¿Cómo fue que te conocí?-Shadamy story

Hospital

Antes de empezar con el capítulo, quiero decir que contendrá temas algo sensibles para algunas personas por lo que pido respeto y cuidado al momento de leerlo.

También, como lo dije en la anterior parte. Este es un capítulo especial para mi por así decirlo ya que tratará un miedo o fobia que será plasmado en el personaje de Amy. Perdón si esto cuenta como relleno pero... necesito hacerlo, lo siento si este capítulo no vale la pena leerlo.

Atte:Autora M.

Empecemos.

Amy: *ve a Shadow por un momento*... no es eso Shadow~ *dice mientras toma una galleta para mantener la calma* es solo que... es algo que no se lo conté a nadie y... ya no aguanto. Simplemente quiero gritárselo a álguien pero duele el solo pensarlo~ *con un poco de dificultad tragua lo poco que le queda de saliba en la boca* ... *se toma un momento para aguantar las ganas de llorar*

Shadow: *ve como el pequeño cuerpo de la eriza tiembla*... *acaricia las puas de la eriza para luego dirigir su mano a la mejilla y acariciarla* entonces... cuéntamelo... grítalo, llora si es necesario, te acompañaré en todo incluso si es para pasarte un pañuelo~

Amy: *ya no aguanta más y deja caer unas lágrimas por sus mejillas para luego caer en la almohada* gracias~ *muestra una sonrisa llena de tristeza y felicidad*

•Amy•

Desde muy pequeña, no conté con una figura paterna, de hecho, nunca conté con una. Solo contaba con la presencia de mi mamá y... era lo único que necesitaba, siempre fue todo para mi y yo siempre fui todo para ella, no necesitabamos de terceros para ser feciles las 2.

No contabamos con una muy buena economia pero era sufiente para 2 personas. Vivíamos en un departamento muy pequeño pero acogedor, ella trabajaba hasta altas horas de la noche y no la veía muy seguido que digamos pero no me importaba ya que entendía que lo hacía por nosotras.

Los pequeños momentos que tenía libre, los aprovechaba al máximo conmigo. Jugaba conmigo, me ayudaba con mis deberes de matemáticas, cocinábamos postres juntas. Son recuerdos que aún atesoro y recuerdo como si fuera ayer.

...

Uno de esos días, mi mamá empezó a toser. Yo no le tomé mucha importancia... pero pasando los días la tos no se detenía, solo se hacía más fuerte.

"Tranquila mi niña, solo estoy algo resfriada. Solo necesito pasar un tiempo con mi nena y estaré como nueva"

Siempre decía eso, pero la tos nunca cesaba.

Un día, al llegar de la escuela. Me dirigí a la cocina y ahí estaba mi mamá... llorando, sosteniendo el teléfono. Su llanto se escuchaba entrecortado... como si estubiera intentando evitar llorar pero sus lágrimas la delataban por mucho.

"Mamí,¿sucede algo?"

Mi madre de inmediato limpió su rostro empapado de lágrimas y me miró con una sonrisa.

"Ah, no es nada cariño."

"¿Estás segura?"

"Sip, solo estoy algo cansada eso es todo"

Pero era todo lo contrario... algo pasaba...

En un día normal de escuela, recibí un comunicado del hospital, mi mamá se encontraba en riesgo. Tenía dificultad para respirar y un vecino la encontró inconsiente en la puerta del departamento.

Fueron 2 semanas muy duras para mi... eran una pesadilla. El hecho de pensar que mi madre podría... no despertar. Era una tortura para mi.

Yo solo me encontraba al lado de la camilla de mi madre, no podía dejar de ver el rostro de mi mamá, no podía ni parpadear. Era todo tan silencioso, podía escuchar hasta el aleteo de una mosca... podía escuchar las conversaciones de los médicos sobre el tema de mi madre.