Capítulo 3

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—Que se vayan a dormir a las 8, eh. Siempre las dejas ver películas hasta tarde, y después a la mañana no se pueden levantar. Mañana tienen jardín temprano.— Michael reprendió a su castaño amigo, habiendo ya cambiado el uniforme de la logística por el del restaurante. Agradecía no tener que usar delantal como en su anterior trabajo, lo odiaba.

—Si, mami. Nos vamos a dormir temprano, ¿no, chicas? —revoleó los ojos Ash, y después miró a las nenas fijamente, asintiendo con la cabeza.

—¡DIJITES QUE VAMOS A VER PEICULA! —gritó Leah. Ashton se golpeó la frente mentalmente.

—Es mentira, Mike, no les dij-

—SI DIJITES

—¡Shh! ¡¡Calladita o viene el Monstruo de las cosquillas!! —Ashton fue hasta sus sobrinitas y empezó a hacerles cosquillas a las dos al mismo tiempo, mientras Michael veía sonriendo. Estaba cansado, pero su día estaba lejos de terminarse, y se le hacía tarde. Buscó su campera y le dio un beso en la frente a los tres. Las nenas le respondieron con felicidad, y Ashton puso cara de asco.

—¿No te podés quedar, papi? Hoy no tomamos el "niskui"* juntos....—le dijo Ruby, y al teñido le rompió el corazón.

(*Así le dice al Nesquik, o sea al cacao en polvo)

Tenia razón, hacia mucho que no pasaba tiempo con sus hijas. Trabajaba de lunes a lunes, y sus nenas pasaban más tiempo con Ashton que con él.

Mike levantó a Ruby haciéndole upa, volvió a dejar un besito en su mejilla, y con una sonrisa triste le prometió que pronto iban a ir a pasear todos juntos. Volvió a saludar y se dirigió al restaurante.

🍃

—¡Hola, chiquitas, buen dia, Mike! —saludó enérgico el maestro rubio a la mañana siguiente.

—Hola, Luke, ¿Como estás? —le preguntó Michael sonriendo devuelta. Las nenas, mientras tanto, entraron con los demás compañeros.

—Todo bien, ¿Vos? Hoy pudiste traerlas, ¡Que bueno!

—Si, por suerte, si. No sé si mañana las voy a poder traer, igual. Seguramente venga Ashton.

—Supongo que a Calum no le va a molestar. Yo, en cambio, esperaba verte, salgo perdiendo...

Michael agachó la vista, avergonzado, pero sonrió.

—Y-yo también, quería venir —admitió sonrojandose, y sonrojando al rubio, que se acomodó un mechón detrás de la oreja.

Luke pareció pensar por un momento, y luego sonrió, levantando su mirada tímida del suelo.

—Te... ¿te gustaría...? No sé si te gusta pero, ¿vas a recitales? —preguntó el rubio, nervioso.

—Si, los amo. Hace como tres años que no voy a ninguno, igual.

—Bueno, tengo una entrada demás para ir a un festival de música under... no va ningún artista conocido, pero... quería saber si...¿querías ir conmigo?

Michael se rascó la nuca de manera ansiosa.

—¿Cuando sería?

—Es hoy, desde las 9 de la noche. Nos encontraríamos un ratito antes... si vos querés. Y creo que Calum también invitó a Ashton, así que iríamos los cuatro, por si no estás cómodo.

—Perdón, Luke. En serio me gustaría ir, pero hoy trabajo... igualmente me gustaría salir con vos otro día, si querés.

A Luke obviamente se le notó la cara de desilusión, pero se recompuso al escuchar la oferta.

—¡Si, Mike!, me encantaría. Cuando vos quieras, no tengo nada más que el jardín yo.

—Gracias, Luke, ahora me tengo que ir pero, gracias por la invitación... después arreglamos bien.

Luke le regaló una sonrisa, y saludó con la mano mientra el teñido iba en dirección a la parada de colectivo. Suspiró, y volvió al patio del jardín.

🍃

—Ya sé, me invitó hoy Luke, y me dijo que ibas vos con Calum también... ¡No, Ash!, Tengo trabajo... supongo que le voy a decir a la vecina de abajo si las puede cuidar, si no, no sé... Si, si no está, la llamo a tu mamá... chau, después hablamos —el papá de las dos nenas colgó llamada y buscó en sus contactos el número de su vecina.

Por suerte, atendió rapidamente, y le dijo que estaba libre. Michael le agradeció y a la media hora, las dos chiquitas estaban en la casa de la señora del departamento de abajo.

—Gracias, Meredith, ¡le debo una!

—No hay de qué, querido, son divinas las nenas.
Michael sonrió y, como siempre, dejó a sus hijas al cuidado de alguien más para irse a trabajar. 

🍃

—Chicos, ¿me esperan un segundo? Voy a llamar a Mike antes de entrar, tengo que ver si consiguió con quien dejar a las chicas. —dijo Ashton, quien ya estaba junto a los dos maestros, esperando por entrar al recital.

Luke y Calum asintieron. Ellos también estaban al pendiente, no les gustaría que por estar en un recital tengan que dejar solas a dos nenas de las edades de Leah y Ruby. Para suerte de los tres, Ashton volvió con una sonrisa y una buena noticia.

—Que lástima que Mike no pudo venir. Luke esta soltero y deprimido, los únicos momentos donde no se le nota es cuando está trabajando, y cuando está cerca de Michael. —le dijo Calum a Ashton, por lo que recibió un codazo del rubio.

—Yo...no es por desanimarte, a Michael le vendría bien una pareja, pero sinceramente, no sale con nadie desde hace un año... y me dijo que no tenía tiempo para salir, lo que técnicamente es verdad, porque trabaja todos los días con horarios no fijos, entre 10 y 14 horas por día. Cada vez estoy más preocupado, si les soy sincero... perdón, no sé ni porque les cuento...

—Ey, sos nuestro amigo, Ash. Michael es mi amigo también. Al menos yo lo considero así. —Luke lo
animó.

—Y yo no conozco mucho a Mike, pero me gustas vos. Si estás preocupado me gusta saber por qué. —Calum le sonrió cálido.

Ashton les habló un poco más sobre Michael, y Luke le prometió que iba a intentar hacerlo salir un poco, el castaño agradeció.

Una vez que terminó el recital, Ashton manejó hasta el departamento de Michael. A la mañana siguiente tenía que llevar a sus sobrinas al jardín, y prefería quedarse a dormir antes que volver a su casa.

Eran las 3 a.m, y al llegar al departamento, Ashton se encontró con el televisor prendido y el volumen casi en silencio. La luz del aparato iluminaba la cara de su amigo, y hacía ver su pelo decolorado de un color azul.

Michael no había llegado ni a acostarse en su cama, se había sacado las zapatillas y el pin que tenía su nombre, y había caído rendido en el sillón.

—Mike... Mike, despertate... andá a tu cama, te va a doler todo mañana. —el castaño intentó despertarlo sacudiendole un hombro.

Su amigo hizo unos ruidos somnolientos, se levantó, y caminó dormido hasta su cuarto, dejando todo así como estaba, mientras Ashton iba apagando todo atrás de él.

Una vez Mike en su cama, el castaño se preparó para dormir en el sillón-cama con el que ya estaba muy familiarizado, y no necesitó mucho tiempo para dormir profundamente.












No sé si alguien lee esto pero bue, actualizo igual

Los comentarios de los otros capítulos me hacen feliz<3

•Si les gusta el Cashton vayan a leer mi one shot "Dúplex"•

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