Too Clergy [Sarv X Ruv]

Capitulo 9: Dos tontos se unen

Voy caminando por un pasillo apenas iluminado está tan vacío que mis pasos hacen eco, no había nadie o eso creí

–¡hey Ruvyzvat!– grito una voz que pude reconocer fácil

Volteo y veo un hombre robusto con media máscara roja en su rostro representando su autoridad sobre mi pero no me intimida en lo absoluto. Este se encuentra a unos pasos de mi, era increíble como no lo había escuchado este sostiene una pequeña caja.

–ten esta caja, revisa que vayan 6 carpetas y llévala al incinerador– ordena y se da media vuelta para irse, ese hombre tenía algo contra mi pero no puedo hacer nada solo soy el nuevo en este lugar.

Llegué al incinerador, ese lugar parecía que nadie lo limpiaba en años, hasta que abrí la caja y estaban las carpetas, las saque para contarlas y de ahí salio dos papeles los cuales recogí pero uno era un sobre blanco con mi nombre en el y lo otro me dejó helado en un segundo.

Volteaba algo tembloroso que no hubiera nadie más pero estaba solo en ese cuarto oscuro con la luz del incinerador, no sabía que hacer en cualquier momento podría llegar alguien, lo dude por las condiciones del lugar.

–¡Ruv!– dijo una voz de mujer con alegría –¿Cómo has estado?– veo que es la mujer que nos renta la casa.

–bien ¿Cómo ha estado usted?– respondí

–muy bien, venía a tomar un café– dice señala el establecimiento –por cierto ¿dónde está tu esposa?–

–adentro, está trabajando– le abro la puerta y Sarv llega rápido atenderla

–hola Marta– la abraza con cariño

–hola niña, ¿Ahora trabajas aquí?– dice muy contenta mientras se la lleva a una mesa

–si, me disculpa tengo que ir por unas órdenes– rápido de va, el lugar estaba lleno así que no se daban abasto las chicas, veo que Marta me invita a sentarme.

Rápidamente busque el anillo en mis bolsillos, siempre los traíamos para esta ocasiones.

–¿Que tal la vida de casados?– pregunta mientras toma el menú

–todo bien–

–que bueno, y ¿planean tener hijos ahora o en un futuro?– dice sin mirarme

–eso aún no lo hablamos– respondí algo

–yo les recomiendo que sea después, disfruten su vida de casados y después tienen hijos porque creeme después de eso no duermes– suelta una leve risa

En eso llega una de las compañeras de sarv

–¿Ya tienen su orden?– pregunta sacando su libreta

–de mi parte así está bien–

–yo quiero un café negro sin azúcar y unas galletas de avena con chocolate–