Too Clergy [Sarv X Ruv]

Capitulo 12: cucarachita

Hace varios años atrás

–¡Mamá!, ¡Papá!– grito un pequeño niño, este estaba asustado por las llamas que lo rodean parece un infierno –¡Mamá!– volvió a gritar pero estaba vez le brotaron unas lágrimas

Eran tan pequeño que su inocencia no le dejaba ver con claridad que atrás de él se encuentra los cuerpos de sus padres, lo único que sabe es que los necesita, escucha pasos acercarse, tal vez por fin sea el rayo de luz que tanto esperaba pero rpnto se apagó cuando lo que vio fue una enorme sombra como las que habían quemado su casa en un intento desesperado trata de correr pero es detenido por el hombre lo toma con cuidado y se lo lleva de ahí.

–vamonos pequeño, este lugar está apunto de caerse– le dice en tono serio, el niño golpea con sus pequeños puños al hombre exigiendo que lo suelte pero este hace oídos sordos. Después de tanto golpear y llorar se quedó dormido, no sabe la vida que le espera apartir de ahora, siempre fue un niño que lo tuvo todo pero ahora solo le queda las palabras de sus padres en sus recuerdos.

No sabe cuánto tiempo paso en ese coche dormido, pero sabía que era mucho tiempo

–este es el sitio– dice el hombre robusto

–yo digo que lo dejemos en otro lado– agrego el copiloto

–mira en este sitio son muy orgullosos así que no creo que quieran a un niño huérfano y mucho menos si es el hijo del culpable que los dejo en casi la miseria– dice mientras mira al pequeño dormido

–bueno tienes razón– ambos bajaron del coche y tomaron al pequeño, lo llevaron hasta un callejón para dejarlo ahí aun lado de la basura, este no se ha dado cuenta que lo han abandonado a su suerte.

Días después

–vete de aquí– dicen unos niños empujando al pequeño fuera de una tienda de dulces

–si eres horrible– dice otro niño mientras le escupe –deberias irte de aquí maldito monstruo– se acercaron más niños y lo tomaron para llevárselo a la parte de atrás

–esta es la quinta vez que quieres entrar y no vamos a permitir una mas–

–pelo es que tengo hambe– responde mirando a los niños

–te vamos a dar de comer– en eso ve que uno de los niños trae un bat y le da uno en el cerca de su ojo izquierdo y le demás comienzan a patearlo

–¡basta niños, fuera de aquí!–grito una mujer, los niños se fueron corriendo del lugar y la mujer rápidamente se acercó al niño que estaba malherido, su ojo no deja de sangrar –tranquilo niño, yo voy a curarte– lo toma y siente como su cuerpo está frío, era verano pero aún así la región era muy fría para un pequeño como el.

La mujer desde ahora se iba hacer cargo del pequeño, aunque solo había unos días en la calle pero el no confía en la mujer.

–pequeño, déjame curarte ese ojo–

–no, me va lastimal como los demas– dice mientras se niega abrir la puerta del baño el cual era uno pequeño y sin luz

– Ruvyzvat, no voy hacer nada malo lo prometo–

El pequeño abre la puerta con cuidado

–¿Sabes mi nombre?– pregunto mientras abre un poco más

–si pequeño– dice un tono dulce haciendo que el pequeño confíe en ella, pero está felicidad solo dudaría unos años, el pequeño niño ahora tenía cerca de 10 años.

Pronto la enfermedad caería a la casa de esta mujer.

–quieres algo mas– pregunta el pequeño mientras la mujer está en la cama.