Capítulo 11

79 2 0
                                    

Mi vida se está convirtiendo en una rutina diaria: Soñar, despertarse a tiempo, clases cada vez más aburridas y comprensibles...

Lo único que deseo en este momento es salir de aquí. Huir de la clase de Química y correr por los pasillos del instituto. No parar de correr hasta que me sienta libre de todas las presiones que tengo, ser libre de una vez...

--Señorita Vázquez, está usted atendiendo a mi explicación, ¿No es cierto?

--Claro profe, estoy fascinada con su explicación...-- Mientras hablo, le paso un papelito a Ana en el que le ruego su ayuda. No puedo quedar mal en clase de Química...con lo mal que lo llevo. Al fin, Ana responde a mi papelito. Lo leo con disimulo: Jajajaja, XD, está hablando sobre algo del oxígeno y el nitrógeno. No pierdo el tiempo y respondo a la pregunta de Alberto, el profesor de Química.-- . Está usted hablando sobre la reaccion provocada entre el oxígeno y el nitrógeno.

--Muy bien, ¿Y que provoca?

--Pues...eh...¿el aire?

La clase entera se revoluciona, y yo vuelvo a sentir que me arde la cara de vergüenza.
Alberto, enfadado, me grita entre el alboroto.

--¡Esmeralda Vázquez Acadio, salga de clase ahora mismo!

Me levanto de mi asiento con la cabeza agachada.
De fondo escucho las risas de mis compañeros, ¿Cómo pueden ser tan crueles? Yo solo pretendía no quedar en ridículo y he conseguido hacer justo lo contrario, multiplicándolo por dos.

En cuanto cierro la puerta de la clase, siento como mi mundo se me derrumba encima. Empiezo sollozando, y termino con un profundo llanto.
Nunca me habían echado de clase. Quizás las hormonas están haciendo que exagere un pelín, pero que me regañen así me sienta fatal.

--Heey, ¿Qué has hecho ahora?

Levanto la cabeza y miro hacia arriba con mis ojos rojos del llanto.
Inmediatamente, la comisura de mis labios se curvan hacia arriba formando así una bonita sonrisa.
Es él, que opurtuno es cuando quiere...

--Hola, parece que tienes un horario para saber cuando debes aparecer.

--Ya, claro-- Responde con sarcasmo. --. Por cierto...¿Donde estamos?

--En el instituto...mierda-- Acabo de caer en la cuenta; estamos en el instituto. Como nos pillen aquí a los dos, nos obligarán a meternos en clase cuando termine el castigo...y Aitor no está en este instituto, dudo que esté en alguno. --. Corre, tienes que irte de aquí.

--¿Cómo? ¿Por qué?

--Como te pillen aquí te obligaran a meterte en tu clase, y tú no estas en ninguna clase Aitor.

--Ahh, entiendo...¿pero donde me voy entonces?
--Tienes razón, no van a dejarte salir de aquí...

--Me quedo contigo hasta que desaparezca.

--¿Pero tu estás loco o qué?

--No estoy loco solo busco una solución a esto, además, no tardaré en irme.

--Vale, espero que te vayas pronto...

--Qué groserías dices.

--¡No! Es para que no nos pillen...

--¿Para que no os pille quién?

La voz de Juanjo, profesor de Tecnología nos sorprende.

--¿Qué hacen fuera de clase?

Ojalá existierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora