Capítulo 3.

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Septiembre.

-¿Estás segura de que podré cambiar de escuela?- Preguntó Sofía a su madre con inseguridad mientras esperaban en la recepción.

-Tu padre ya dijo que sí- aclaró Pía con un tono de voz serio, seguía enojada por la decisión de Sofía, quien resopló ante su actitud.

La adolescente sabía perfectamente sobre la rivalidad entre sus padres, pero nadie podía juzgarla por su decisión, ella prefería ir con su padre, si a su madre no le gustaba, pues entonces no debía haberle permitido decidir en un principio.

-Señora Carvalho, pase por favor- anunció la secretaria del director.

Pía se levantó y avanzó al interior del despacho del director sin ni siquiera mirar a su hija.

Sofía se recostó aún más en la silla, alargando sus piernas y sacando su teléfono para distraerse. Podía notar las miradas curiosas de sus antiguos compañeros de clase, además de sus profesores y de toda aquella persona que reconociera su rostro. Llevaba un par de semanas sin ir a clase y de la nada la veían en la secretaría mientras su madre hablaba con el director.

Ella simplemente procedió a ignorar a todo ser a su alrededor, o al menos lo intentó, ya que tuvo que romper su burbuja de indiferencia al notar una presencia a su lado.

-¿Te vas a ir del colegio?- Era Sam, la novia del idiota de Fabiano. Volteó a mirarla sin expresión por un momento, para después asentir y volver a su teléfono. -¿Eso por lo que ocurrió con Lucas?

-No. No es por eso, son razones personales- dijo cortante.

-Sé que tú no sabes nada- comenzó a explicar la chica. Sofía frunció el ceño sin entender: -Fabiano le contó la verdad a Lucas, lo de que le fuiste infiel y eso-. Los ojos de Sofía se desorbitaron, ¿ella serle infiel a Lucas? Eso era una total mentira. Intentó protestar, pero la chica continuó. -Yo no te juzgo por nada, Fabiano le contó que te acostabas con un amigo suyo- suspiró. -Yo no te juzgo por lo que hiciste, sé que eres una buena chica, así que me parecía correcto que supieras que se había sabido tu secreto.

¿Secreto? Por dios, ella no se había acostado con nadie, ¡Lucas había sido su primera vez! ¿Cómo podía creerlo si se había acostado con ella, si había podido comprobarlo por si mismo?

Suspiró, tomó calma y le confesó la verdad a Samantha, no iba a permitir que su reputación fuese dañada por el odio que Fabiano tenía hacia ella:

-Bueno, lo que pasa es que tú no sangraste- ¡Claro que lo había hecho! Su ropa interior estaba llena de sangre, se había dado cuenta al llegar a su casa y darse una ducha. -Fabiano le enseñó las sábanas a todos, no había sangre...

-¿Y eso qué tiene que ver? No todas las mujeres sangran- contestó. La prueba de la sangre era algo de la Edad Media, ¿de verdad sus compañeros eran tan ignorantes de creer semejante tontería?

-Las que sí son vírgenes lo hacen- corrigió. -Yo sangré cuando lo hice y...

-Sofía, hija, ya tengo los papeles, vámonos- interrumpió su madre.

Samantha bajó la mirada y dio un apretón en su hombro:

-Solo quería que supieras por qué Fabiano había actuado así, él es muy protector con su amigo y no iba a permitir que tú le mintieras o lo lastimaras- defendió. -Fabiano es un gran amigo, se preocupa mucho, siempre defendería a Lucas- interrumpió:

-Tú novio es un hijo de puta- soltó con sorno mientras se levantaba de su asiento y se dirigía a su madre. -Adiós.

-Adiós- dijo con tristeza. -Buena suerte a donde te vayas- le dedicó una leve sonrisa, ella tampoco tenía la culpa de estar enamorada de un imbécil.

Sofía (Temática Lésbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora