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𖥸𖥸𖥸

El pelirrojo se rascó la cabeza algo nervioso mientras leía la nueva carta de la semana.

Por que estaba nervioso? Esperaba que no fuese cierto lo que aquella chica había escrito... una sensación rara, hormigueos y cosquillas le inundaban el cuerpo en pensar en lo importante que era para ella.

Se encontraba en su cama, estirado mientras que George y Lee roncaban tranquilamente.

A Fred le entraron demasiadas ganas de abrazarla. Poder hacerla sentirla segura en sus brazos y decirle que siempre estaría con ella... pero ni siquiera la conocía.

Por qué no le diría su nombre? Entendía que le diera vergüenza pero diablos, que rabia no saber su identidad. Él nunca se reiría de ella.

Se sentó ya que la presión estaba pudiendo con él, los ronquidos de sus compañeros se intensificaban así que salió con cautela de no ser visto.

Era agradable pasear por los pasillos de Hogwarts sin que no hubiera nadie, y aunque no lo admitiera, Fred adoraba la tranquilidad.

Miró al cielo y una ola de alivio y calma pasó dentro de él al admirar las estrellas del cielo.

Y por un momento pensó en que podría encontrarse con ella como esas películas muggles que Lee les había mostrado.

La chica descansando mientras admiraba la luna y él la encontraba. Ambos se enamoraban y acababan teniendo una bonita historia de amor.

Sonrió para si mismo al pensar esas cosas, ni siquiera conocía a la dueña de las cartas y ya estaba planificando todo un montaje en su cabeza.

letters to oblivion (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora