Capítulo Dos

2.7K 297 12
                                    



Diciembre del 2017

El 2 de diciembre Lena se encontró con Kara en el parque de National City para acompañar a la ojiazul a hacer sus compras navideñas, sin embargo esta se veía muy pensativa y hablaba muy poco, cosa que no era común en ella, entraron a la tienda donde vendían decoraciones navideñas y la pelinegra no pudo evitar preguntarle a su amiga si le sucedía algo.

–No, no es nada Len, tranquila.– respondió la ojiazul cabizbaja.

–No mientas Kara, te conozco lo suficientemente bien como para saber que te sucede algo... así que habla. ¿Te llamaron del ejército? ¿Debes volver? ¿Es eso no?–. Preguntó la ojiverde preocupada.

–¿¡Qué!?... no, no Lena no es eso... es que... al diablo ya no aguanto más.– Kara tomó el rostro de Lena y la beso, la beso como nunca imagino que lo haría.

Cuando Kara vio que Lena no le estaba correspondiendo el beso, pensó que había cometido el peor error de su vida, sabía que no debía haberle hecho caso a Alex cuando esta le había dicho que la pelinegra tenía sentimientos por ella, así que se iba a apartar del beso, pero sintió como Lena tomó su rostro entre sus manos y le seguía el beso. Lena había quedado en shock por esa razón cuando Kara la beso no le correspondió el beso de inmediato.

Ambas se fundieron en ese beso que decía más que mil palabras, ambas habían caído rendidas ante el amor, así como caían las estrellas fugaces, ellas se habían enamorado. Se separaron del beso cuando el aire les empezó a faltar, ambas juntaron sus frentes y mantenían los ojos cerrados sin decir palabra alguna, no hacía falta al final y al cabo. Hasta que la pelinegra rompió el silencio.

–Pensé que jamás te darías cuenta de lo que siento por ti, eres una tonta Kara Danvers y una despistada.– dijo Lena con una media sonrisa.

–Lamentó si demore mucho en darme cuenta, lo importante es que ahora ambas sabemos lo que sentimos.– habló Kara devolviéndole la sonrisa. –Eso sí señorita Luthor, antes que nada quisiera saber si usted le concedería a esta rubia despistada una cita, y si me lo permite, muchas citas más.– bromeó Kara.

–Señorita Danvers está usted de suerte, le acepto esa cita y todas las que vienen–. contestó Lena para darle una sonrisa. Kara se acercó para darle otro beso a la pelinegra pero ésta la detuvo – Ah, ah... señorita Danvers, no más besos hasta después de la cita.

Kara puso un puchero pero aceptó –Entonces señorita Luthor, apresuremonos aquí para ir a esa cita, porque no me pienso quedar sin mi beso el día de hoy.– y así fueron y compraron unos cuantos adornos navideños, si bien Lena no era muy dada a celebrar en estas épocas, sabía que con las hermanas Danvers sería una cosa muy distinta.

Salieron de la tienda y la rubia llevó a Lena a su casa para dejar lo que habían comprado. –Entonces Len, te llevaré a nuestra cita y te prometo que te va a encantar–.

–Pero Kara si estoy hecha un desastre mírame.– le reclamó la pelinegra.

Kara se le quedó viendo y dijo. –¿Desastre? Mmm, no, definitivamente eso si que no, porque te miro y te puedo jurar que veo a la chica más hermosa de todo el multiverso.– ante lo dicho Lena se sonrojó –así que vamos, que llevo esperando por esta cita desde que te conocí y no pienso retrasarla más–.

–Bueno Kara, entonces vayamos a nuestra cita–. Dijo la pelinegra.

Fueron de nuevo al parque de National City, donde estaba la pista de hielo, al parecer la idea de Kara era patinar ahí, sin embargo la rubia desconocía que Lena no sabía absolutamente nada sobre el patinaje sobre hielo por lo cual se puso nerviosa.

–Kara, aprecio la intención pero honestamente no creo que sea buena idea.– dijo Lena.

–Vamos Len, no será tan malo lo prometo.– le dijo Kara.

Falling Like The Stars (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora