Camine a la cocina para servirme algo de jugo, y me encontré con Alex haciendo lo mismo. No había notado lo lindo que se veía cuando mordía su labio superior concentrado. No puede evitar sonreír. Levanto la mirada de su baso y me sonrió.
-dónde estabas? –pregunto sirviendo otro vaso. –pensé que te habías i…- no se dio cuenta y se pasó con la cantidad de jugo haciendo rebalsar el vaso. Suspiro frustrado. –ido.
Yo reí entre dientes. Literalmente se frustro por rebalsar un vaso. Tendrían que haber visto su carita. – no, estaba arriba. Austin quería…-hice una pausa al notar la expresión de Alex en su rostro.- quería discutir un asunto. Pero ya sabes cómo es, no se puede hablar con él. –el miro mis rostro.
-es que piensa con la entrepierna. Ósea, no puedes culparlo… dijo, eres hermosa.-acerco uno de los vasos a mí y se sentó en la barra de la cocina. Yo sonreí enternecida.
-de verdad lo piensas?- camine al asiento al lado de él.
-claro. Mírate, hermosos ojos, cabello brilloso… enserio, dan ganas de tocarlo. –yo reí al igual que él, y él se reincorporo acercándose a mí. –mejillas rojizas, sonrisa cálida, -fijo su mirada a mis labios. –labios carnosos…- dijo en un leve suspiro y acerco su rostro al mío. Yo con gran rapidez tome el vaso y le di un trago para cortar con la tensión.
-te salió rico.- dije volviendo a llevar la bebida a mi boca. El hizo una mueca y asintió.
-entiendo…
-que entiendes? –me hice la desentendida. –te salió dulce, tal vez le hubiese puesto menos azu…
-no te hagas. Los dos sabemos que es lo que entiendo.- yo suspire y aparte el vaso a un lado.
-Alex, escucha, yo…
-te gusta Austin, lo sé. –se paró de su asiento. Yo apreté mis labios y junte mi ceño.
-que a mí... qué? –largué disgustada.
-solo no creí que te gustara alguien así y…
-Alex, no…
-está bien, es decir, es apuesto, pero realmente esperaba que yo tuviese una oportunidad. –el comenzó a caminar de un lado al otro rascando la base de su cuello. yo rodee mis ojos y sonreí.
-sí, la tienes…
-ósea esperaba que… la tengo?- pregunto aturdido.
-sip. No me gusta Austin. Ni modo, somos amigos. Solo… no me gusta apresurar las cosas, si? –me pare junto a él.
-claro…- sonrió confiado. – quieres salir hoy a la noche, o es muy apresurado?
-Ven a mi casa, cocinare algo. Pero ahora debo irme o no llegare a alistarme. Ven a las 7:30, de acuerdo? –bese su mejilla y camine a la puerta. Él se quedó parado allí, pero en el camino me conque con Austin. –tu otra vez?
-ya te ibas? –pregunto serio.
Yo rodee los ojos. –no, solo iba a pasear al perro.
-tú no tienes perro. –le respondí con una sonrisa.-que listo eres. Bueno… adiós. –lo salude y volé de allí. ‘habrá escuchado algo? Na, no lo creo.’
Eran las 6:30, y no estaba lista. La comida estaba terminando de hacerse y la casa estaba ya limpia. Lo único que faltaba era ducharme y cambiarme. Subí los primero dos escalones y la melodía del timbre me freno. ‘no puede ser, es muy temprano…’ decidí atender la puerta aun así, pero al abrirla, me encontré con Austin. Un suspiro de alivio escapo entre mis labios.
-que es ese olor?- dijo haciendo referencia a la carne que aún se cocinaba en el horno, y se hizo paso a la casa.
-sí, pasa, no te preocupes-. Dije algo sarcástica cerrando la puerta.- lo que sea que necesites, pídelo rápido, tengo poco tiempo. –dije mirando al reloj sobre la pared-
-demonios, todo está reluciente y estas cocinando… -volteo a mirarme.- entonces supongo que es cierto. Tendrás una cita con Alex. –comento acomodando sus manos en los bolsillos de su pantalón.
-sí, algo así. Pero como lo sabes?- la curiosidad me gano.
-Alex está cantando en la ducha. –reímos.- por eso hui de allí. Parece que lo estuvieran matando al pobre.- bromeo de nuevo y quedo mirando mi sonrisa haciendo una pausa. –además los escuche hablando en la cocina.
- Solo es una cena. –sonreí algo incomoda. – pero no tengo tiempo de atenderte, lo siento. –dije tomándolo del brazo y haciéndolo caminar afuera de la casa. –supongo que otro día podríamos tomar un café o algo, pero ahora no puedo. Ni sé que me voy a poner. –continúe caminando.
-yo puedo ayudar con eso… recuerdas? Soy bueno eligiendo ropa. –dijo frenando.
