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Draco llegó a su casa y entrando se sentó en el sillón y se puso a pensar.

Al hablar con Astoria en la escuela diciéndole que ya no debían andar, llego a la conclusión de que le gustaba alguien más, y se le había quedado en la cabeza el hecho de que admitio que ese alguien era Harry. Y eso lo traía loco.
—Tal vez...solo estoy confundido, si claro, es pura confusión, Harry es mi amigo solamente— una voz dentro de la cabeza de draco lo dejo más alterado.

"Claro, seguramente a tus amigos te dan ganas de besarlos todo el tiempo"

—Mierda...¿¡Por qué me pasa esto a mi!?— en ese momento apareció Narcissa en la sala.

—¿Que paso draco? Deja de gritar, hasta la cocina se escucha ¿Estás bien?— Draco se tapo la cara con un cojín y negó —¿Problemas con Tori?—

—No...si, no lo sé, estoy confundido—

—¿A qué te refieres?—

—ya no se si realmente estoy enamorado de ella— Narcissa pareció pensar un momento antes de contestar algo.

—Es porque llegaron al punto donde su relación necesita hacerse más fuerte. Tu padre y yo muchas años creimos que ya no nos queríamos. Pero era porque a veces nos cansabamos del otro— Draco lo pensó. El nunca se cansaba de estar con Harry.

—Tal vez tienes razón— la rubia sonrió y dejo un beso en la mejilla de Draco.

—Voy a seguir cocinando, si necesitas algo dime—

—Gracias mamá— cuando la mujer salio de la sala Draco soltó un quejido de lamento y repitió en susurro —megustaharrymegustaharry...Bien, no es tan malo, no debe serlo. Pronto lo superare, seguiré con Tori y esta confusión desaparecerá—

Draco subió a su habitación y se tumbo a su cama.
—¡Pero si me gusta mucho— Bueno, su confusión no duró mucho. Al final el rubio termino aceptando que le gustaba su amigo y no había ninguna razón para negarlo

Draco ya no tenía forma de negarlo. Le gusta estar con él, le gusta hablar con él, le gusta hablar de él. Y sus ojos, esos hermosos ojos que a pesar de no ver están llenos de vida.

—¿Entonces soy gay?— Draco se levanto y se paró frente a su espejo. Se miro y respiro profundo —Soy gay, y me gusta Harry—
Al decir eso frente al espejo sonrió y por primera vez, se sintió orgulloso de si mismo —Exacto, yo Draco Malfoy soy gay y estoy muy enamorado de Harry Potter...y se lo voy a decir—

Draco sonrió decidido a ir a la casa del moreno en ese preciso momento, pero unos segundos después regreso a su habitación.

—Pero me va a rechazar porque Harry no es gay...— lleno de tristeza se lanzo a su cama quedando boca abajo —¿Por qué tiene que ser tan difícil se sincero con mis sentimientos?—

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Harry se encontraba solo en su casa recostado
en su cama. James había llevado a Liam a una pequeña fiesta de una niña que vivía cerca de donde ellos.

Harry no había querido ir el mejor prefería quedarse en su habitación relajado. Pero en la mente del moreno sólo podía estar alguien en especial, un chico que, por lo que ahora sabia era lacio y de piel muy suave. era rizado y de conflexión delgada. Harry realmente no sabía cómo era Draco, pero cada que podía, gastaba el tiempo imaginándolo, se imaginaba su sonrisa, su cabello, el color de sus ojos —Ya Harry, deja de pensar en el— Harry se sentía confundido. Jamás había pasado tanto tiempo pensando en como sería alguien.

Harry trato de distraerse, comenzando a dibujar. O a leer un poco uno de sus libros. Pero cada vez su mente se inundaba de aquel chico.

Harry no quería aceptarlo. No podía.

—Ay Draco ¿Que me has hecho?—

Harry dio miles de vueltas a su cabeza para al final reconocer que si, si le gustaba Draco. Y el pensaba decírselo. Lo llamo para preguntarle si podía pasar por el para decirle algo muy importante.

