Capítulo 3: El desconcierto.

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Aunque la música siga sonando y la gente a mi alrededor siga bailando, mi mundo se encuentra paralizado. No solo he estado bailando y tocando a mi jefe, si no también que le he confesado que es atractivo. Solo agradezco que dije eso y que no salió otra estupidez más grande de mi boca.

-Lo que le acabo de decir señor Gerald, es solo una broma, obviamente sabia que era usted -trato de hablar lo mas claro posible ya que el alcohol esta haciendo efecto en mi sistema.

-Becker por fav...-no alcanza a terminar porque justo en ese momento vomito todo lo que he comido y tomado durante la tarde- Creo que tenemos un problema -ahora si es un trágame tierra- Haber, Becker mírame, Becker...-eso es lo ultimo que escucho antes de desmayarme.

Gerald...

Iba a responderle a Kate "que no le creía nada de lo que me había dicho" hasta que de un momento a otro vomito y no conforme con eso luego se desmayó. Lo único que se me ocurrió en ese momento fue tomarla en brazos y llevarla a mi auto. Justo en ese momento Kate se comenzó a remover en el asiento.

- ¿Dónde estoy? – pregunto desorientada.

-En mi auto.

- ¿Y tú quién eres? -dice bostezando- Tengo mucho sueño, quiero dormir.

-Un gusto, soy Gerald Meyer, jefe y dueño de una aerolínea muy famosa aquí en Alemania -cuando la observo ya está dormida, no entiendo como tiene un sueño tan pesado.

Al no saber donde vive no me queda más opción que llamar a mi secretaria y consultarle.

-Buenas noches, Susan, necesito un favor. Lamento molestarte a esta hora, pero, ¿en la oficina habrá algún registro con la dirección de nuestros trabajadores? -Susan tarda unos minutos en responder.

-Señor estoy revisando en mi computadora y la más reciente que tenemos es de hacer tres años, ¿de quien necesita saber la dirección específicamente? -indaga.

-De Kate Becker, ¿esta su dirección en ese listado?

-No señor, me parece que cuando hicieron este catastro ella aun no era piloto de nuestra aerolínea.

-Bueno Susan, gracias de todas formas, que tenga buena noche -me despido.

-Igualmente señor Meyer.

-Kate, Kate, Kate, que hare ahora contigo -le hablo al cuerpo que yace dormido a mi lado- Bueno, solo me queda una sola opción.

Hago partir el motor y me dirijo a mi casa que está ubicada cerca de Elbe Beach. A mi lado Kate sigue plácidamente dormida. Abro el portón con el mando a distancia y entro. Bajo a Kate en mis brazos y no tengo más opción que tocar mi puerta con un pie, para ver si Liria me abre.

-Señor -dice sorprendida mientras abre la puerta y yo dentro a mi casa- ¿Qué paso?, ¿Quién es ella?

-Liria ella es Kate y Kate ella es Liria -digo con sarcasmo ya que Kate sigue durmiendo en mis brazos- Es uno de mis pilotos, me la encontré en un club, vomito, se desmayó y ahora esta sumergida en un muy profundo sueño -digo dejando a Kate en un sofá.

- ¿Dormirá aquí? -asiento- ¿Dónde dormirá? -pregunta Liria desconcertándome con su pregunta.

-En la habitación de invitados, ¿Dónde más Liria?

-Esa habitación ya está ocupada, señor, bueno no tan así.

- ¿A qué te refieres? -interrogo.

-La señorita Tatia llego esta tarde, yo le dije que usted no estaba y ella señalo que lo esperaría – toma un poco de aire y sigue hablando- Incluso cuando ya la fui a ver se estaba acomodando en su habitación y yo le señale que eso a usted le molestaría bastante y que por el mismo hecho era mejor que se alojara en la habitación de invitados.

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