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Sym no pudo estar más furioso y incrédulo por cada palabra que salía de la boca del novio de su amigo, ¿cómo de atrevía a manipularlo de una forma tan enferma y obvia?, pareciera que simplemente está desesperado o....que llegó a su límite.

- y-yo no soy desconsiderado ni tampoco te debo algo - su amigo por fin tuvo valor de hablar aún que no le mirará los ojos a su agresor, era un gran avance que Reki se atreviera desafiarlo o ponerle un alto. Puso una de sus manos con suavidad en su hombro, dandole un ligero apretón en señal de su rotundo apoyo, sacándole una sonrisa ligeramente feliz al pelirojo pero un claro gesto de disgusto y odio del canadiense - L-Langa, y-yo de verdad creí que tu me amabas y-y que yo también lo hacia--

- no, no sigas hablando - se acerco a él - no sigas hablando, lo solucionaremos - acuno su rostro entre sus manos y lo observó con frialdad - sólo... sólo callate ahora, hablaremos después, ¿si? - beso con levedad sus labios, miró a un inerte y impotente Sym con clara advertencia - esta vez, solos, cómo siempre debimos estar

- L-Langa...

Y hasta ahi iba su intento de ponerle un alto, la mirada de su pareja lo dejo paralizado y tiritando de miedo al igual que su tacto, su tacto quemaba tanto pero no sentía calidez cómo cuándo Sym lo abrazo en consuelo, sentía una gelida sensación que se extendía del cuerpo del contrario hasta el suyo. Sentía...que moriría en sus brazos, congelado, vacío, perdido.

Sentía miedo. ¿Cómo fue tan idiota?, lo sabía, él mismo le había dado a Langa el poder de infringirle miedo, el poder de hacerle lo que quiera con su voz, pensamiento y cuerpo. Esa libertad de elección, ése criterio propio al igual su valentía y determinación fueron arrebatados...todo fue arrebatado por Langa, él nunca le dio el derecho de quitarselos, nadie tenía el derecho de quitarle éso, ¿no? Aún que Langa jurase amarlo con cada celula de su cuerpo, quién ama no daña, todo este tiempo penso que él mismo los dañaba a ambos, ¡qué él le hacia daño a Langa! Cuando era todo lo contrario, lo veía, lo veía tan claro ahora pero no podia...el miedo seguía allí, se había acostumbrado a callar, obedecer y complacer.

Tenso la mandíbula y apreto sus puños sin poder ocultar su mueca de desagrado por el besó. No le gustaban sus besos, siempre se sentían cómo si agujas se clavaran sin piedad en su piel, picandole, hirvientes de vez cuándo. Siempre llevándose un pedazo de él, robando su aliento para que no pusiese niquiera pensar con claridad por sentirse asfixiado y sofocado.

- ahora, vámonos - sintió náuseas, ¿porqué su voz aterciopelada le resultaba tan asquerosa?, sabía bien que significaba ese tonotan nauseabundo y prefería que volviera dejarlo vomitando sangre qué volver a sentir sus manos en su piel.

¿Porqué lo hacia?, ¿porqué?.

Se supone que esta enojado, furioso y todas las veces que lo ha visto colerico, su cuerpo era quién pagaba.

Los dedos marcados en su hombro por la última vez aún perduraban.

Ah, Sym está aquí. Viendo cómo Langa enrollaba su brazo tal cuál cadenas en su cintura, cómo lo apreta contra si sintiendo la presión dolorosa en ella junto con la mirada celeste más fria y afilada que nunca.

Duele. Duele. Duele.

Porqué con él todo duele, todo se siente horrible. Todo se siente humillante, tan vergonzoso y denigrante que no pudo evitar dejar unas lágrimas caer. Dolia su cuerpo, si, pero dolia más tener que aguantar más tiempo esto.

Ya sabía que dolia y qué el dolor lo provocaba quién juro amarle.