Después de una hora Draco llegó y ayudo a Harry a bajar.
—Hola Harry—

—Hola Draco...—

—Bien...me dijiste que querías decirme algo, que era importante— Harry se puso muy nervioso. No pensó muy bien antes de tomar su decisión —¿Harry?—

—si yo, amm...es sobre ti, de mi....digo...— Harry respiro profundo para poder regular su respiración y poder hablar bien —Draco tu me...— Harry fue interrumpido por el sonido de un teléfono.

—Dame un segundo, lo siento— Draco saco su teléfono y volteo los ojos cuando vio la pantalla de su teléfono —Es Astoria, le marco luego— guardo su teléfono y regreso su atención al moreno que tenía en su cara una sonrisa triste. Draco no lo noto —Lo siento, ahora sí dime Harry ¿Que paso?—

Claro, Harry había olvidado por completo el hecho de que Draco estaba con Astoria. No podía hacer eso. Tori lo ayudo desde el principio y no era correcto lo que tenía pensado hacer ahora.

—¿Harry? Dijiste algo de que yo...— rápidamente el moreno se las ingenio para inventar otra cosa.

—Ah si...es que mi papá me contó de un museo de arte y...y bueno quería ver si podías llevarme— el rubio miro a Harry serio.

—Claro...pero...— Draco pensó antes de hablar.

—Ya se, ¿que como voy a poder "verlas"? Toda pintura tiene un espacio de lectura y también lo ponen en braille.

—En ese caso, claro que te llevo Harry. Vamos—

—solo que....me gustaría cambiarme, baje rápido y...—

—Claro, te espero—

—Ven conmigo, para que no te quedes aqui— Draco accedió y entro a la casa del moreno. Subieron a su habitación y Harry tranquilamente comenzó a quitarse un short que tenía, para cambiarlo por un pantalón.

Draco se puso muy nervioso y un tirón, probablemente en su estómago, apareció. Fue una sensación rara. Trato, puso toda fuerza de voluntad para no mirarlo.

Pero no pudo.

Lo único que Draco podía pensar era el si era posible que existiera alguien con unas piernas tan jodidamente lindas. Sus pensamientos fueron interrumpidos por Harry que ya había terminado de cambiarse.

—¿Nos vamos?— Draco carraspeo y se levanto rápido.

—Antes...¿p-puedo pasar a tu baño?—

—Ah...claro— Draco le agradeció y salió corriendo lo más rápido que pudo.



Draco salió después de varios minutos del baño y ambos salieron de la casa y se fueron directo al museo.
Al llegar sólo se dispusieron a caminar por él;
Mientras Draco veía las pinturas algo aburrido, Harry leía en las placas que estaban en idioma braille. 

—Harry ¿Que es lo que tanto te gusta de esto?— Draco, que podía ver las pinturas y se le hacían sumamente aburridas no entendía como Harry sin ver, le emocionaban tanto.

Harry le contesto en voz muy tranquila, casi en susurro que hizo que el cuerpo de Draco temblará —Es lindo imaginar lo que hay en los cuadros. Por ejemplo este..— Harry pasó su mano por una tabla que estaba al lado de una de las exhibiciones —burlington house cartoon es de....Da vinci...puedo imaginar...a una mujer...y un niño, realmente no sé en qué ámbito es la pintura, pero puedo imaginar a como mejor yo sienta—

—Te gusta realmente esto, harry—

—Lo amo...si yo tan solo pudiera ver, probablemente me dedicaría a esto—

Draco sonrió. Le encantaba ver a Harry feliz. El de estaba aburriendo en ese lugar, pero la sola presencia del moreno hacia que valiera la pena cada momento el estar ahí.

Ese día, Draco descubrió que haría lo que fuera porque una sonrisa aparecía en el rostro de Harry.

Cuatro Sentidos|| DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora