Capítulo 6

313 43 21
                                    

—Tio, ¿me haces upa? Tengo sueño. —le dijo ruby frotándose los ojos a su tío castaño.

Estaban caminando desde la parada de colectivo hasta el jardín, porque el auto de Ashton lo había agarrado su hermana menor, Lauren, y lo iba a devolver recién en dos días. El castaño tenía que llevar a las hijas de su amigo al jardín porque Mike estaba ocupado.

—Pero ya llegamos, mi vida...vení, te hago acococho hasta la puerta. —le contestó Ashton con cariño.

Mientras tanto, con la mano derecha, agarró fuertemente a la más chiquita, que estaba más despierta y caminaba dando saltitos.

—Hola, Cal. —le dio un beso a su "no novio" apenas llegaron, todavía teniendo a la nena a upa.

—Hola, Ash. ¡Hola, chiquititas! ¿andamos con sueñito?

—¡Hola Cally! —dijo Leah alegre, mientras tanto, Ruby murmuró un hola y escondió más la cara en el cuello de su tío.

—Vamos, Ru, tenés que entrar.

—Tengo sueño, ashy.

—¿Querés que llame a Luke? Así la hace entrar. —ofreció el morocho.

—Eh, sí, si puede...

Mientras venía Luke, Ashton y Calum se quedaron hablando un rato. Arreglaron para una quinta cita, el viernes a la noche.

—Hola, Ruby, ¿tenés sueño, linda? —Saludó Luke después de sonreírle a Ashton.

La nena giró la cabeza y asintió mirándolo. Sola, estiró los brazos y se dejó alzar por el rubio, que casi se muere de amor y se larga a llorar ahí en frente de todos. Por suerte, no lloró, y se despidió de los demás entrando al salón con Ruby en brazos.

Paulatinamente, a lo largo de la mañana y principalmente, después del almuerzo, Ruby se despabiló y empezó a jugar con sus amigos como todos los días.

A la salida Luke, como de costumbre, se quedaba esperando al único papá que iba a buscar a sus hijas al jardín, y también el único que llegaba tarde. Luke lo comprendía y nunca podría parecerle que lo que hacía estaba mal, de hecho, lo admiraba.

Siempre se quedaban los tres en la dirección, esperando que suene el timbre de la puerta.

Ese día había sido distinto. Después de 10 minutos pasada la hora de cerrar la puerta, Michael todavía no llegaba.

—¿Vamos al salón a jugar, chicas? Así esperan a papá.

—¡Si!

Luke las acompaño y volvió a abrir el salón. Prefería que jueguen ahí si mike iba a tardar mucho más tiempo. Se quedaron hablando los tres, como habian estado jugando todo el día, las nenas preferían hablar con su maestro.

—... Y entonces la madiposita se fue y no la vi más, y lloré y papi me dijo tenía que pone la mano asi —juntó sus manitos ahuecandolas —Y depués venía, pero no. —Leah se esmeraba por hacer que Luke le entienda, y de hecho, el rubio lo hacía, y con cada palabra quería más a estas dos alumnas que se habían vuelto tan importantes para él. Pensaba para sí mismo que si michael no volvía, se las quedaba para él.

Cuando Leah terminó su monólogo (que no conocía ni las pausas ni la gramática castellana, y alguna que otra consonante), Luke decidió hablar un poco con Ruby, que escuchaba atenta todo lo que decía su hermana.

—¿Seguís con sueño, Ru?

—No, seño. —Luke se río enternecido ante el sobrenombre.

—¿Dormiste ayer?

Kindergarten - MUKE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora