cuerpo no tuvo la fuerza de voluntad de no tomarlo y anudarlo las veces que quiso.
Amo a San, ese omega comprensivo y cariñoso, que lo a cuidado con tanto amor incluso antes de conocerlo. Así que se merecía lo mejor de lo mejor, junto a sus hijos.
Wooyoung estaba feliz.
El sonido de la puerta abriéndose llamó la atención de Wooyoung, y observó a su bella familia ingresar por ella. San sonreía mientras sus revoltoso hijos de tres años trataban de soltarse de su mano para ir al encuentro de su otro padre.
Una vez lo hicieron, corrieron a los brazos de Wooyoung quien ya los esperaba con los brazos abiertos y con una sonrisa en el rostro.
Amaba a sus hijos.
—¡Papá, papá! ¡Te extrañamos mucho!— ambos infantes exclamaron juntos.
—Papá también los extraño, para compensarles iremos a un lugar muy bonito— Wooyoung abrazo fuerte a sus hijos, para luego soltarlos y ir al encuentro de San.
El Omega se veía hermoso, su piel más suave y reluciente a la vista, Jung quería tanto besarla.
—Omega— beso sus mejillas sonrojadas y lo abrazó con amor, eso si sin lastimar a la próxima integrante de la familia.
—Oh, siempre se mueve cuando te escucha Wooyoung— San puso ambas manos de su esposo en su abultado estómago, donde una pequeña bebé yacía en proceso de desarrollo.
—Lo se— Wooyoung se río para luego ponerse de rodillas y rodear con sus fuertes brazos el vientre de San, sus hijos gemelos se unieron también al complot. Así que ahora eran tres que rodeaban al Omega tan protectoramente.
San apreció la escena con felicidad, y no pudo retener las lágrimas de regocijo al ver a Wooyoung tan feliz con su pequeña familia. Sus hijos y su Joven Alfa eran su mayor tesoro y los protegería con su corazón.
Por que su Joven Alfa no solo llegó a su vida a acompañarla sino también a darle felicidad y una hermosa familia.
Y estaba agradecido. De corazón.
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ESPOSO JOVEN _ WOOSAN
FanfictionWooyoung será entregado a San, un Omega macho león, que consta con una vida y carrera experimentada, como para que ahora venga Jung, un mocoso hormonal de veinte años a exigirle sumisión a él, un omega de treinta, cuando a sido él quien hace sumiso...