Sácame de mis casillas,
de mis películas,
de mis lecturas apuradas
y descuidadamente apiladas
en el lado (vacío) de la cama
a las mil de la mañana.
Sácame de mis costillas
que se clavan como agujas.Cántame
con los ojos
y bésame
cada uno de los poros
de la piel.Respírame,
léeme,
quédate.
Como nadie hace.
Como nadie.
Como
si
nadie
hubiese
existido
antes.