Capitulo 4

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-Stephanie: hermanito, de causalidad de la vida ¿Tendrás un tiempito de hablar conmigo? Es que acabo de recordar que debo decirte algo de mucha importancia. Y a decir verdad no tengo problemas con que ellos estén aquí.

Los tres hombres dentro de la habitación se miran. Rodrigo se iba a levantar para salir y dar algo de privacidad a los hermanos, pero al Stephanie notar aquello le hace señas de que no es necesario. Y así una vez mas Alejandro no puede apartar la vista de ella.

Por otro lado ella simplemente lo ve y le sonríe de forma amigable. Cesar nota aquello y por querer jugarle una pequeña broma al chico enamorado hace pasar a su hermana. Stephanie que había subido a la segunda planta para realizar sus deberes escolares regresa bañada y cambiada de ropa con un conjunto de short algo alargado de licra y una camiseta de licra también, con tirantes anchos, cubierta pero a la vez coqueta, de color negro con líneas azul oscuro.

-Cesar: ya pasa enana – Cesar le haces señas a Stephanie que esta capta rápidamente. Y con tal de jugar un poco con su hermano le sigue la corriente- te adelanto que no quiero escuchar nada de novios –dice señalándola y mirando la reacción de Alejandro-.

Rodrigo que estaba en silencio comprendió lo que querían hacer los hermanos así que pidió permiso para salir un momento a solicitar que le dieran un vaso de agua, Cesar comprendió lo que quiso decir, pero Alejandro anonadado por la presencia de la chica no comprende las señas. Stephanie se sienta en la silla en la que estaba Rodrigo y ve a Alejandro con interés, este se pone rojo y nervioso.

-Cesar: y bien enana ¿de que querías hablar?

-Stephanie: de tu jefe –dice de manera seria dejando de mirar a Alejandro, para observar a su hermano-.

Los dos hombres en la habitación se miran mutuamente y luego la miran a ella.

-Alejandro: señorita, disculpe que me meta, pero, ¿nuestro jefe? ¿Habla usted del almirante Juan Patiño?

-Stephanie: efectivamente, y llámame Stephanie, ya el señorita esta... ¿como decirlo? Esta demás. Eres ya prácticamente parte de la familia, mis hermanos y mi madre te tratan así. Por lo que no veo inconveniente en que me llames por mi nombre, además que el "usted" me hace sentir vieja y puedo apostar y ganar a que soy menor que tu.

-Cesar: pues porque efectivamente eres menor que el –se ríe-.

-Stephanie: ¿ves? Te lo dije. Pero volviendo al tema. Realmente quiero hablar de su jefe.

-Cesar: ¿Qué ocurre con él enana?

-Stephanie: lo de llámame por mi nombre también es para ti. Pero bueno. Ese hombre cada que me ve, lo hace con morbo, con una mirada que no me agrada. Cesar, ese hombre realmente me da miedo, no lo quiero cerca. Más de una vez se me ha insinuado, y me da de todo. Y no es precisamente es un "de todo" bueno. Trato de evitarlo, pero ha enviado a alguien a seguirme. Cualquier compañero de la universidad, o el trabajo que se me acerque, no quiere hablar conmigo al día siguiente. Me tiene acosada. Se que me sigue porque la persona que lo hace no se oculta, incluso vigila la casa. Hace tiempo salí para realizar un trabajo en equipo e iba guindada del brazo de Iván, como siempre. Sabes que es mi mejor amigo, y me dijo lo que pasó cuando me dejo cerca de casa y se fue a la suya, esa persona lo amenazo, y por miedo a que le hicieran algo le dije que se alejara mientras resolvía eso. Cesar, ayúdame, por favor. Y lo digo delante de Alejandro para que sepan qué clase de jefe tienen.

Los hombres dentro de la habitación no sabían que hacer, esto ya había superado los límites.

-Alejandro: ¿desde cuándo ha estado ocurriendo todo eso? –Pregunta con voz preocupada- si tienes una fecha exacta mejor Stephanie, es muy, muy importante saberlo.

-Stephanie: ya va a ser un mes y medio. O al menos ese es el tiempo que lo vengo notando, no sé si llevara más tiempo.

En eso Rodrigo entra y Cesar le dice.

– quiero que retomemos lo que hablábamos hace poco.

