LA NIÑA SEGUÍA COMIENDO gustosamente sus galletas mientras que Hipo se concentraba en realmente nada. Ambos hablaban de ves en cuando pero no tan seguidamente. Preferían eso, ninguno de los dos era bueno para mantener una conversación. Por eso eran amigos.
—¿No te cansas de comer?
—No. Por eso lo sigo haciendo, dah.—comió otra galleta frente a su rostro.
—Tiene sentido.—se rascó la nuca.
—Tus preguntas no lo tienen.—le dió una sonrisa apretada.—Oh, por cierto. ¿Quieres?—le ofreció la última galleta, o mejor dicho, la última mitad.
—Gracias.
—Ajá, es que ya me había llenado.—se encogió de hombros mientras sacudía sus manos.
—Que amable.—ironizó llevando la galleta a su boca.
—Sip.—exploto la "p" a lo último de la palabra.—Así es cuando eres alguien educado y con modales.—tomó un trapito de uno de sus bolsillos para proceder a limpiar su rostro con pequeños toques, aparentando ser alguien "elegante".
—Uala, que elegancia tiene usted señorita...—dijo haciendo una reverencia.
—¡Eso!, Arrodíllate ante mi, simple plebeyo insignificante.—tomo una rama golpeando levemente la cabeza del chico, quien aún no deshacía su "reverencia" ante su majestad.
—Auch. Eso duele.—se quejó ante el impacto, tocándose la zona afectada por la vara de madera.
En realidad ni siquiera le había dolido, pero quería ver la culpa plasmada en el rostro de la pequeña.
—¿Si duele por qué no haces que ya no duela?—pregunto confundida colocando a sus dos pequeños amigos sobre su cabeza, así dejando que estos descansarán sobre las mechas de cabello dorado.—Usa la inteligencia, niño.—le sacó la lengua, Bruni y Pascal realizaron la misma acción que su dueña agregándole algunos chasquidos.
—Bueno, es el fin. Los locos están en mi contra...—dramatizó Hipo, colocando una mano en su frente, fingiendo dolor y tristeza.
Un golpe resonó sobre la gran puerta de madera y el desastre en el pueblo se desató.
Hipo se acercó a la gran puerta con aparentes intenciones de abrirla.
—¡Ni se te ocurra Hipo!—advirtio al ver como éste tomaba las ranuras de la puerta. Demasiado tarde, ya la había abierto.
—¡Dragones!—grito cerrando la puerta al encontrarse frente a frente contra un dragón de fuego, al cerrar las puertas estás sonaron en un gran resoplido.
—¿Enserio? Yo pensé que eran ratas.
Ambos se escabullian por el pueblo con intenciones de volver a dejar su huella, está vez, en el lugar correcto. Sus planes se van por la borda en el momento en el que Hipo choca contra uno de los vikingos, quedando debajo de el hombre Hipo se quejó.
—¡Ah! Buenos días...—lo saludó el robusto hombre para luego continuar con su labor, proteger al pueblo de los dragones.
—Justo vas tú y te caes.—nego levemente la mini rubia.
—Ya, lo siento.—se disculpó ante su torpeza. Lyra beso su mejilla en forma de confort.
—¿Que hacen aquí?—preguntó uno de los vikingos mientras los observaba circular.
—Váyanse a casa.—ordenó otro de los hombres.
—¿Que hacen afuera?—interrogó una mujer mientras que pasaba junto a ellos.
Lyra tomó la mano de Hipo dispuesta a irse juntó a el lejos de los adultos, ya cansada de los interrogatorios, su plan acabo cuando ambos fueron tomados del hombro por unas robustas manos. Lyra hizo una mueca al saber de quién se trataba, por otro lado Hipo se estremeció al reconocer a su padre.
—Hipo y Lyra...
—Ésos somos nosotros.—se rió nerviosa.
—¿Qué hacen otra vez afuera?—cuestionó Estoico.—¿Qué hacen afuera?—preguntó molestó.
