𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 | D.M. vs G.W.

Capitulo 31

Draco

Su mano izquierda acunó mi mejilla para que la mirara a los ojos. Su cabello estaba bien peinado y caía sobre el zacate verde y húmedo. Desvié la mirada del bonito lago que se ubicaba frente a nosotros para mirarla a ella. Sus ojos y su piel, no podía verse mejor. Ambos lucíamos un par de años más grande recostados sobre el césped.

—¿Cómo te sientes?— preguntó colocándose encima mío. Su vestido de tirantes me mostraba sus bonitas clavículas adornadas con un collar.

—contigo todo esta mejor...— sonreí acomodando sus mechones de cabello por detrás de sus orejas. Se acercó, posando sus labios sobre los míos.

Abrí los ojos angustiado después de haber sentido tan real lo que acababa de soñar. Me provocó una peor sensación al saber que nada había sido real y que ahora me urgía estar cerca de ella. Era nuestro segundo día en Hogwarts y las cosas no se veían del todo bien; a mí no me quedaban más ganas de levantarme por las mañanas y todo se sentía tan distante, o tal vez sólo para mí, las demás personas se encontraban tan felices y centradas en lo suyo.

Blaise se había negado a disculparse aunque sabíamos que se arrepentía de cada palabra que había salido de su boca aquel día. Pansy y Theodore se lanzaban indirectas en todo momento. Y yo... yo simplemente ignoraba a Claire como si eso me fuese a "curar".

Claire

Corrí hasta la mesa de Gryffindor robándole un beso en las comisuras de los labios a George para después sentarme a su lado.

—¡Buenas noches!— saludé con una enorme sonrisa a todos sus amigos después de haberme sentado sin ningún permiso en la mesa de los leones.

—hola, linda.— George se recargó en mi hombro pareciendo estar bastante cansado.

—¡Claire!, vendrás al partido del viernes, ¿verdad?— Angelina preguntó frente a mí, poniéndome un poco nerviosa.

—claro que sí.— asentí repetidas veces con la cabeza.— George necesita de mis ánimos.

—nos alegraría tenerte ahí entonces. ¿Qué te parece si vienes a nuestra sala común cuando finalice?— sugirió con una sonrisa, por fin dejándome respirar después de saber que yo les podía agradar.

—ahí estaré...— respondí emocionada sirviéndome jugo de calabaza.

—¿Mi novia me ira a ver jugar?— George susurró en mi oído con voz ronca después de colocar su mano sobre mi muslo. Definitivamente era mi punto débil y él lo sabía.

Dejó un beso húmedo por debajo del lóbulo de mi oreja y después en mi mejilla provocando que mis ojos se cerraran con una sonrisa. Su mano separó mi pierna comenzando a recorrerla lentamente, causándome cosquillas en el vientre. Abrí mis ojos encontrándome con la mirada de Draco en la mesa de enfrente poniéndome demasiado incómoda.

Tosí falsamente volviendo a retomar mi compostura.

-parece que tenemos admiradores.-George bromeó causándome algo de gracia después de que él también notara la intensa mirada de Draco sobre nosotros, o más bien... sobre mi.

—¡Horgan!— todos soltaron un suspiro después de escuchar la irritante voz: Cormac de nuevo sentándose a mi lado.

—¿Sí?— pregunté sin siquiera mirarlo, recordando la última vez que habíamos hablado en la fiesta.

—¿Cómo te fue en las vacaciones? No me invitaste a conocer tu casa.— rió comenzando a servirse un plato de comida.

—no pensaba hacerlo jamás.— dije provocando que Fred y Lee comenzaran a burlarse. George pasó su brazo por mi cintura recargando su mentón en mi hombro.