-no, Austin, si Alex te ve acá va a mal interpretar. –dije en tono marcado.
-por? Ni que nos viera desnudos en tu cama. Solo estoy visitando a una “amiga”- marco comillas con los dedos. Un silencio incomodo se hizo presente. Yo lo mire divertida.
-estas ardido?- pregunte en forma burlona. El no respondió. –Mahone, estas ardido porque te deje en la friend zone y a tu mejor amigo no? –reí victoriosa.
-y si lo estoy, que? –respondió acercándose a mí. –cuál es tu problema si lo estoy? –su voz sonaba ronca. Mi expresión cambio a una en blanco y trague con algo de dificultad.
-Austin…- sacudí la cabeza.-no digas nada. – me tomo de la cintura. – tu expresión cuando te ganan en una disputa es única. –susurro y sonrió triunfante alejándose de mí. –ve a ducharte, voy a elegirte algo, te lo dejo sobre la cama y me voy, te lo prometo. Se los gustos de Alex, así que se lo que le gusta ver. –comenzó a subir la escalera y en la mitad se detuvo. –tan ardido como para ayudarte a que le gustes…- me guiño un ojo. Yo bufe fastidiada.
Salí de la ducha y me envolví en una toalla. No esperaba que Austin de hubiese ido de mi cuarto, nunca cumple con lo que dice. Camine por el pasillo mientras me secaba el pelo con otra toalla e ingrese a mi alcoba. Para mi sorpresa, Austin ya se había ido, tal cual lo prometió. Sobre mi cama se hallaba un vestido rojo con espalda al descubierto. Había olvidado que lo había traído. Tiene le largo perfecto. Sobre las rodillas, pero sin enseñar nada. También me eligió un par de zapatos rojos y un cinturón azul. Se veía hermoso. Comencé a cambiarme y note que había una nota junto un sobrecito plástico sobre mi mesita de luz. “Úsalo bien. Él no va a traer.” Era un condón. Yo reí. ‘cerdo.’ Pensé mientras sonreía. Solo tenía que maquillarme y peinarme. Tome un perfume de mi mesita de luz y me lo rocié. Me senté sobre mi cama para colocarme los tacones, pero algo tomo mi tobillo y yo me asuste.
-demonios, como gritas. –dijo Austin saliendo de debajo de la cama.
-QUE HACES AUN AQUÍ?!- pregunte sobresaltada.
-estaba aburrido. –dijo levantándose y limpiándose el polvo. –deberías pasar la aspiradora por ahí abajo debes en cuando, no? –miro para mi mesita de noche. –oye, no sabía que tenías este tiempo de planes. –dijo tomando el condón entre sus dedos.
-no lo dejaste tú? –pregunte aturdida.
-no… - dijo a la ligera.
-Austin, no tengo tiempo para bromas, vete, si llega Alex y te ve… -fui interrumpida por el timbre. –mier*da. –el me sonrió.
-si quieres que me vaya y pase por la misma puerta que Alex va a usar para entrar, así lo hare. – dijo caminando a la puerta de mi alcoba.
-no, no, no.- dije rápidamente y lo tome de la camisa. –agh… em- comencé a pensar. –sal por la puerta de atrás.- ordene.
-ni loco. Seria descortés irme sin saludar a mi mejor amigo. –dijo de manera sínica. Yo alargue un quejido. Y otro timbrazo me apuro.
-quédate aquí hasta que se vaya.
-que aburrida. Lo podríamos hacer esperar un poco, no? –dijo acercando su rostro al mío mientras me sujetaba de la cintura. –una o dos horas… bueno, si te animas, 3.- rio y acaricio mi descubierta espalda causándome un cosquilleo agradable. –di que sí. –susurro mirándome a los ojos.
-si…- largue, él se aproximó a mí. –en tus húmedos sueños. –sonreí mordiéndome el labio.
-cuenta con ello.- se alejó dejándome salir. –esta noche nunca la olvidaras, caramelito. –agrego mientras cerraba la puerta detrás de mí. Camine rápidamente al baño y me arregle el cabello un poco, y me aplique algo de mascara. Tercer vez que toca el timbre. Baje las escaleras y abrí la puerta.
-sabía que las chicas se hacen esperar, pero tanto? –bromeo y luego me examino con la mirada. –luces deslumbrante. –sonrió. Yo reí algo apenada. Austin solo sirve para escoger la ropa de una chica.
-pasa…
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Violetas para Nadie (Austin Mahone Fanfic) By UGirl
FanfictionPrologo. Que pasa cuando la perfeccion cuenta con el imperfecto detalle que nadie ve, que lo hace tan perfecto. La imperfección hace la perfeccion. _________ _________ entiende muy bien eso. Todo lo que pensaba que era perfecto, en realidad era la...