Tras unos segundos tratando de soltarse del agarré el hombre los soltó al tener que irse a ayudar a los hombres y mujeres que peleaban. Lyra tomó a Hipo del brazo mientras que corría y reía levemente, trató de regular su respiración al llegar a la herrería dónde también se encontraba Bocón.
—Ah, que bueno que vinieron a la fiesta.—dijo Bocón.—Creí que ya los habían llevado.—les dijo y Lyra se "ofendió".
—¿A quién?—decía Hipo mientras que tomaba el delantal que Lyra le pasaba y se lo colocaba.—¿A mí?
—¿O a mí?—dijo la niña mientras que trataba de tomar una daga, Bocón rápidamente se la quitó.
—Por favor, soy demasiado musculoso para su gusto.—tomo un gran mazo, algo pesado para su físico.—Los dragones no sabrían que hacer con todo ésto.—señaló sus "músculos".—Tampoco les gusta comer cosas lindas.—señalo a la rubia al ver su mirada, está sonrió con suficiencia.
—Bueno, necesitan mondadientes. ¿O no?—se encogió de hombros el vikingo, mientras que Hipo se dirigía a la ventana del local y tomaba las armas que necesitaban ser arregladas.
Al parecer el chico se había quedado estático y la niña se dirigió a su lado de forma curiosa. Al llegar a su lado lució desilucionada al ver cómo Patapez, Patán, Brutacio, Brutilda y Astrid apagan el fuego que estaba consumiendo una cabaña; algo que había sido realmente en vano, ya que está volvió a encenderse.
Lyra golpeó a Hipo haciendo que este volviera a la realidad y tratará de salir por está misma ventana. Bocón lo tomó con su gancho antes de tuviera oportunidad de pisar el suelo.
—Ay, no puede ser.—se quejó.—Quiero ir. Tengo que dejar mi huella, y Lyra me ayudará en eso.
La rubia se encogió de hombros ante la mirada del vikingo.
—Ya han dejado bastantes huellas en lugares equivocados.—les dijo y la rubia bufo.
Los empujó levemente.—Mira, dos segundos,—pidió Hipo.—mataré un dragón y mi vida mejorará infinitamente...
—Sí, eso mismo.
—Hasta podría tener novia.—agregó y la niña Laufeyson negó en desacuerdo.
—Éso no.
—Te pesan los martillos.—dijo el hombre.—No puedes hachas ni puedes lanzar con una de estás.—fijo tomando una red con esferas de metal en algunos términos.
En ese momento un vikingo tomó la red para poder lanzarla, así atrapando un dragón.
—Es verdad, pero esto lo lanzará por mí.—palmeo una máquina, al hacer ésto en propulsor se activa haciendo que una red fuera arrojada automáticamente sobre un vikingo.
—Uy, pobre.
—Vez,—Bocón se acercó.—esto es un ejemplo de lo que estoy hablando.
—Fue solo un problema de calibración.—trato de excusar Laufeyson.
—¿Como sabés? Hipo, si quieres salir un día a pelear con dragones tienes que cambiar todo... esto.—lo señaló.—Ambos lo tienen que hacer.
—Pero, acabas de señalarnos completos.
—Sí, éso es, tienen que dejar de ser ustedes.—asintió Bocón.
—Oh..
—Oh, sí.
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FOREVER ─── httyd
Fanfiction━━💐━━ ──www.forever.com ♡ཱིೃ╰─► .COMO ENTRENAR A TU DRAGÓN¡! ──❝Aʟʟ ғᴏʀ ᴏɴᴇ ᴀɴᴅ ᴏɴᴇ ғᴏʀ ᴀʟʟ, ɪɴ ᴏᴜʀ ᴄᴀsᴇɪᴛ ᴡᴏᴜʟᴅ ʙᴇ ᴏɴᴇ ғᴏʀ ᴏɴᴇ ᴀɴᴅ ᴛʜᴇ ᴏᴛʜᴇʀ ғᴏʀ ᴛʜᴇ ᴏᴛʜᴇʀ❞── ───Lyra era una bebe en el momento en el que conocio a Hipo Haddock, quien desde ese mome...