𝐎𝐏𝐏𝐎𝐒𝐈𝐓𝐄𝐒 | ❝ Estamos tratando de aguantar aún cuando ambos sabemos cómo terminará esta historía❞
𝐄𝐋𝐋𝐀 una cazadora rusa que viaja al pequeño pueblo de Mystic Fall para ayudar a un viejo amigo. Ella, el pecado que muchos quieren comete...
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SUS AUTOS SE HABÍAN ESTACIONADO UN POCO, alejados de la granja que estaba básicamente en medio de la nada. Ingresaron kilómetros lejos de la carretera y ahora mismo los Zorkin iban bajando de sus autos mirando la zona.
—¿Este es el lugar? —pregunta Ares, llegando a lado de Artemisa. Miró la zona con una mueca.
—Creo —dice mirando el lugar. Ve el auto de Damon estacionarse atrás del suyo. Matt y el vampiro bajan del auto del vampiro.
—¿Estamos aquí nosotros cinco o vendrán más cazadores a ayudar? —preguntó Matt, nervioso.
Atenea sonríe divertida por sus nervios.—No necesitan más cazadores. Nosotros valemos por miles de ellos.
—Ah —balbucea, mirando a la adolescente. «creo que llegó alguien más egocéntrica que Damon» pensó el humano.
—Además, no necesitamos armas —negó Damon. Una sonrisa plasmada en su rostro, se aleja de su auto—. Tú nos serás útil —le dice a Matt.
—¿Qué harás? —pregunta la cazadora mayor, mirándolo con ojos entrecerrados.
—Oh, vamos. Esta bien si viene. Podemos tener a alguien como él con nosotros para que ustedes se lleven la culpa si algo sale mal —se encogió de hombros con desdén, caminando hacia la granja—. Será como una distracción.
—Vampiro sin neuronas —sisea Atenea, causando una sonrisa por parte de los otros dos Zorkin.
Damon vuelve a girar en su eje, viendo a los cazadores. Ares estaba cómodamente jugando con la flecha en su mano. Artemisa lo miraba aún atenta a cada uno de sus movimientos.
—¿Estas tratando de ofenderme, mini cazadora?
—¿Te ofendí, momia?
Se rió de ella, con aire de superioridad—. Una cazadora como tú jamás sería capaz de ofenderme.
Artemisa blanquea los ojos ante el intercambio de palabras. Se acomoda mejor la daga en su cintura y mira el reloj de su muñeca. Los minutos pasaban y ellos estaban desafiándose. Quiso maldecir al ver a Ares interferir, llegando a un lado de su hermana.
—Y un vampiro patético como tú solo es capaz de ser nuestro bufón momentáneo —dijo el azabache, con su acento bastante marcado.
Damon chasquea la lengua, girando a ver a Artemisa.—Controla al niño o yo con gusto lo hago por ti.
La cazadora eleva el mentón, sonriendo de lado.
—Inténtalo y te aseguro que terminarás siendo comida para los gusanos —amenaza la cazadora, dejando de estar recostada de su auto.
Damon estaba de pie a algunos metros de ella, sus manos en su cadera mientras suelta una corta risa. Matt suelta un suspiro cansador. Los mellizos entretenidos.
