Oda a lo que devora cada resquicio de mi alma.

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Descansa sobre mi pecho
una losa de cemento.
Estoy atrapada dentro
de esta noche. Hacen eco
mil ausencias en mi tórax.

Duele tanto que pierde.
Tan dulce que muerde.
(Sácame de esta vorágine
de odio a muerte
y automutilación sensorial,
por favor.)
Sigo en fase clínex
y moqueo lineal.
Literal
mente.
Precipitan
tus puntos sobre mis íes
pretéritas.
Levitas
sobre mis costillas,
Dolor gutural.
Suenas profundo,
ralentizas
el ritmo
de mi decadente mundo.

No valgo para vivir
medicada ni en blanco.
Pesa tanto
la lucidez
como el espanto
de vivir ausente.
No valgo para vivir.
Corto
y cierro.
(O abro,
ni sé.)

"Luz aural, vuelve a mí."

¿Cuándo deja de sangrar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora