Capítulo 6.

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Enero.

Era una mañana fría de finales de enero. Sofía caminaba rápidamente por la calle, el frío calaba sus huesos haciéndola tiritar y el viento despeinaba su largo cabello castaño. Eran las nueve y veintiocho de la mañana, se había saltado la primera hora de clase sin avisar, por lo que tendría que justificarle a la tutora su falta y, por si fuera poco, tenía examen de matemáticas a las nueve y treinta y cinco.

Rápidamente logró llegar al instituto, lo peor fue recordar que estudiaba en el Laforet y por desgracia su clase de matemáticas se encontraba en el segundo piso, por lo que tendría que subir cuatro tramos de escaleras. Suspiró con fuerza, apretó las correas de su mochila color lila y procedió a subir.

Una vez arriba, Félix ya se encontraba repartiendo los exámenes. Discretamente procedió a pasar y sentarse a una esquina de la clase, más apartada del resto y oculta a la vista de Félix. No era que fuese a copiarse, ella no era de ese tipo de estudiante, nunca había tenido que recurrir a eso, simplemente se sentía intimidada ante la mirada recelosa y acusatoria del hombre, el mero hecho de tener que compartir la habitación con él le resultaba incómodo.

Tomó sus bolígrafos y su calculadora antes de darle una ojeada al examen. Estaba justo como esperaba, salía lo que había estudiado, de una forma medianamente fácil en las dos primeras preguntas de cada ejercicio, pero una pregunta casi imposible en el tercer apartado, siendo éste el de mayor puntaje... Como de costumbre en un examen de Félix.

Suspiró nuevamente y arrugó las mangas de su jersey hasta la mitad de su antebrazo, el examen iba a ser largo.

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-Mierda...- resopló Aria con nerviosismo.

Llevaba casi una hora mirando todo su armario y no tenía idea de qué ropa ponerse. Era su primer día de prácticas y no quería dar mala impresión, el primer día no. Ni siquiera conocía a su profesor supervisor. Era todo tan nuevo. Hacía apenas cuatro años desde la última vez que había estado en el instituto y a pesar de ser poco tiempo, para ella era como volver a estar en uno por primera vez.

Quería vestirse adecuada a la situación, no quería verse demasiado juvenil y que los críos le tomaran el pelo, pero tampoco quería verse mayor de lo que era o parecer una señora.

Dios, era tan difícil. Sin mencionar por supuesto el nudo que sentía en su estómago. Hacer las prácticas era la mejor forma de prepararse para el mundo laboral, era entrar de lleno en lo que sería su trabajo, en lo que había soñado desde que había entrado a la facultad. Sin embargo, el sentimiento de incertidumbre y nerviosismo no desaparecía.

En un arranque de seguridad, tomó una camisa blanca con figuritas abstractas en color negro, unas pantimedias negras, unos botines de cuero, una falda de tuvo y un blazer a juego junto con un abrigo gris bastante elegante. Quizás iba muy arreglada para la situación, pero ya poco le importaba, lo importante era afrontar ese primer encuentro con seguridad, ya al día siguiente sabría mejor como arreglarse.

Tomó la maraña de cabello dorado que tenía y lo sujetó en un moño de bailarina perfectamente redondo y sin un solo pelo fuera de su lugar. Se miró en el espejo y pasó a maquillarse, se hizo algo casual, colocando base y corrector por allí y por allá, donde considerara que fuera necesario, luego se hizo un delineado negro simple para darle forma más almendrada a sus ojos, se colocó una sombra de ojos sutil color café, rizó y maquilló sus pestañas, peinó sus cejas, rellenándolas un poco, y por último se colocó pintalabios de color vino.

Se colocó sutilmente su perfume Dylan Blue Pour Femme, de Versace, y tomó su cartera de cuero, se miró un rato en el espejo, se veía muy formal... Quizás debía haberse puesto unos vaqueros, pero ya no tenía tiempo de cambiarse, lo mejor sería afrontar ese día como ya había decidido, con seguridad y la cabeza en alto.

Sofía (Temática Lésbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora