FINAL 2

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Era de noche, la luna se reflejaba por medio de la ventana del coche, mientras una serie de besos era repartida por el cuello del omega, Jeonghan mordió ligeramente para después pasar sus manos por la cintura de Jisoo, primeramente, por encima de la ropa y después, por debajo, teniendo contacto directo con la piel del omega, Jisoo gimió en respuesta.

No esperaba que las cosas sucedieran esa misma noche, pero realmente tenía ganas y se notaba que Jeonghan también.

—Quiero suponer que... iremos a la cama en este instante —dijo Jisoo hacia Jeonghan.

—Probablemente, si eso quieres.

Jeonghan sonrió. El alfa tenía a Jisoo encima de él, en su regazo, le encantaba tenerlo ahí, era como un gusto culposo, la sensación de sentir el cuerpo de Jisoo pegado al de él, y poder inclusive, tocar esos muslos que él consideraba una perdición, era como sagrado, en todo el sentido que esa simple palabra puede expresar.

—Te amo, ¿Lo sabes? —Preguntó Jeonghan con una pequeña sonrisa instalada en su rostro.

-yo también te amo... —Jisoo lo besó, colocó sus manos en las mejillas de alfa, y las acarició levemente.

Jeonghan río, disfrutando el toque en su rostro, Jisoo siempre fue tierno y delicado.

Jeonghan estuvo en esa época de la preparatoria en donde el omega quiso probar estilos diferentes, el alfa nunca tuvo inconveniente al mirarlo hacer eso, estaban todos en ese tiempo en donde todos querían probar cosas distintas, y a veces, eran crueles.

Jisoo muchas veces se sintió mal, ver que su mellizo era aceptado y él no; sin embargo, siempre contó con muy buenos amigos, que siempre estaban con él, y lo ayudaban.

Jeonghan salió de sus pensamientos cuando sintió los labios de Jisoo sobre los suyos, el toque tan dulce que lo hizo sonreír, admirando al ser precioso que estaba con él.

—Vamos adentro, ¿No? —Dijo el omega.

—Con mucho gusto.

Dicho esto, salieron del auto rumbo a la casa, entre besos y sin separarse, esa noche, sería un gran cambio en sus vidas, porque al fin, tendrían su primera vez.

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Seungkwan despertó a las nueve de la mañana, aprovechando que Soonyoung iba a entrar más tarde al trabajo, pudo estirarse cómodamente, además, los niños de seguro ya estarían despiertos y tenía que hacerles de desayunar.

Se quitó las cobijas de encima, salió de la cama, se puso sus pantuflas y caminó hasta la puerta, cuando la abrió vio a dos cachorros del otro lado mirándolo con rostros afligidos, Seungkwan sonrió de medio lado, los pequeños estaban pidiendo ya comida, sus estómagos gruñían.

—Muy bien niños, es hora de desayunar.

Los niños sonrieron en grande, hasta que el pequeño Seokmin notó algo en su padre.

—Papi, ¿dopa de papá?

Seungkwan se miró a sí mismo.

-SÍ... es que no tengo pijama... vamos a desayunar.

Y lo que menos quería era que los pequeños entraran a la habitación, teniendo en cuenta que su alfa estaba desnudo en la cama.

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A las once de la mañana, Soonyoung observó a su esposo un poco más calmado, después de haber hablado el día anterior, esperaba en realidad que ambos pudiesen arreglarse después de tres años.

Lo nuestro no tiene nombre [Yoonhong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora