Alex se adentró a mi casa, y yo le indique en donde quedaba el comedor, puesto que la comida estaba casi lista. Vestía unos pantalones de vestir negros, una camisa blanca y zapatos charolados. Su cabello se veía peinado naturalmente, algo despeinado, pero con forma. No sacaba sus ojos de mí, lo que hacía que me sintiera especial.-por aquí, ven...- tome su mano y camine a la mesa del comedor, en la cual había colocado dos platos, cubiertos, copas, servilletas, y un centro de flores. El tomo asiento y yo camine a la cocina a revisar la comida que aún seguía en el horno. -mientras tanto, como te ha ido?- grite desde allí mientras sacaba la carne. Se escucharon unos pasos adentrándose a la cocina.
-pues bien... he estado ansioso por esta cena. -respondió y dejo su plato y el mío al lado mío para que sirviera la comida. Yo volteé y el me sonrió amplio.
-gracias.- agradecía los platos.- así que ansioso?- proseguí mientras cortaba la carne.
-algo. - se apoyó sobre la barra de la cocina.- es decir, no todos los día ceno con una chica tan hermosa.- yo volteé a verlo y el mordió su labio esperando respuesta.
-ve despacio, tigre. -reí y él se unió a mí. -ve a sentarte, yo ya voy en unos minutos. - el asintió y se fue a sentar a la mesa esperando por su plato. Yo camine al comedor y deje su plato enfrente de él, y el mío en mi lugar.
-esto huele delicioso. -dijo tomando los cubiertos. Yo me senté y comencé a cortar mi comida también.
-muchas gracias... -sonreí agradecida, pero y di el primer bocado.
Alex y yo estuvimos riéndonos por un buen rato, contando historias de sus múltiples viajes, como Austin lo hacía pasar vergüenza, y me conto de una chica de la que se enamoró hace un tiempo, pero falleció. Era triste saber que alguien tan joven podía morir de un día para el otro. La verdad es que me daba pudor preguntar d que murió, así que me limite a hacer chistes y contarle mis malos momentos, que por lo general eran vergonzosos. El comenzó a mostrar su perfecta dentadura y largar esa dulce carcajada que poseía. Fue ahí donde comencé a recordar a Austin. En medio del postre, que a todo esto, no quiero presumir, pero me salió delicioso. Hice mousse de chocolate oscuro con fresas y crema... sabia más rico de lo que suena, si eso es posible.
Volviendo a Austin, debe estar hambriento el pobre. -yo... ahora vengo.- limpie mi boca con una servilleta y corrí mi silla hacia atrás. Alex tomo mi muñeca y mi corazón se detuvo. "habrá caído en cuentas de que Austin no estaba en su casa?"
-a dónde vas?- pregunto con la boca llena.
-es que me olvide de algo en la cocina, te prometo que no me tardo. -sonreí falsamente y el soltó su agarre. Yo camine y serví en un plato limpio dos trozos de carne con algunos vegetales. El tema era cómo iba a hacérselo llegar a Austin, porque si voy por el comedor, Alex preguntaría a dónde voy con un plato con comida. Esa es la razón por la que decidí tomar el trayecto largo por el living y subir las escaleras sin emitir sonido alguno. Al llegar arriba, me quite los zapatos, los pisos de madera me delatarían.
Deje los zapatos al costado de la escalera y me dirigí a mi cuarto. Gire el picaporte y empuje para abrir, y al cerrar tuve suficiente cuidado como para no hacer ruido. Al girar a mirar a mi habitación en sí, pude ver una figura sobre el colchón de mi cama. Austin se había quedado dormido. Estaba tranquilo y su respiración era lenta. No quería despertarlo, por lo contrario quería mirarlo un rato más. Esa imagen de él viéndose tan frágil sobre mi cama me hizo sentir necesidad por protegerlo de cualquier cosa, puesto que él se veía vulnerable. Camine a su lado y me senté sobre el suave colchón, dejando el plato con alimento sobre la mesita de luz. Él no se movía. Tenía que despertarlo, por mucho que odiara. Tenía que comer. Pose una mano sobre su cabeza y acaricie su cabeza con suavidad. El movió un poco su cabeza, y apretó sus parpados antes de abrirlos. Y ahí fue cuando aleje mi mano de su cabeza con rapidez. él lo noto y tomo mi mano de nuevo y la apoyo esta vez sobre su mejilla.
-me gustan las caricias.- pronuncio con la voz aun ronca. Yo reí entre dientes y comencé a acariciarlo de nuevo.
