Love is Not Over

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Desde lo lejos escucho vagamente un pequeño ruido que se repite constantemente y no deja de sonar, dándome cuenta que es mi alarma indicándome que es hora de despertar y dirigirme a la universidad, así que mi mente y mis oídos ya están extremadamente alerta pero simplemente mi cuerpo no reacciona causando que peleé contra este tipo de trance de sueño seguramente provocado por el agotamiento. Últimamente esto me ha paso seguido así que tuve que visitar al médico, señalándome esté que era a causa por alguna reacción de estrés y que era común en chicos de mi edad, así dándome indicaciones de que debería descansar las horas necesarias y relajarme en la universidad.

Finalmente consigo con éxito abrir mis ojos despacio y dejar a un lado lo sucedido, causando que pueda retirar las sábanas de mi cuerpo e ir despacio hacia el baño para ducharme. Estando adentro, observó mi rostro por el reflejo del espejo para darme cuenta que tengo unas ojeras terribles causadas por la noche anterior pero no les doy tanta importancia, así dando paso a darle vuelta a la manija de la ducha para que después pueda tocar un poco el agua con mi mano derecha para verificar si estaba a la temperatura que me gusta y despojarme poco a poco de cada una de mis prendas, para introducir mi cuerpo desnudo hacia la regadera; causando que el agua me de unos escalofríos relajantes.

No pasan más de quince minutos cuando yo ya estoy fuera del baño, enfrente de mi gran ropero, buscando la ropa que usaré hoy; para que al final decida por un conjunto conformado de colores oscuros que resaltan mi color blanco y mis labios color carmesí, me acerco al espejo que tengo atrás de la puerta de mi cuarto para arreglar un poco mi cabello alborotado por esa ducha, tomo mi mochila que tenía encima de la silla del escritorio y por primera vez en toda la mañana levanto mi celular de la mesa de noche para verificar la hora, dándome cuenta que voy tarde a la universidad y sin detenerme tanto le doy una última revisada a todo mi cuarto para así cerrar este he ir directamente hacia el comedor para poderme despedir de mi madre y pedirle una disculpa por no poder desayunar hoy con ella.

 Ya estando en el comedor, busco a mi madre con la mirada y me percato de que no está y sin más, me dispongo a buscarla en cada rincón de mi casa, pero no obtengo resultados positivos así que saco mi celular de mi bolsillo, lo desbloqueo y prendo el internet causando que me llegue una notificación de mensaje de mi madre y no tardo en abrirlo.

Jungkookie:

Hijo, perdón por no quedarme a desayunar contigo simplemente se presentaron conflictos en el trabajo, ya sabes lo de siempre; en fin, espero que tengas un excelente día en la universidad.

Te quiero.

Todas las mañanas desayuno con mi madre y contamos todas las anécdotas que nos pasó durante el día anterior, esto es un hábito que tenemos desde hace ya algún tiempo ya que es el único momento de todos los días donde nos ponemos completa atención, porque durante el transcurso del día ella tiene pendientes de su trabajo y yo la mayor parte del tiempo me encuentro en la universidad o vagando un poco por las calles de Seúl con Yoongi. Muy rara es la ocasión cando no desayunamos juntos y cuando sucede esto es porque ella está molesta conmigo, me desperté tarde o algunas veces son por asuntos del trabajo como es el caso de estos momentos.

Después de leer este mensaje bloqueo mi celular, recorro otra vez la cocina y veo una dulce manzana roja colocada en el frutero que está en el centro del comedor de madera; así que me acerco a esta, tomo la manzana y con mis largos dedos sujeto la cremallera de mi mochila para poder abrir esta he introducir la fruta que traía en mi mano para que continuamente cierre la mochila, dándome paso hacia la salida trasera y acortar camino ya que como lo he estado mencionando voy tarde.

Me encuentro parado golpeando con mi pie derecho el piso de la estación de autobuses que me llevan hacia la universidad, se supone que ya debería estar aquí, pero al parecer la suerte no está de mi lado porque está retrasado cinco minutos y en verdad ya estoy perdiendo la paciencia, supongo que debería correr desde aquí hasta mi destino; al final no me agotaría tanto ya que mi condición física no esta tan deteriorada, ya estaba a punto de llevar acabo mi idea cuando de repente, desde lo lejos veo un pequeño punto negro que va cercándose hacia donde me encuentro percatándome que es el autobús. Y en menos de lo que tarda un parpadeo ya estaba enfrente de mí y de otras dos mujeres de mayor edad, dándole paso primero a ellas para que después yo pueda subir los pequeños escalones de este, pagar mi entrada al chofer, sacar mis audífonos que estaban en alguna parte de mi mochila, conectar estos a mi dispositivo móvil y colocarme cada auricular en mis orejas para así acomodarme entre los pasajeros y disfrutar el recorrido, aunque sea corto. Estando ya en la parada que se encuentra en frente de mi universidad me dispongo a correr desde ahí hasta el aula.