Rodrigo lo ve y con su cara de preocupación entiende que habla de la asociación.

-Rodrigo: perfecto; porque acabo de hablar con mi esposa y me dice que desde hace unas horas alguien vigila la casa.

Cesar ve a Alejandro y le dice:

- tu familia, llámala.

-Alejandro: mi familia se encuentra fuera del país. Les enviare un mensaje de que no vuelvan, al menos por ahora, y les daré alguna excusa razonable en caso de tener mi línea intervenida.

-Stephanie: ¿Qué esta pasando Cesar?

Este ignora la pregunta de su hermana y le dice a Alejandro.

-Cesar: Alejandro, múdate a mi casa, así sabrás quien es el tipo que la vigila y cuidaras de mi casa y mi familia. También puedes mudar a tu familia aquí Rodrigo, estarían mejor así cuidarían a las dos familias a la vez.

-Alejandro: pero también le haría mas fácil el trabajo a el señor este

-Cesar: tienes razón, pero no sabemos en quien podemos confiar.

-Rodrigo: me daré de baja e iré contigo a Cesar.

-Cesar: pero ¿y tu familia?

-Rodrigo: que se vengan a vivir aquí, a mi hija le quedara mas cerca de la escuela y a mi esposa del trabajo, y así ayuda a tu hermana en sus clases, ella es enfermera.

-Stephanie: ok, ¡stop! A todos aquí, quiero saber ¿Qué rayos esta pasando? ¿Por qué están tan alterados que unirán a dos familias? No me mal entiendas Rodrigo, me agrada la idea de las mudanzas. Pero se pusieron muy nerviosos, así que hablen, pero ¡ya!

-Alejandro: nuestro jefe te esta vigilando. Y no solo a ti, a la familia de Rodrigo también. Cesar fue dado de baja, por un problema con información clasificada, pero ahora que sabemos que la demencia de ese hombre no tiene limites, tenemos que hacer todo lo posible por detenerlo.

-Rodrigo: por eso me daré de baja pequeña, debo cuidara mi familia, mantenerla a salvo. Y eso solo voy a lograrlo deteniendo las injusticias de ese corrupto.

-Stephanie: realmente tengo miedo, no sabia que estaba pasando tantas cosas, Cesar, hermanito ¿tu no estabas en una misión? ¿Cómo que estás dado de baja?

-Cesar: enana de mi vida, sabes que te amo, y con toda mi alma. Javier, tú y mi madre, son lo más preciado que tengo. Me muero si algo les pasa. Por eso debes ser fuerte, no dejes que nadie nuble tu mente. Siempre procura estar acompañada, que ese hombre note que nunca estas sola, cambia de estrategia, quédate en casa de alguna amiga sin que se de cuenta. Y así mismo, no se un cambio de look, no se ponte uñas o que se yo –dice mostrando una sonrisa cansada- pero siempre ten cuidado, yo comenzare a realizar unos viajes, y como conozco tu personalidad, no me molestes a Alejandro por favor ¿si?

En eso Rodrigo ríe por lo bajo, Stephanie muestra una sonrisa inocente y Alejandro por su lado se sonroja.

-Stephanie: esta bien, no molestare a Alejandro, aunque seria entretenido –lo mira con una sonrisa picara y luego vuelve a mirar a Cesar- prométeme que te cuidaras, que vas a volver y que harás todo lo posible por estar bien. Por favor promételo –dice con voz angustiada-

-Cesar: te lo prometo Stephi, volveré. Y por favor, no le digas nada a nadie. Que quede como un secreto entre nosotros ¿si? Por los viejos tiempo, como cuando éramos niños.

Dice sacando el meñique de su mano derecha, haciendo un pequeño puchero. Alejandro y Rodrigo conmovidos por la escena no dicen nada. Pero Stephanie, dispuesta a que si su hermano y ella se comportaban como niños, haría que ellos también.

-Stephanie: hermanito - dice con una voz de niña pequeña- ellos deben hacer la pinki promesa también, no solo nosotros –dice señalándolos-.

Rodrigo iba a negarse, pero no le quedo de otra, y tanto el como Alejandro cedieron a los caprichos de la joven.

Ya luego de todo aquello, Cesar tomo todas sus cosas y salió despidiéndose de su madre y Javier, que había llegado recién.

El Capitán del M-1903Donde viven las historias. Descúbrelo ahora