Es hora de saber que ya no debe doler, ¿cómo se sentira respirar por fin?.

- no quiero... - susurro .

- ¿qué?...

- qué no quiero ir contigo - acumulando valor, aprovechó el pequeño shock de su agresor para zafarse de su agarre yendo a colocarse al lado de su amigo de inmediato.

- Reki, escucha, tu no--

- callate, y-ya te escuche suficiente - agarro con fuerza el borde de su buzo, jugando con el con levedad, enfrentando aquell mirada gélida que tanto teme - siempre te escuche, ahora debes escucharme a mi - detuvo a Sym quien se iba a poner frente a él, cuidandolo de la locura de su futura ex pareja, quería interferir en compensación de hace un momento pero esto no le correspondía y lo sabía. Él era el único que podia y debía ponerle un fin esto, sea cómo sea - y-yo realmente creí que te gustaba y crei que tu me gustabas p-pero..

- Reki...no sabes de que hablas, sólo estas confundido, tranquilo - sonrio frivolamete - yo me encargaré de quitarte todas tus dudas

- t-temi cuándo te dije que no estaba seguro pero tu dijiste que despejarias mis dudas...por un momento si pense q-que nos amabamos p-pero no es así - le vio a los ojos que gritaban en silencio que se callase, que dejará de hablar, que deje de hacerle daño, que...su cordura peligraba.

Preferiría que le gritara, que reaccionará agresivamente cómo siempre pero no lo hacía, sólo estaba estático, viendose destrozado. Perdido. Vacío.

Esta cumpliendo con su pedido, le escuchaba después de tanto, le escuchaba.

- si amas a alguien, no le haces daño, ni física ni psicológicamente y Langa, tu me dañaste de todas las formas posibles - mordió su labio inferior, contenía sus lágrimas repleto de coraje, por primera vez desde hace mucho podía decir lo que sentia. Por primera vez desde mucho se le permitió expresarse sin recibir daño a cambio.

- R-Reki, y-yo no podría dañarte, ¡yo nunca te dañe! - por fin reaccionó, con brusquedad lo tomo por sus hombros sin medir su fuerza causando una mueca de dolor en el pelirrojo.

- ¡oye, sueltalo, maldito bastardo psicópata!---

- S-Sym, espera, tengo que terminar esto por mi mismo - contuvo un gesto dolor cuándo el peliceleste ejerció más fuerza.

Tendría nuevos moretones pero era reconfortante saber que serían los últimos.

- tks...apurate, no se cuanto tiempo más voy a poder estar viendo su cara sin matarlo a golpes

- s-si - suspiro nervioso, choco con la mirada desesperada de Langa - L-Langa

- no

- ¿'no'?

- no te permito dejarme

- ....¿disculpa?

- no tienes permitido dejarme, Reki - gruño.

- n-no, tu no tienes permitido prohibirme cosas - fruncido el ceño - no eres nadie para éso

- ¡¿qué no soy nadie?! - le solto dando un pasó atrás viendole con claro cinismo - ¡soy tu maldito novio, por lo tanto, tu puto dueño! - intento acercarse pero fue recibido por un fuerte puñetazo.

- ¡no!, ya no somos nada y aún que lo fuera, yo no te pertenezco ni a ti ni a nadie

- ¡¿quién mierda--

- ese el Reki que conocí - una voz interrumpió, Langa vio sobre su hombro al cocinero quién le veía con clara advertencia - sera mejor que te vayas ahora qué es por las buenas, cuándo Kaoru te vea no sera precisamente piadoso y yo tampoco si te vuelvo a ver cerca de nuestro polluelo

- esto es..

- has caso y vete, te enviaré tus cosas por correo

En completó silencio, temblando de ira se marcho no sin antes ver con recelo al par de hombres entrometidos.

No, Reki no podía dejarlo de está manera. No así, no a él.

- al parecer...falle - murmullo con disgusto.