Uraraka era feliz...
Una noticia sobre su novio la destrozó.
Se comenzó a comparar
Quería encajar en la ropa pequeña.
Se dejó llevar.
Nadie noto su cambio hasta que era tarde
Se fue a los extremos.
Y a causa de eso
Varios Kilos desaparecieron jun...
Estaba en su cama llorando abrazando a su almohada
—¡Que fea estoy! ¡Sigo estando gorda! ¡Por eso nadie se fija en mi! ¡No soy atractiva!
Agarró unas pastillas que estaban en su mesita que eran para ir al baño
¿Como las consiguió? Vendiendo la comida de Momo y con ese dinero compraba las pastillas
¿Hasta donde serías capaz de llegar para conseguir lo que quieres?
Llego tan lejos con tal de obtener su peso ideal
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Caminaba por las calles, pasó por el gimnasio de siempre y dueño de el lugar corrió hacia ella
—Espera
—¿huh?
—Mucho gusto, me llamo Tsubami
—¡Hola, soy Ochako Uraraka! ¿En que puedo ayudarle?
—Mira, necesito publicidad para promocionar mi gimnasio y planeo hacer para la imagen una familia atlética, ya tengo a la que hará de mamá, papá y el hermano pequeño, pero me falta la hija y cuando te vi me di cuenta eres la modelo perfecta ¿Que dices?
—Me gustaría pero estoy gorda por lo cual debería buscar a alguien más
—¿Gorda? No lo estás, eres delgadisima
—No mienta, por favor—trato de mantener la sonrisa
—¡No miento! Eres muy linda—desvió la mirada con un sonrojo—Sabes, siempre te he mirado
—¿ah?
—Todos los días pasas por aquí y siempre me hiciste muy hermosa, por lo cual...
—oh...
—¿Que tal si después de la sesión de fotos vamos a comer a algún lado y nos conocemos?
—Lo siento... estoy a dieta y necesito adelgazar por lo cual no voy a modelar
—¿Dieta? No la necesitas, mírate
—Ya me mire y estoy gorda. No quiera engañarme
—No lo hago, digo la verdad. Estás muy delgada, eres hermosa y me gustas—dijo comenzándose a enojar
—No le creo nada, me voy. Creo que ya no pasaré por aquí—se dio la vuelta dispuesta a irse pero el chico la abrazó por la espalda
—No te engaño ni me burlo de ti, me gustas. Eres la chica más bonita que he visto
—...
—¿Tsubami?—nombró una chica
—¿Kykyo?
—¿Que?—dijo Uraraka sin entender nada
—¿Que haces?—pregunto intrigada
—N-nada—la soltó de inmediato, la chica se veía molesta. Ochako decidió irse y el chico la miró con tristeza—¡Me la espantaste!
—¿Quien era, hermano?
—Ya no importa—dijo entrando al lugar ya que la castaña ya se había ido por completo
—Sabía que se burlaba de mi, obviamente no le gustaba, me alegro de no haberme emocionado, si yo sé muy bien mi realidad...
