Aunque la música siga sonando y la gente a mi alrededor siga bailando, mi mundo se encuentra paralizado. No solo he estado bailando y tocando a mi jefe, si no también que le he confesado que es atractivo. Solo agradezco que dije eso y que no salió otra estupidez más grande de mi boca.
-Lo que le acabo de decir señor Gerald, es solo una broma, obviamente sabia que era usted -trato de hablar lo mas claro posible ya que el alcohol esta haciendo efecto en mi sistema.
-Becker por fav...-no alcanza a terminar porque justo en ese momento vomito todo lo que he comido y tomado durante la tarde- Creo que tenemos un problema -ahora si es un trágame tierra- Haber, Becker mírame, Becker...-eso es lo ultimo que escucho antes de desmayarme.
Gerald...
Iba a responderle a Kate "que no le creía nada de lo que me había dicho" hasta que de un momento a otro vomito y no conforme con eso luego se desmayó. Lo único que se me ocurrió en ese momento fue tomarla en brazos y llevarla a mi auto. Justo en ese momento Kate se comenzó a remover en el asiento.
- ¿Dónde estoy? – pregunto desorientada.
-En mi auto.
- ¿Y tú quién eres? -dice bostezando- Tengo mucho sueño, quiero dormir.
-Un gusto, soy Gerald Meyer, jefe y dueño de una aerolínea muy famosa aquí en Alemania -cuando la observo ya está dormida, no entiendo como tiene un sueño tan pesado.
Al no saber donde vive no me queda más opción que llamar a mi secretaria y consultarle.
-Buenas noches, Susan, necesito un favor. Lamento molestarte a esta hora, pero, ¿en la oficina habrá algún registro con la dirección de nuestros trabajadores? -Susan tarda unos minutos en responder.
-Señor estoy revisando en mi computadora y la más reciente que tenemos es de hacer tres años, ¿de quien necesita saber la dirección específicamente? -indaga.
-De Kate Becker, ¿esta su dirección en ese listado?
-No señor, me parece que cuando hicieron este catastro ella aun no era piloto de nuestra aerolínea.
-Bueno Susan, gracias de todas formas, que tenga buena noche -me despido.
-Igualmente señor Meyer.
-Kate, Kate, Kate, que hare ahora contigo -le hablo al cuerpo que yace dormido a mi lado- Bueno, solo me queda una sola opción.
Hago partir el motor y me dirijo a mi casa que está ubicada cerca de Elbe Beach. A mi lado Kate sigue plácidamente dormida. Abro el portón con el mando a distancia y entro. Bajo a Kate en mis brazos y no tengo más opción que tocar mi puerta con un pie, para ver si Liria me abre.
-Señor -dice sorprendida mientras abre la puerta y yo dentro a mi casa- ¿Qué paso?, ¿Quién es ella?
-Liria ella es Kate y Kate ella es Liria -digo con sarcasmo ya que Kate sigue durmiendo en mis brazos- Es uno de mis pilotos, me la encontré en un club, vomito, se desmayó y ahora esta sumergida en un muy profundo sueño -digo dejando a Kate en un sofá.
- ¿Dormirá aquí? -asiento- ¿Dónde dormirá? -pregunta Liria desconcertándome con su pregunta.
-En la habitación de invitados, ¿Dónde más Liria?
-Esa habitación ya está ocupada, señor, bueno no tan así.
- ¿A qué te refieres? -interrogo.
-La señorita Tatia llego esta tarde, yo le dije que usted no estaba y ella señalo que lo esperaría – toma un poco de aire y sigue hablando- Incluso cuando ya la fui a ver se estaba acomodando en su habitación y yo le señale que eso a usted le molestaría bastante y que por el mismo hecho era mejor que se alojara en la habitación de invitados.
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Empíreo
RomanceKate Becker a su corta edad a logrado ser una piloto reconocida alrededor de toda Alemania, ella se considera una mujer independiente que no necesita de nadie. Nunca antes se ha enfocado en el amor ya que hasta hace pocos meses lo único que le impor...