Solo entre cuatro paredes rodeado de puras reglas que seguir, sin tener permitido hacer nada de lo que quisiera hacer. Así es la vida de Yoongi un joven omega que desde muy pequeño, por no decir toda su vida, ha vivido dentro de las reglas de la fam...
Yoongi se despidió de su hermano y subió al auto que lo esperaba para llevarlo a su nuevo hogar, una vez ahí conoció al señor Lee, un hombre de aproximadamente cincuenta años que se presentó como el mayordomo principal de la familia Jung.
El señor Lee llevó a Yoongi a una habitación, una de tantas que habían en esa inmensa mansión era tal su tamaño que te hacía sentirte muy pequeño, al llegar pudo apreciar una enorme cama, con unas cinco almohadas en la cabecera, lucían tan cómodas, se peseo por toda la habitación y pudo apreciar que en el enorme guardaropa solo se encontraban algunas de sus prendas y otras nuevas que parecían de su talla, en uno de lo cajones vio una bata de baño y otra que hacía juego con el pijama que descansaba a los pies de la cama que había visto al principio de su recorrido, no vio por ningún lado artículos que indicarían la estancia de un alfa.
— Puedo preguntar ¿en dónde están las cosas de Hoseok? — Yoongi se giro para así darle la cara al hombre que lo seguía, aparentemente un beta — en su habitación —contestó— el joven amo Jung dio la orden de que sus cosas y las de usted, sean ubicadas en habitaciones distintas para evitar la incómodidad y que cada uno pudiera ser poseedor de su propio espacio, por lo tanto está es su habitación.—
Yoongi solo asintió con la cabeza y de inmediato se percató de que el hombre mayor parado a su al frente, le había hablado con un tono bastante formal, tanto que lo odio y pensó que quien debería ser tratado así era el señor Lee, ya que era un hombre de avanzada edad y no él, un simple omega de apenas veintiún años — por favor no sea tan formal conmigo, solo hableme de tú a tú, y así me sentiré más a gusto — el señor Lee lo miró y negó casi al instante — lo lamento pero no puedo hacer eso señorito Jung, pondría en riesgo mi puesto de trabajo al dirigirme a usted de la manera que pide.—
Señorito Jung.
Se sentía extraño, por años había sido llamado por la servidumbre de su familia como, señorito Min y ahora sustituir ese apellido, que tanto aborrecia, con uno que apenas y conocía. Era simplemente extraño.
— Bien... Pero al menos llámeme por mí nombre y no por el apellido Jung, aún no puedo lograr acostumbrarme así que le pido por favor que evité llamarme de esa manera — el señor Lee asintió para luego decir — señorito Yoongi, debería descansar estoy plenamente seguro de que ha sido un día lleno de emociones estresantes y que ahora debe estar muy cansado así que me retiro para que pueda descansar plácidamente... Con permiso —sin más que decir el señor Lee se fue de la habitación haciendo una pequeña reverencia.
Yoongi se sentó al borde de la cama y cuando se aseguró de que ya nadie lo escucharía, se tiro en la cama y soltó un suspiro.
~~~ "Poseedor de su propio espacio", gran salvada Jung ~~~
Pensó el omega.
De alguna u otra forma, eso le dolió a su parte animal, traspasando ese dolor a Yoongi quien sin temor alguno dejó derramar unas cuantas lágrimas, mismas que caían por su mejilla hasta perderse en sus cabellos negros, ni el propio Yoongi sabía cuál era el motivo de sus lágrimas y eso se debía a que se rehúsaba a hablar con su parte animal ya que según su familia: hablar con la parte animal es un acto instintivo, arcaico y poco decente para un omega de la familia Min, el tiempo pasó, ni se molesto en levantarse a vestirse para dormir así que solo se dejó llevar por su cansancio a tal punto de quedar profundamente dormido.
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