01 de mayo del 2010
Managua, Nicaragua
Para mi estimado nieto, Bryan Roldán:
Querido nieto, he dejado esta carta en manos de mi notario previendo algo que no puedo evitar: a mis años la muerte no es una posibilidad, es un hecho. Como ya sabes, la vida nos la ha jugado duro con la familia y al único que puedo dejarle algo es a ti; tu padre está preso, tu madre muerta; de Fernando no sé nada, y Sandra y Néstor llevan años viviendo en Panamá. Sabes desde siempre que no eras el nieto al que le daba cinco córdobas cuando venía. Aunque no eres santo de mi devoción hay algo en lo que nos parecemos y que me invita a ser condescendiente contigo, y es que los dos estamos solos.
La verdad es que no tengo mucho que heredar más que la soledad de esta vieja casa a la que me mudé luego de perder a tu abuela Dolores. La casa parece más muerta que yo, te digo que hasta las ratas prefieren pasar de largo e ignorarla y eso dice mucho, pero tal vez tú tengas la dicha de criar aquí a tus hijos y darle algo de vida a este lugar. Búscate una esposa y deja de andar picando flores y pagando por mujeres, para que cuando llegues a mi edad el pasado no te persiga y termine por atormentar los últimos años de tu vida, como lo hace conmigo.
Con mi notario y confidente he dejado algunos deseos que quiero que respetes tras mi muerte, nada del otro mundo, solo algunos ritos sin sentido que no quiero en mi funeral, porque total estoy solo y a puesto mi cuello a que nadie me llorará, ni siquiera tú. Por eso no hay necesidad de repartirles pan y café a las tulas del vecindario solo para que digan: «pobre don Antonio», sí como no, pobre los hijos de sus madres que se quedan a saldar cuentas con esta vida.
En fin, creo que estoy divagando. Puede haya una gran diferencia entre la fecha de la carta y la de mi muerte, o puede que no. Cuídate, que no te cuesta nada, chavalo.
Atentamente:
Antonio Roldan, salido de fábrica el 10 de junio de 1949.
PD: Sea cuando sea que llegues a casa, te dejaré un regalo por ahí. Búscalo, te gustará.
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El Huésped
HororUna carta, una casa y un viejo muerto. Las cosas parecen mejorar para Bryan, al menos hasta que descubre mis verdaderas intenciones.