Jamais Vu (kookv)

07

JungKook despertó por el ruido del timbre y la puerta de su departamento siendo golpeada con mucha insistencia.

-Joder...- dijo en un susurro mientras estiraba su brazo para alcanzar el teléfono y ver la hora.

Ni siquiera le prestó atención a los miles de mensajes y llamadas perdidas que tenía, solo checó la hora y deseó que la tierra se abriera y se tragara a quien sea que estuviese tocando, eran las cinco de la mañana. Pataleó entre las sábanas e hizo un puchero. Para Jeon JungKook no había nada más difícil que; enamorarse y levantarse temprano.

Los golpes a su puerta volvieron a sonar, fuertes e insistentes, JungKook no tuvo más remedio que levantarse de su adorada cama. Atravesó el pasillo que conectaba su cuarto con la sala. Su departamento no era tan grande, constaba de 2 recamaras, 3 baños, cocina y la sala de estar, se ubicaba en el último piso del edificio y eso le permitía gozar de una vista maravillosa del rio Han. Vive solo así que no vio la necesidad de comprar un departamento muy grande, eso sí, estaba ubicado en Hannam (el complejo más caro y popular en todo el país), el cantante eligió esa zona ya que cuentan con una gran seguridad -dado que personas importantes viven ahí como grandes empresarios y otras celebridades- eso le garantiza que ningún fan loco iba a invadir su privacidad, por lo menos no en su casa.

Cuando llegó a la puerta no se detuvo a mirar por el monitor a la horrible persona que había interrumpido su sueño -ya se imaginaba quien podría ser- porque para él dormir es sagrado. ¿Han escuchado el refrán que dice; "al que madruga dios lo ayuda"? Pues JungKook es tan buena persona que no le gusta madrugar para que dios ayude a otros.

Abrió la puerta de golpe encontrándose con la imponente figura de NamJoon, tenía el brazo levantado y la mano empuñada, lo que le indicaba que estaba apunto de tocar de nuevo. Lucía molesto, su ceño fruncido y su boca retraída en una fina línea se lo confirmaban, pero antes de que el mánager pudiera decir algo JungKook se adelantó.

-Joder Nam ¿A caso no te quieren en tu casa? Son las cinco de la mañana y-

-Mira mocoso, para tu información HaNeul me quiere y mucho -lo interrumpió NamJoon- además, que mas quisiera yo que estar en casa dormido abrazando a tu h-

-Para, para, ahora tengo una imagen mental tuya abrazando a mi hermana y no es algo bonito.

-¿Bromeas? Es la imagen más hermosa que tu cerebro de cacahuate pueda tener.

Y a JungKook se le vino a la mente el recuerdo de cierto muchacho con cabellos de oro y sonrisa cuadrada. No, definitivamente NamJoon se equivocaba, no había imagen más bonita que TaeHyung sonriendo.

-Oye JungKook, se que imaginarnos a HaNeul y a mí abrazados a de ser muy bonito, pero no seas pervertido, es tu hermana.

Y entonces el cantante bufó al escuchar lo que acababa de decir su cuñado. Maldijo -no realmente- el día en que presentó a NamJoon con su hermana, desde entonces empezaron a salir, hasta hace dos años, cuando se casaron. NamJoon no sólo era su mánager, también era su amigo más cercano y parte de su familia.

-¿Vas a pasar y decirme qué haces en mi casa a las cinco de la mañana o te vas a quedar ahí? - le dijo JungKook mientras se hacía a un lado para que Nam entrara.

-Hasta que por fin, pensé que me ibas a tener aquí parado toda la mañana. Por cierto, si contestaras mis mensajes y llamadas no hubiera tenido que venir hasta aquí, pero no, el mundo se puede estar cayendo y el señorito JungKook dormido.

JungKook rodó los ojos mientras se encaminaba a la cocina siendo seguido por su cuñado.

-¿Café?