Amor a Golpes (Rapgum)

...7...

         Su corazón se detuvo al ver a su vieja amiga, ambos sonrieron con cariño y se saludaron. Él estuvo mucho tiempo lejos de la ciudad, recién volvía y ahora sabía lo del toque de queda, ¿Quién pensaría que de casualidad se encontraría con aquella alfa? Ni siquiera supo sobre su desvío al camino de los villanos.

         Después todo fue negro y rojo, sintió como lo mordía, estando a su merced no tuvo otra opción y usaron sus quirk en conjunto para atrapar aquellos héroes. No quería lastimar a nadie, solo quería irse, pero no podía hacerlo.

         El héroe de traje amarillo lo golpeó, él no pudo defenderse, solo vió como ella se escapaba dejándolo solo.

Capitulo 7:
Los alfas son un problema

         Kurono fue junto a Kai hacia el lugar donde se quedaban temporalmente, ya habían acomodado lo mejor posible; la habitación que utilizaba Kai era la más limpia de todas, Mimic se aseguraba de ello. Nemoto y Tengai habían conseguido algo de dinero, aunque Deidoro quería gastarlo en alcohol, el rubio lo detenía y entregaba el dinero directamente a Chisaki, está vez no fue diferente, pero Kai no le dió ni una sola mirada.

— ¿Qué le sucede a Overhaul? ¿Se encuentra mal? — le preguntó a Mimic, quien analizaba los nombres en los informes que le dió su jefe.

         ¿Cómo consiguió los informes policiacos para dárselos a él?

— No molestes al maestro Overhaul. Si te preocupas por él, busca la manera de ganar aún más dinero, parece que quiere conseguir más seguidores — le advirtió el más alto.

         Nemoto se sintió agraviado, ¿Más seguidores? ¿Qué tantos? ¿No eran ellos los más fieles? Intentó calmarse, de seguro Overhaul planeaba algo grande, por eso buscaba a más gente. No debería preocuparse tanto por los planes de su jefe, solo seguirlo. Aún mantenía su marchita confianza en él.

         Vió a Kai entrar en su habitación seguido de Kurono, su corazón ardió en celos, pero no dijo nada y se fue a su habitación.

         Todos tenían sus propias preocupaciones sobre lo que andará en la mente de Kai, pero el más preocupado era obviamente Kurono. Él era el único que sabía con quién se estaba reuniendo el castaño, si no se preocupaba en descubrir qué le sucedía, ¿Quién lo haría? Podría parecer calmado, pero de vez en cuando, cuando preguntaba porque se reunió de nuevo con Shigaraki, lo veía voltear la mirada y tensarse por completo.

         Lo mortificaba pensar que le habían hecho algo.

— Kai, necesitamos hablar, ¿Qué tienes? Estamos solos, no me ocultes nada — se había vuelto cada vez más audaz en expresar su preocupación por el Omega, una vez pensó que casi lo había perdido, no volvería a pasar lo mismo.

— No me llames Kai... No tengo nada — respondió cortante y se sentó cerca de la ventana, quitándose la mascarilla del rostro.

         Pudo ver cómo estaba a punto de tomar un supresor, no podía permitirlo, ya había tomado dos en la mañana, ¿Cómo se le ocurría tomar otro tan pronto? Se iba a matar a este ritmo.

— ¿Qué te sucede...? — la voz sombría de Kai lo sacó de sus pensamientos.

         No supo en qué momento ni como, pero ya había acortado la distancia entre ellos y ahora sostenía su muñeca con fuerza. El toque de su piel contra la prótesis se sentía extraño, sin saberlo, había deseado poder tocar la verdadera piel de Chisaki, no un simple tacto frío.