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-Qué hacemos aquí?-

-Si no te gusta podemos ir a otro lugar o hacer otra cosa-

-No, no, no, está bien, entremos-

Llevé a Naruto a un bar. Fuimos a una mesa y comenzamos el primer trago.

-Hagamos una competencia-

-Estas seguro?-

-Qué? Me vas a decir que el gran Sasuke Uchiha es un débil y tiene miedo a perder?-

-De qué apostamos?-

-De 1000-

-Yo no necesito dinero-

-Tú qué quieres?-

-... Un beso tuyo-

-.... Ok-

1, 2, 3,... A partir de la décima ronda perdí la cuenta. Íbamos iguales, pronto solo éramos nosostros dos.

Naruto no es de emborracharse. Así que todavía yo estaba consciente de lo que hacía cuando terminó la competencia.

-Gané-

-Ay, solo por un trago-

-Toma otro entonces-

-Esta bien, esta bien, tu ganaste teme-

-Reclamo mi premio-

Enredé mis dedos en su cabello y uní nuestros labios.
Devoré su boca por completo. El beso era de lujuria, como si ambos esperábamos este momento. Se rompió el ambiente cuando el aire nos hizo falta.

(El aire, el oxígeno, POR QUÉ SIEMPRE ARRUINAS MOMENTOS?!!!)

Quise separarme pero Naruto volvió a tomar el beso. Iba a dejarme llevar pero lo detuve.

-No Naruto. No podemos hacer esto-

Naruto se levantó y se sentó sobre mí, ambas piernas de cada lado. Me abrazó el cuello y se movía frotando mi miembro con su trasero.

-No puedes decir que no teme. Has esperado tanto tiempo como yo-

De nueva cuenta me besó. No pude resistirme. Dejé el pago de las bebidas y tomamos un taxi al motel más cercano que había.

Si dejar de besarlo, me lo llevé a la habitación.
En la cama ataqué su cuello mientras nos quitamos la ropa. Sus gemidos eran sonido para mis oídos.

Ya desnudos, jugué con sus pezones que estaban erectos. Dejé chupones por todo su cuerpo.

Tomé su miembro y me lo metí en la boca. No tardo mucho antes de que Naruto llegara al organismo. Me lo tragué todo.

-Me toca a mí-

Naruto cambió posiciones y ahora me la chupaba a mí. Se notaba lo inexperto que era pero eso no le quitaba lo bueno. No alcanzó a tragarse todo y le ensucié su cara. Ahora me parecía más sexy que nunca.

Lo puse debajo de mí y le mostré tres dedos. Sabíendo lo que seguía, lo lambió como un niño cuando quiere paleta.

Sentí mi miembro palpitar. No aguantaría mucho tiempo.

Sin dejarle tiempo le metí dos de una vez. Su grito y sus gemidos eran apagados en mi boca. En el momento correcto le metí la tercera. Después de unos minutos de tortura, era hora.

Bufó cuando retiré mis dedos. Lo acomodé y lo metí de una sola embestida.

Se sentía exquisito. Su entrada apretaba mi miembro de tal modo que me volvería loco. Vi a Naruto sacar lágrimas, le besé los párpados y el rostro para tranquilizarlo. Minutos después, me dió el semáforo verde.

Embestidas lentas y suaves.

Embestidas rápidas y duras.

Gemidos, jadeos y choques.

Punto G encontrado.

-Sasu...-

-Yo también-

Terminamos al mismo tiempo. Naru entre los dos y yo dentro de él. Reaccioné lo que habíamos hecho y quise separarlo.

Quise, porque Naru no me dejó y cambió posiciones para cabalgar sobre mí.

-No he terminado. O acaso ya estás cansado teme?-

-Claro que no dobe. Verás que mañana no podrás caminar-

(Soy un asco de lemon. No me critiquen)

ErroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora