Capitulo 57

821 118 84
                                    


—cuéntame qué pasó, estoy aquí.—acaricié su cabello sintiendo también un nudo en mi garganta al verlo de tal manera.

—casi asesino a... Katie Bell.— comenzó a sollozar más fuerte aferrándose a mi blusa que ahora mojaba con sus lágrimas.— Yo no quise, Claire te juro que yo no quise hacerlo.

—¿En dónde esta Katie?.— pregunté preocupada, sabía que Draco pondría una trampa con ayuda de un collar peligroso que sería dirigido a Dumbledore, afectando gravemente a quien lo tocara.

—se la llevaron, a San Mungo.— levantó su mirada mostrándome sus ojos y párpados rojos.

—no fue tu intención, Draco. Nadie sabrá que fuiste tú.— limpié las lagrimas que mojaban su rostro, regalándole un beso casto en su pómulo.

—estoy muy asustado...— susurró temblando. Sin saber cómo responderle me limité sólo ayudarle a quitarse su bufanda y su pesado abrigo para que tuviera un poco más de aire.— Me siento cansado. Ya no soporto esto.

Se dejó caer en su cama con sus zapatos todavía puestos, abrazando y hundiéndose en su almohada con mucha fuerza.

—puedo prepararte un té.— dije tímidamente cerca de su oído pero simplemente negó con la cabeza.— Esta bien, te traeré tu pijama.

Le ayudé quitándole los zapatos después de haberle entregado su ropa para que se cambiara. Intentaba hacer todo lo posible para que se sintiera mejor y no sintiera que se encontraba solo en esto. En estos momentos sería algo horrible si él o yo no tuviéramos alguien con quien ir y llorar mientras le contábamos todas nuestras penas y problemas que además eran un grande secreto que probablemente nadie se podría guardar fácilmente, pero por suerte nos teníamos a nosotros.

Me acosté a su lado abrazándolo por la espalda.— Intente hacer lo posible para cambiar, enserio lo hice. Quería ser una nueva persona para ti, para agradarle a la gente.— su voz volvió a temblar amenazando con volver a llorar.

—Draco, no estás haciendo nada mal.— respondí ridículamente hundiéndome en el hueco de su cuello.— No necesito que cambies para mí.

—te quería gustar, Claire.— se cubrió frustrado el rostro con sus manos para que no pudiera verlo.— Dejé todos mis prejuicios atrás. No volví a tratar mal a nadie, ni siquiera a Harry Potter. Quería demostrarte que de verdad podía ser una persona agradable y... ahora soy sólo un asesino y además un mortifago.— soltó una risita sarcástica.

—no has asesinado a nadie, Katie estará bien en San mungo.— quité las manos de su cara para poder mirarlo a los ojos, se encontraban húmedos y apagados.— No tienes que demostrarme nada, se quién eres Draco. Te conozco hace años para saber que no eres lo que la gente asume y dice de ti.— le sonreí logrando que se tranquilizara y asintiera.

—¿Claire, puedo abrazarte?— reí asintiendo con una sonrisa, era gracioso que lo preguntara después de todo.

Se dio la vuelta acurrucándose ahora a mi lado comenzando a regular su respiración. Mi mirada estaba fija en el techo y la habitación, perdida en miles de pensamientos mientras Draco simplemente se limitaba a abrazarme recargándose en mi hombro probablemente a punto de quedarse dormido.

—Draco, te quiero.— susurré con una sonrisa recordando lo que había dicho hace unos minutos. Levantó un poco su cabeza para mirarme, su rostro había cambiado dejando sus ojos apagados atrás.

Me sonrió de vuelta besando mi barbilla.— Yo también te quiero, Clay.— cerró sus ojos dejando caer su cabeza de nuevo en el hueco de mi cuello y mi hombro abrazándome con mas fuerza

𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐒 | D.M. vs G.W.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora