Pov Yoongi
No tienen idea de lo maravilloso que es estar durmiendo plácidamente y despertar, un domingo por la mañana con la melodiosa voz de tu madre, que clama desde el primer piso tu nombre, pidiendo "amablemente" que si no vajas inmediatamente ella misma irá a traer tú trasero, de una forma no muy bella.
Pues si notaste el sarcasmo déjame decirte que: Felicidades, sabes usar tu cerebro.
Esa mañana fue una mierda para mi, desperté con mala gana y a regañadientes tuve que levantarme de mi cama, solo para entender por que era tan necesaria mi presencia en el primer piso, no me moleste en siquiera arreglarme un poco, ya que si mi madre usaba su tono de voz de esa manera significaba que no había visitas en casa, así que no tenía por qué esmerarme en arreglar mi apariencia o al menos parecer algo decente.
Solo baje con una cara del asco encontrándome con la mirada de mi madre puesta en mi ser, escaneandome, como si de las pupilas marrones de sus finos ojos, saltarán pequeños destellos de color rojo señalando cada una de mis imperfecciones, tal cual robot escaneando un objetivo, trage duro pues su mirar era intenso, tuve mucho miedo de siquiera abrir la boca pero el quedarme callado tampoco era mi mejor opción.
— Bu-Buen día, madre.
— Buen día hijo mío, toma asiento por favor, es de suma urgencia que converse contigo de un tema en particular - bien, al menos no me había regañado pero, ¿Qué era eso tan importante? Mentiría si dijera que su comportamiento me daba alguna señal de lo que podría decirme pero es la señora Min y mi madre es la mujer más serena y discreta que he conocido, tomando en cuenta que han sido muy pocas o casi nulas las ocasiones en las que he tenido que entablar una conversación con una persona igual o parecida a mi madre, sin ningún tipo de protesta o intensiones de querer permanecer ahí parado, tome asiento en el lugar disponible a su al frente en la mesa rectangular del comedor.
— Y bien... ¿Qué es eso tan importante, madre? - ya no soportaba más la curiosidad carcomiendome por dentro y pregunté sin rodeos a lo que ella solo comenzó con su típico discurso de lo que tiene que hacer un omega de la familia Min.
— Hijo, eres un miembro de la familia Min y estás en conocimiento de que en esta casa hay reglas — si, en esta casa hay muchas reglas, reglas que deben ser cumplidas al pie de la letra, no por nada somos la familia más respetada de toda Corea del Sur, pero las reglas tienden a tener ciertas variaciones con respecto al rango y el tipo de cargo que ocupa cada integrante de la familia Min.
Yo perteneco a la quinta generación de la familia, mi madre es una omega de un carácter muy fuerte, mi padre un alfa muy imponente y con un semblante muy serio, mi hermano mayor, al igual que mi padre, es un alfa, ambos son tan parecidos como a su vez muy distintos y por último estoy yo, Min Yoongi el hijo menor de la familia Min, un omega. Por ende debo cumplir cierto tipo de reglas, que van desde mi educación hasta la menera en la que debo vestir.
Desde muy pequeño me enseñaron a ser respetuoso, cordial y discreto. A no ser impertinente, a mantener siempre el orden de mis pensamientos y saber ser acertivo en las palabras y maneras adecuadas de expresarme. No me está permitido hablar con nadie y más aún si es con un alfa, a excepción de la servidumbre y mi familia, claro está, tampoco se me es permitido salir más allá de las extensiones de la lujosa mansión Min, en pocas palabras he vivido dentro de cuatro paredes toda mi vida y menos he tenido amigos. Aunque no se me haría tan desagradable la idea de tener un amigo, alguien a quien puedes hablar si en caso lo necesitase pero por mas que yo quisiera no me es permitido tener uno y solo puedo con formarme con la imagen que mi imaginación puede ofrecerme, aunque a veces eso no es suficiente.
— Madre... Todo integrante de la familia Min está en conocimiento de que en esta casa hay reglas, reglas que he seguido desde que tengo uso de razón — y eso es verdad yo nací con mi rango ya definido lo cual para mi madre fue una total sorpresa que yo resultase siendo un omega. Pero aún así ella tuvo que enseñarme todas las reglas que un omega de esta familia debería seguir y además cerciorarse del cumplimiento de cada una de ellas. En pocas palabras, nunca necesite de una institutriz pues mi madre ha dedicado su vida entera en educarme, no sólo a mi si no también a mi hermano, pero con él las reglas nunca fueron tan estrictas como lo eran para mí.

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Beyond The Rules
أدب الهواةSolo entre cuatro paredes rodeado de puras reglas que seguir, sin tener permitido hacer nada de lo que quisiera hacer. Así es la vida de Yoongi un joven omega que desde muy pequeño, por no decir toda su vida, ha vivido dentro de las reglas de la fam...