Y aquí estoy, encerrada en mi cuarto, aquel que compartí con mi esposo todos estos años.
Puse las cortinas más oscuras que tenía, para tapar el sol que se colaba por las ventanas; cerré la puerta del cuarto con pestillo, aunque no hubiera nadie en casa para poder entrar, pero aun así lo prefiero de esa manera, para sentirme encerrada en un cubo oscuro, vacío y frío. Me siento en el piso encogiéndome como una bolita para llorar a la persona que tanto amé en este mundo.
Odio este terrible dolor que siento. Me siento como si mi mundo estuviera congelado, como si no existiera un mañana, como si el nudo que tengo en la garganta intentara estrangularme hasta morir. Estoy rota, desbastada, es más, me siento muerta en vida.
- ¡¡A!!, maldita vida, maldito mundo de mierda – grito a todo pulmón, tanto que hasta sentí cómo mis cuerdas vocales vibraban y se desgarraban.
Ya cansada de tanto llorar, me pongo de pie frente al espejo, mi reflejo demuestra bastante bien cómo me siento. Harta de la vida y de todo, le pego un puñetazo al cristal, el cual se desmoronó en cientos de pedazos.
Lo que vi a continuación me dejó perpleja; donde estaba colocado el espejo, se encontraba una caja fuerte, nunca la había visto, aún peor, mi esposo nunca me había contado de la existencia de una caja fuerte en nuestra casa.
Con la curiosidad a mil, intente abrirla pero, ¿Cuál sería la clave? Intente con muchas fechas o códigos que me supiera, como la clave de su cuenta de banco, nuestra fecha de aniversario de boda, nuestra fecha de aniversario cuando fuimos novios, mi fecha de cumpleaños, pero ninguna era correcta. Ya harta de quemar neuronas pensando, recordé algo: la fecha de nuestro bebé.
Tuvimos un bebé, pero tuve complicaciones en el parto y mi bebe murió al nacer. Con el corazón latiendo a millón puse la fecha de su nacimiento. Cuando coloqué el último número, sonó un "clic", indicándome que se abrió la caja fuerte. Dentro se encontraban papeles y fotografías.
Lo que estaba escrito en el papel estaba en otro idioma, creo que era francés. Empecé a ver las fotografías, eran de personas que no reconocía; comencé a pasarlas frenéticamente hasta que una llamó mi atención. Mi esposo Michael estaba semi abrazado junto a un hombre más alto que el, cabello rubio, de tez blanca; los 2 sonreían ampliamente como si estuvieran compartiendo un buen rato.
Pero lo que me alerta en esta foto no es que ellos estén sonriendo, es que vi a ese hombre en el hospital antes de que mi esposo falleciera, incluso lo vi sentado frente a la habitación donde se encontraba interno mi esposo. ¿Qué tenía que ver él con mi esposo?, ¿serían amigos? Si fueran tan amigos como se veía en la foto, lo supiera, o tal vez hubiese entrado a ver a mi esposo, mientras estuvo interno. La verdad es que no me da buena espina. Continúo pasando las fotos, pero no veo al hombre rubio en alguna otra.
¿Para qué mi esposo tiene todas estas fotos? No, la pregunta ideal sería, ¿por qué él nunca me hablo de esto? y, ¿por qué lo tiene escondido en una caja fuerte sin contarme nada? No sé qué hacer con todo esto. No sé qué debo de hacer.
Ahora solo me queda averiguar qué ocultaba mi esposo, quienes eran ellos y qué significa todo lo escrito en esas hojas.
Si te gusto este capitulo dale una estrellita ⭐
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Verdades que matan
ActionJane entra en un mundo de dolor al fallecer su esposo, pero gracias a su muerte Jane descubre un mundo de mentiras que avía mantenido su esposo todos estos años, mientras más avanza, más descubre y eso conlleva dolor tanto físico como sentimental. ¿...