Signal

♥︎♫︎- 🅂🄸🄶🄽🄰🄻 -♫︎♥︎

Enojó.

Eso era lo que sentía Regulus al ver a Alice y James juntos. Estaban todo el tiempo juntos como sanguijuelas dándose abrazos, besos en la mejilla o caricias disimuladas que de disimulo no tenian nada.

Sentía su sangre hervir al ver a la francesa tan cómoda en los brazos de James como nunca lo había estado en los suyos. Una llama en su interior se encendia provocando un estallido.

El no era tonto, podía observar el amor en los ojos de James cada vez que miraba a Alic, podía darse cuenta del vínculo tan único y especial que ellos dos poseían, parecía algo tan bueno como para ser real. Y eso sólo alimentaba el fuego.

Lo que más le molestaba era ver a la menor como si nada, como si el no existiera. Parecía totalmente ajena a su alrededor si James se encontraba cerca. Ya no lo miraba como antes o le decía apodos tiernos.

Sabía que era su culpa, el la había rechazado tantas veces que ya ni siquiera llevaba la cuenta. No entendía que le pasaba, no entendía porqué reaccionaba de mala manera al ver por fin como Alice parecía haber superado su amor por el. Después de todo era lo que el quería.

Debía admitir que le gustaba la atención que la pelirroja le daba, siempre se preocupaba por el y el mundo parecía girar alrededor suyo. Se sentia especial por tener a alguien que lo escuchara, lo apoyara y lo quisiera.

Sin embargo, no podía evitar reaccionar con asco a sus muestras de afecto. No podía evitar que la repugnara su cercanía física. Sabía que Alice estaba enamorada de el, sus intenciones no eran amistosas.

Nunca se había dado cuenta del impacto que tenía la pelirroja en su vida hasta que la perdió. Ya no escuchaba sus "Buenos días mi linda serpiente " o le otorgaba una botella de agua luego de sus entrenamientos de quidditch. Pequeños gestos que hacían la diferencia y ya no estaban. Ahora todos eran para James.

Quería todo eso devuelta, quería a Alice devuelta. La recuperaría cueste lo que cueste. Después de todo, estaba seguro de que lo seguía amando.

Pero lo que Regulus no había tenido en cuenta era ese pequeño y gran detalle en la vida de la pelirroja. Un chico de cabellos azabache que pudo experimentar del amor de Alice, estaba dispuesto a luchar por ella también.

James no dejaría que apartaran a la menor tan fácilmente de su lado. Luego de mucho tiempo, había conseguido lo que tanto anhelaba. La atención de la pelirroja.

No sabían todos los obstáculos que debian atravesar para poder obtener el corazón de una pelirroja. No sabían que los problemas en su camino serian tan difíciles de superar.