-qué raro que te comportes dulce una vez. -comente. El no dejaba de mirar mis ojos, pero esta vez era diferente a las otras veces que él me miraba. Movió una de sus manos a mi pierna y comenzó a acariciarla suavemente.
-solo dije que me gustan las caricias... y más si son tuyas.- el calor subió a mis mejillas y una sonrisa tímida se dibujó en mi rostro, así como sus labios se curvaron con ternura. -ahora si soy tierno?
-tal vez...- sonreí. El movió su mano a mi cintura y tiro para que cayera sobre su pecho. Sus intenciones no eran las sucias de siempre. Quería cariño, lo podía notar.
-y así te gusto más? -susurro mientras acariciaba mi espalda.
-Austin, yo...- aclare mi voz ya que se entrecortaba. -te traje algo de comida, por si tenías hambre. -aleje mi mano de su rostro, me reincorpore en mi lugar y la moví hasta le plato para alcanzárselo.
-gracias, pero lo que necesito no es comida. -dijo tomando el plato y colocándolo en la pequeña mesa de nuevo. Tomo mi mano una vez más y acaricio el dorso con su pulgar.
-um...- comencé a titubear. -y que necesitas entonces?- pregunte en tono bajo. Él se reincorporó para quedar sentado.
-que te quedes conmigo. -respondió serio. -es horrible lo bien que me siento cuando te tengo cerca. Se me hace más ligero respirar, y mis ojos saben a dónde mirar... -y llevo su mano libre a mi rostro acercándome a él. Sus ojos clavados en los míos. -sé que tu sientes algo similar... no te atrevas negármelo. -susurraba. Su nariz y la mía rosaban. -solo estamos tu y yo, los dos sabemos lo que queremos... no nos mientas. No seas tan cruel.- su tono de voz gritaba suplica. Yo cerré mis ojos. El amagaba a besarme, pero no lo hacía, y yo no me animaba a hacerlo. -_____...- susurro a centímetros de mis labios. "que estoy haciendo? Meh, al demonio."
-mhm...- respondí acercándome lentamente a él para deshacerme del espacio que quedaba. Podía sentir su tan característica fragancia.
-ya logre que te mojes?- pregunto riendo. Yo abrí mis ojos de golpe y fruncí mi seño empujándolo, quedando acostado de nuevo.
-ERES UN IDIOTA, AUSTIN.- Grite frustrada. El solo se reía.
-ya bájale. Ya sé que soy irresistible, pero tan entregada ibas a estar? -empezó a bromear. Yo me pare, suspire pesado y camine a la puerta, pero el sujeto mi muñeca y me hizo girar sobre mis talones. Luego tomo mi cintura y me atrajo a él. -nunca me dejes con las palabras en las boca. -gruño.
-o sino qué? Me vas a burlar un rato más? -me sentía muy estúpida.
-no, algo más simple. -tomo mi rostro entre sus manos y capto mis labios con los suyos. Mis ojos seguían abierto, pero se fueron cerrando de a poco. Pase mis brazos sobre sus hombros, el solo acariciaba mis mejillas con sus pulgares, y luego movió sus manos lentamente mi cintura, presionándome sobre él. Sus labios eran suaves, y presionaban firmes, pero no me lastimaban.
-______, ESTAS ARRIBA?- se escuchó la voz de Alex desde abajo. Yo abrí mis ojos sorprendida y aleje a Austin con rapidez.
-lo siento...- dije abriendo la puerta para irme, pero el la empujo cerrándola desde atrás mío.
-no es cierto... aun así te vas a ir con él?- pregunto a mi oído.
-Austin... lo siento.- dije reabriendo la puerta y cerrándola detrás de mí. Me recargue en ella por unos instantes y tome una bocanada de aire relamiéndome mis labios. Corrí por el pasillo hasta las escaleras y las baje con rapidez para que Alex no me viera. Tome mis tacos pero al llegar abajo me lleve una sorpresa.
-Que hacías arriba? -pregunto Alex de brazos cruzados.
-nada. -respondí rápidamente. -ven, vamos al living.- tome su brazo arrastrándolo.
-espera... que es...ese olor? - acerco su rostro a mí. -acaso es el...- tomo una olfateada. -perfume de Austin?
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LAMENTO MIL LA DEMORA, prometo que ahora activo mas, lo prometooo, perdon, no me odieeeeeeeeeeeeen D:
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Violetas para Nadie (Austin Mahone Fanfic) By UGirl
FanfictionPrologo. Que pasa cuando la perfeccion cuenta con el imperfecto detalle que nadie ve, que lo hace tan perfecto. La imperfección hace la perfeccion. _________ _________ entiende muy bien eso. Todo lo que pensaba que era perfecto, en realidad era la...